¿Te han dicho que si Latinoamérica es pobre es por culpa del Catolicismo? ¿Te han querido vender la idea de que el protestantismo hace ricas a las naciones y el Catolicismo las hace pobres? ¿No has sabido qué responder ante tales afirmaciones o te las has creído incluso? Pues bien, en esta conferencia refuto con detalle y documentación académica el mito de que el Catolicismo hace pobres a los países.
https://www.youtube.com/watch?v=2v8ThnFNCKU
A continuación, las
citas utilizadas (más algunas ideas de referencia):
1. NO TODO ES ECONOMÍA…
Juzgar religión en función de
crecimiento económico es una idolatría al crecimiento
“¿De qué le vale al
hombre ganar el mundo, si pierde su alma?”. (Marcos 8:36)
Ideología de
género ha afectado
más a países protestantes (Suiza y Alemania) y menos a los católicos (Polonia y
Croacia)
“Basado en el
rápido crecimiento de Singapur luego de la Segunda Guerra Mundial, Lee (Kuan
Yew) frecuentemente alabó los ‘valores confucianos’ como el ingrediente clave
en la rápida modernización capitalista de su país, sugiriendo que los
singapurenses no estarían donde están si no fuera por estos valores. (…) Luego
del liderazgo de Lee, numerosos académicos prominentes de los Estados Unidos
tales como Tu Weiming (1994, 1996, 2000) y Daniel A. Bell (2007, 2009, 2010,
2014), así como varios académicos chinos tales como Tang Yijie y Yan Xin
(2008), Jiang Qing et al. (2012) y Fei Xiaotong (2002), han resaltado
crecientemente el confucianismo y su importancia en el desarrollo
socioeconómico”. (Sophie Pezzutto, “Confucianism and capitalist
development: From Max Weber and orientalism to Lee Kuan Yew and New
Confucianism”, Asian Studies Review, vol. 43, n° 2, 2019, pp. 224-225)
“Desde su
apertura al capitalismo hace más de tres décadas, China ha vivido la mayor
transformación de su historia al crecer a un ritmo del 10% y sacar a 500
millones de personas de la pobreza”. (Pablo Díez, “El ‘milagro económico’ chino”, ABC, 27 de diciembre
de 2014)
“Ya es oficial:
China ha adelantado a Estados Unidos y se convierte en 2014 en la primera
potencia económica del mundo según los últimos datos publicados por el FMI. (…)
El PIB a paridad de poder adquisitivo de China ha alcanzado los 17,632 billones
de dólares, mientras que el de Estados Unidos se ha quedado en 17,416 billones
de dólares”. (“China supera a EE.UU. y ya es primera economía mundial; España
se desinfla”, 8 de octubre
de 2014)
2. CUESTIÓN DE
PERSPECTIVA HISTÓRICA
Siglo XVI:
España (católica)
Siglo XIX:
Inglaterra (protestante)
Siglo XX:
Estados Unidos (protestante, pero con importante presencia de católicos)
Siglo XXI: China
(atea)
“Las
estadísticas de PIB per cápita del 1500 al 2000, compiladas por el finado
economista británico Angus Maddisons, muestran un patrón de crecimiento mucho
más complejo en los países católicos y protestantes que lo que previamente se
creía. Por ejemplo, desde los 1500 a fines del 1600 (…) el PIB per cápita en
los principales países católicos (Francia, Bélgica, España, Italia, Austria,
Irlanda y Portugal) fue persistentemente mayor que en las principales naciones
protestantes (Suiza, Noruega, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Finlandia, Gran
Bretaña y Alemania). (…) Los países protestantes solo se movieron ligeramente a
la cabeza a inicios del siglo XVIII, incluso a pesar de que Alemania y Suiza
quedaban bien por detrás del país católico promedio hasta la década de 1820.
