Lo que diré es muy controvertido, pero es totalmente mi postura, una por la que vivo:
La responsabilidad primaria de proteger a una joven, en este caso de 18
años (la edad de Debanhi a la hora de su fallecimiento) no es del estado, no es
de las autoridades municipales, no es de organizaciones feministas o
humanitarias, ni siquiera es de la policía local.
La tarea
de proteger a una jovencita soltera, es principalmente una responsabilidad del
papá. Esta es la razón por la que los padres importan: somos
los principales custodios de nuestras familias, y en especial, de nuestras
hijas.
Ahora
bien, ¿qué implica esto? Bueno, simple: haces lo que sea necesario para asegurarte de que tu hija
nunca esté en una situación precaria. Y a veces, por desgracia para
nosotros, eso nos obliga a jugar el rol del villano:
– "¡Pero papá, todas mis amigas van a ir a la fiesta! ¿Por qué no
yo?" "¡Tú no confías en mí como sus padres confían en ellas!"
"Ya soy lo suficientemente madura, ¡deja de intentar microrregular mi
vida!" etc.
Bueno,
francamente, no me importan tus sentimientos heridos mija: me importa exponencialmente más tu seguridad y bienestar
que perderte en una fiesta de medianoche con quién sabe quién y bajo solo DIOS
sabe qué terribles condiciones.
–
"¡Pero es mi cuerpo, yo hago lo que quiero!". Cierto: es tu cuerpo. Pero mientras estés
bajo mi custodia, mi trabajo principal, ¡es mantener a
salvo ese cuerpo!
Realmente desconozco los detalles
que rodean la desaparición y muerte de Debanhi. Tampoco quiero que parezca que
estoy agregando aún más carga a su padre, solo DIOS sabe el dolor y el
remordimiento que ahora está experimentando. Pero padres, por favor escúchenme:
ustedes viven para proteger sus familias. ¡Y siempre se
protege más a los miembros más vulnerables, es decir, a tus hijas! No
importa si ya es legalmente adulta o no, no importa lo que estén haciendo otras
chicas de su edad, no importa cuán segura (o insegura) sea la ciudad en la que
vive tu familia, mientras ella esté bajo tu custodia, haces lo que sea
necesario (preventivamente y no solo de forma reactiva), para asegurarte de que
nunca se encuentre ella en una posición en la que su vida, bienestar y honor
puedan ser fácilmente arrebatados.
La policía, las autoridades
municipales, los amigos y vecinos, y todo lo demás, pueden asistir y
complementar en ese deber, pero la responsabilidad principal recae sobre ti, el
pater (papá). Cuando la mayoría de los padres
comiencen a asumir este papel, honesta y verdaderamente, el resto de la
sociedad poco a poco se arreglará. Pero nunca esperes que la sociedad mejore a
la inversa: siempre comienza en casa.
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