Susan Tassone, autora católica estadounidense de libros como “Jesús habla a Faustina y a ti” y “El Vía Crucis para las almas del Purgatorio”, escribió en el National Catholic Register un artículo en el que explica 5 formas de ayudar a las almas del Purgatorio a llegar al Cielo en Cuaresma.
1.- CON MISAS
“¿A quién extrañas más? ¿Por quién te gustaría
haber podido hacer más? ¿Quién te ofendió? ¿Quiénes son tus enemigos? ¿Quién
necesita ser sanado en tu familia? ¡Ofrece una Misa por ellos!”, anima Tassone.
“La Misa sana a los vivos y a los muertos”, recuerda.
2.- “SÁBADOS DE TODAS
LAS ALMAS”
La autora explica que la Iglesia Católica de rito oriental no celebra la
fiesta de los Fieles Difuntos el 2 de noviembre, sino los “Sábados de todas las almas” en Cuaresma, tiempo
en el que reza por todos los fallecidos, cuyos nombres son colocados en la “lista de los difuntos”.
“Unámonos a los hermanos y hermanas bizantinos en
esta gran Cuaresma y recordemos a nuestros seres queridos en los ‘Sábados de
todas las almas’ para que ellas también puedan unirse a Jesús en la
resurrección”, alentó Tassone.
3.- REZA EL VÍA CRUCIS
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
La autora explica que la Virgen María también es la “madre amorosa de las almas del Purgatorio”,
porque el Calvario de su Hijo Jesús fue un “verdadero
purgatorio para ella”.
Tassone refiere que “una bella leyenda
cuenta que cuando Jesús sangraba a muerte en la Cruz, un ángel le preguntó a
quién debía llevar la última gota de sangre de su corazón y Él respondió: ‘A mi
querida Madre, para que pueda soportar su dolor’. A eso María habría
respondido: ‘No hijo mío, dásela a las almas del Purgatorio, para que no tengan
dolor al menos un día al año’”.
4.- SÁBADOS DE REPARACIÓN
La autora también propone la práctica de los cinco primeros sábados
durante la Cuaresma en reparación por su Inmaculado Corazón, como lo pidió en
sus apariciones en Fátima (Portugal), en 1917.
5.- RECURRIR A SAN JOSÉ
Tassone propone unirse a la Unión Pía de San José, “dedicada a los que sufren y a los moribundos”.
En todo caso, recuerda, siempre se puede recurrir al Santo Custodio para
“pedir la conversión de la familia, para acercar a
los hijos a la Iglesia, para tener paz mental, para pedir trabajo o para vender
la casa”.
La autora recuerda que el venerable Arzobispo estadounidense Fulton
Sheen dijo que “cuando lleguemos al Cielo los
veremos, a tantos llegando y agradeciéndonos. Les preguntaremos y nos dirán que
eran las pobres almas del Purgatorio por las que rezamos”.
Redacción ACI Prensa
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