Los dos grupos solo comenzaron a divergir realmente de modo significativo entre
1870 a 1900. (…) No obstante, desde 1940 en adelante la brecha se acortó. Entre
1960 y 1980 el PIB per cápita en las naciones protestantes fue solo 10% más
grande y para el 2000 la diferencia fue solo del 6%”. (Luis Francisco Martínez, “Religion and economic success in Europe”, The Globalist,
June 2, 2012)
“España se
caracteriza por su Catolicismo. Estoy de acuerdo. Aquí encontramos, sin
embargo, la primera simplificación (…): tomar el Catolicismo de España como una
constante, cuando es una variable. Un ejemplo: todos estaríamos de acuerdo en
que España era más católica en tiempos de Felipe II que ahora. Pues bien, si
España ‘en estos momentos no vive sus mejores momentos’ y teniendo en cuenta
que hemos tenido el Presidente más anticatólico desde la Segunda República, no
parece que podamos echarle la culpa al Catolicismo de los males de España en
general”. (Bruno
Moreno, “César Vidal y el prejuicio anticatólico
(I)”, InfoCatólica, 1 de noviembre de 2011)
3. PAÍSES CATÓLICOS
ECONÓMICAMENTE EXITOSOS
“¿Por qué no habla, por
ejemplo, de Baviera y la Alemania católica, de Austria, de la mitad católica de
Holanda, de Bélgica, de Francia, etc.? Porque desmienten su tesis. Toma sólo el
ejemplo de países católicos más pobres o que, actualmente, están en mala
situación económica para que parezca que el Catolicismo equivale a pereza y
desidia. Una vergüenza de argumentación”. (Bruno Moreno, “César Vidal y el
prejuicio anticatólico (I)”, InfoCatólica, 1 de noviembre de 2011)
“Su PBI per cápita totaliza
los US$ 168.146,02, posicionándose en el primer puesto del ranking global de
PBI per cápita de un total de 196 países. Además, no tiene desempleo, ni
inflación”. (Natalia Motyl, “Liechtenstein, el país más rico del mundo, donde
los ciudadanos tiene más poder que los políticos”, www.libertadyprogreso.org, 2
de julio de 2019)
“A Polonia, los economistas
llevan años calificándola de ‘milagro’ económico. Al contrario de otros casos
rumbosos, el país más grande del Este no ha tenido el menor tropiezo durante
largo recorrido. Lleva 23 años creciendo y no muestra síntomas de agotamiento.
Ni la crisis parece haberle hecho mella. Mientras la UE veía cómo su PIB se
reducía en 2009 y en 2012, el de Polonia apenas ha registrado una cierta
desaceleración. (…) Su paseo triunfal desde 1990, y sobre todo tras el ingreso en
la UE, en 2004, ha ido ganando en firmeza. El producto interior bruto (PIB)
creció más del 40% entre el 2003 y 2014 mientras el de la UE no subió más del
12%. En el mismo periodo, su renta per cápita ha pasado de 5.400 a 11.000 euros
en términos nominales y está en los 24.000 dólares en poder de compra”. (Fernando
Barciela, “Polonia, fortaleza económica del Este”, El País, 1 de marzo
de 2015)
4. ¿PROTESTANTISMO
LABORIOSO Y CATOLICISMO OCIOSO?
Max Weber, La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo,
1905.
“Santo Tomás, el
gran Teólogo de la Iglesia Católica, en el siglo XIII, ya enseñaba que el
trabajo no era castigo por el pecado original, lo que era un castigo era que el
trabajo resultase pesado para el hombre en lugar de reconfortante. El trabajo,
sin esa pesadez, existía ya en el paraíso antes del pecado original (Ver ST I,
q.102). Otro ejemplo, uno de los grandes teólogos de la Iglesia Oriental, San
Juan Crisóstomo, dice exactamente lo mismo mil años antes de la Reforma
protestante (V. Homilía XXXVI sobre el Evangelio de San Juan). Pretender que la
bondad del trabajo fue un ‘descubrimiento’ de Lutero es tan absurdo que no
merece la más mínima atención”. (Bruno Moreno, “César Vidal y el prejuicio
anticatólico (I)”, InfoCatólica, 1 de noviembre de 2011)
“Hipotetizamos
que la valoración cultural del trabajo duro y el ahorro, la ética protestante
según Max Weber, tuvo un origen previo a la reforma: la orden católica de los
cistercienses. Como apoyo, documentamos un impacto de la orden sobre el
crecimiento dentro del epicentro de la Revolución Industrial: los condados
ingleses que estuvieron más expuestos a los monasterios cistercienses
experimentaron un crecimiento más rápido de la productividad desde el siglo
XIII en adelante”. (Thomas
Barnebeck Andersen, Jeanet Bentzen, Carl-Johan Dalgaard and Paul Sharp, “Pre‐reformation
roots of the protestant ethic”, The Economic Journal, vol. 127, n° 604, 2017, p.
1756)
“De forma
consistente con el mecanismo cultural, usando datos del European Values Survey
hallamos que las regiones católicas de Europa, que históricamente fueron
influenciadas relativamente más por los cistercienses, tendieron a tener
poblaciones con mayor gusto por el trabajo duro. (…) Estos resultados se
extienden a Inglaterra así como a Europa más ampliamente”. (Thomas Barnebeck Andersen,
Jeanet Bentzen, Carl-Johan Dalgaard and Paul Sharp, “Pre‐reformation roots of the protestant ethic”, The
Economic Journal, vol. 127, n° 604, 2017, p. 1791)
5. ¿PROTESTANTISMO
ECONÓMICAMENTE RESPONSABLE Y CATOLICISMO ECONÓMICAMENTE IRRESPONSABLE?
“Cuando se trata
del origen de las mayores crisis financieras en la historia del capitalismo, ¿a
dónde deberíamos mirar para encontrar al culpable? La respuesta puede hallarse
en el clásico trabajo de Charles Kindleberger sobre manías, pánicos y crashes.
Se encuentra que de las diez crisis financieras que han ocurrido en los últimos
300 años (once si incluimos la actual recesión), siete se originaron en países
protestantes. Cada una de ellas tuvo como causa lo que hoy llamamos exuberancia
irracional -desde la burbuja de los tulipanes holandeses en los 1600 a la
burbuja del mar del Sur y la burbuja de Mississippi en los 1700, a la burbuja
tecnológica de finales de los 1900 en los Estados Unidos hasta la burbuja
causada por la laxa política monetaria estadounidense y la creación y
diseminación de productos financieros tóxicos en la City de Londres y Wall
Street. ¿Son, entonces, los protestantes realmente más responsables
financieramente que los católicos?”. (Luis Francisco Martínez, “Religion and
economic success in Europe”, The Globalist, June 2, 2012)
6. ¿EL CATOLICISMO
TRAE CORRUPCIÓN?
Corrupción está
ampliamente extendida en Latinoamérica
Pero la región con más
corrupción del mundo es África (véase mapa del Índice de Percepción de
Corrupción), que fue en gran parte colonia de la Inglaterra protestante e
históricamente ha tenido al Islam como religión dominante
Bajo la Hispanidad
hubo un fuerte combate a la corrupción
“La
administración de los reinos de ultramar estuvo sometida desde el principio a
sistemas cruzados de control y a contrapesos de poder que dificultaban la
corrupción y la ineficacia. Uno de estos procedimientos era el juicio de
residencia, un proceso judicial característico del derecho castellano e
indiano. Cuando un funcionario público de cualquier categoría, desde virrey a
alguacil, terminaba su tiempo de servicio era automáticamente sometido a un
juicio durante el cual se escuchaban todas las acusaciones que cualquiera
pudiera presentar contra él por haber desempeñado de manera deshonesta o
ineficaz su cometido. Se analizaban tanto la honradez en el trabajo como la
consecución de objetivos, esto es, que el representante de la Administración
había hecho aquello para lo que se le nombró. El juicio de residencia podía
durar varios meses y el responsable público no podía abandonar la ciudad en que
había estado ejerciendo sus funciones hasta haber sido absuelto. De ahí el nombre,
juicio de residencia. Una parte de su salario se le retenía para garantizar que
pagaría la multa en caso de condena. El juicio era sumario y público, aunque
una parte de la instrucción era secreta al objeto de proteger a los testigos o
acusadores de hombres que tenían mucho poder. No se olvide que virreyes,
oidores, corregidores, alcaldes y jueces debían pasar estos juicios. Una vez
absuelto, el funcionario o cargo podía seguir progresando en el cursus honorum
de la Administración imperial, pero si era condenado por errores o ilegalidades
se le sancionaba con una multa, un destino inferior, e incluso cárcel o la
prohibición de tener un cargo público de por vida. El juicio de residencia era
un acontecimiento público que se pregonaba a los cuatro vientos por los
alguaciles para que toda la comunidad participase”. (María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y Leyenda Negra, Ed. Siruela,
Madrid, 2016, Part. II, cap. 7)
“Cuenta
Solórzano Pereira (1575-1655) en su De Indiarum Iure que un oidor del Perú que
abandonó su puesto un día antes de que se cumpliera la residencia, por no
perder el barco, y a pesar de que había sido declarado inocente, fue obligado
por el Consejo de Indias a regresar a Lima, pagando el viaje a sus expensas,
para rendir el día de servicio que le faltaba”. (María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y
Leyenda Negra, Ed. Siruela, Madrid, 2016, Part. II, cap. 7)
“Los juicios de
residencia existieron hasta que fueron derogados por las Cortes de Cádiz en
1812, y es muy significativo que fueran los liberales los que promovieran la
eliminación de la que había sido herramienta poderosa y eficaz contra la
corrupción y los abusos durante siglos”. (María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y
Leyenda Negra, Ed. Siruela, Madrid, 2016, Part. II, cap. 7)
“CRIOLLADA”
7. “¿CUÁNDO SE JODIÓ
EL PERÚ?”
“«¿Cuándo se
jodió el Perú?» Con esta expresión se alude a un asunto fundamental que surge en cuanto
se plantea la vida histórica de Hispanoamérica en cualquiera de sus aspectos: el fracaso económico de los países hispanos frente al
éxito espectacular del Norte”. (María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y Leyenda Negra, Ed. Siruela,
Madrid, 2016, Part. II, cap. 7)
Fuimos del Primer Mundo
durante el Virreinato y del Tercer Mundo desde la “Independencia”
“Las condiciones
laborales de los indios mineros de Nueva España en 1804 eran mejores que las de
un minero inglés de la misma época. No había ni mujeres ni niños en las minas
del Imperio español, pero sí en Inglaterra”. (María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y
Leyenda Negra, Ed. Siruela, Madrid, 2016, Part. II, cap. 7)
“El declive
económico del Sur se produjo después de la década de 1830, no antes. En el
momento de la independencia, América del Sur cuenta con las ciudades más
pobladas y con las mejores infraestructuras del continente. México tiene,
alrededor de 1800, unos 137.000 habitantes, y Lima, Bogotá y La Habana superan
los 100.000. En este momento Boston, que es una de las ciudades más pobladas
del Norte, cuenta solo con 34.000 habitantes”. (María Elvira Roca Barea, Imperiofobia y
Leyenda Negra, Ed. Siruela, Madrid, 2016, Part. II, cap. 7)
Naciones protestantes
(Inglaterra y Estados Unidos) son los que más han determinado el subdesarrollo
económico de América Latina
8. PATRONES
ANTICRISTIANOS DE “DESARROLLO” ECONÓMICO
COLONIALISMO DE INGLATERRA
“La hambruna de
Orissa de 1866: Hoy en día casi nadie está enterado de esta hambruna.
Escasamente se menciona, aún en los tomos más extensos de historia india. Habrá
pocas, tal vez ni una sola conmemoración solemne. Sin embargo, la hambruna de
Orissa mató a más de un millón de personas en el este de India. (…) Aunque la
hambruna no era un evento desconocido en el subcontinente asiático, sí aumentó
en frecuencia y mortalidad con la llegada del gobierno colonial británico. La
Compañía Británica de las Indias Orientales contribuyó a la destrucción de las
otrora robustas industrias textiles indias, forzando cada vez más gente hacia
la agricultura. Esto, a su vez, hizo que la economía de India fuera más
dependiente de los caprichos de los vientos monzones estacionales. (…) A
mediados del siglo 19, la creencia económica establecida era que la
intervención del gobierno en hambrunas era innecesaria y hasta dañina. Se
pensaba que el mercado restablecería el equilibrio necesario. Cualquier número
excesivo de muertes, de acuerdo a los principios económicos de Thomas Robert
Malthus, era la respuesta de la naturaleza a la sobrepoblación. (…) El regular
los precios disparados de los granos arriesgaría alterar las leyes naturales de
la economía. ‘Si intentáramos hacer esto’, dijo el gobernador, ‘me estaría
rebajando al nivel de un dacoit (un bandido birmano) o un ladrón’. Con
esas palabras, Beadon abandonó a sus demacrados súbditos en Orissa. (…) India
tenía suficientes suministros de comida para alimentar a los famélicos (…).
Mientras en Orissa morían en masa en 1866, (…) India había exportado unos 100
millones de kilos de arroz a Gran Bretaña”. (Dinyar Patel, “Cómo el gobierno colonial
británico dejó morir de hambre a un millón de indios”, BBC News,
12 de junio de 2016)
IMPERIALISMO DE ESTADOS UNIDOS
“George Kennan,
(…) dirigió el staff de planificación del Departamento de Estado hasta 1950.
(…) En un comunicado para los embajadores estadounidenses en países
latinoamericanos en 1950, Kennan observó que una cuestión central de la
política exterior estadounidense debe ser ‘la protección de nuestras materias
primeras’ [es decir, las de América Latina]. Por tanto, debía combatirse la
peligrosa herejía que, según reportaban los servicios de inteligencia de los
Estados Unidos, se estaba expandiendo por toda América Latina: ‘la idea de que
el gobierno tiene responsabilidad directa por el bienestar de su gente’. Los
planificadores estadounidenses llamaron a tal idea Comunismo, sean cuales
fueren las visiones políticas reales de las personas”. (Noam Chomsky, What Uncle Sam Really Wants, Odonian Press,
Boston, 1992, ch. 2)
No digo que esas sean las
únicas causas del crecimiento económico de esas naciones, pero es innegable que
fueron factores relevantes que influyeron en su “éxito”
“¿De qué le vale al
hombre ganar el mundo, si pierde su alma?”. (Marcos 8:36)
Dante Urbina
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