La misma vieja historia que se repite, año con año: tratar de resignarme y vivir este tiempo de cuaresma, con la "Ley del menor esfuerzo"
Por: Abraham Flores |
Cuarenta días, otra vez, me pregunto: ¿Qué haré este año? ¿Dejaré de fumar? ¿Dejaré de tomar
cerveza, o refrescos? ¿Dejaré de comer dulces, o golosinas? ¿Dejaré de ver la
televisión? pero... ¿Y las fiestas, aquella
boda o aquellos XV años que ya están programados? ¿No me conviene entonces?
¿Dejaré de...? No, no, nada de esto
es buena idea, definitivamente que no. Ya sé, tomaré el café sin azúcar, la
leche sin chocolate, no comeré tortillas de harina, no veré películas entre
semana.
¡Cuarenta días otra vez¡ y es que ésta es
verdaderamente la misma vieja historia que se repite, año con año, tratar de
resignarme y vivir este tiempo de cuaresma, con la "Ley del menor
esfuerzo", y como siempre, dará resultado por unos cuantos días. Y
es que estoy perdiendo de vista el objetivo. Pero yo mismo me río ¿Cuál objetivo?
¡Órale Señor!, ¿No te das cuenta de que estoy perdido? ¡Cuaresma!
¡Cuarenta días¡ Otra vez!
Oración, ayuno, penitencia, conversión, limosna, confesarse, comulgar, ser
mejor, cambiar, ¿ayudar a los demás? ¿Indulgencias? ¿de qué se trata
todo esto?
Jesús, realmente no entiendo, no creo ni lo acepto, ¿por
qué es tan dificil? ¿por qué batallo tanto?
Es Jesús mismo quien te responde:
-Yo soy el camino, la verdad y la vida. Todo
lo que pido de ti es que me sigas. Qué vengas conmigo adonde yo vaya en este
camino de la cruz.
Cuarenta días, Sí, otra vez. Porque te
necesito a ti. No necesito tus cigarros, ni tus bebidas, ni tus refrescos, ni
el azúcar, ni el café, ni el chocolate. Si claro todo esto te ayuda a vivir el
espíritu de sacrificio, pero lo que yo necesito eres "TU".
Necesito tus pies, necesito tus manos, necesito tus ojos, necesito tu
libertad, tu memoria, tu voluntad, necesito tu comprensión, necesito tu mente,
tu corazón y tu alma.
¡Cuarenta días... otra vez! Déjame sanarte
interiormente, déjame darte mi Amor, déjame mostrarte mi perdón y mi
misericordia. Esto es lo que te pido: Déjame entrar
a tu corazón; acércate a mí en el silencio de tu alma y en la quietud de tu conciencia,
ahí estoy yo, sediento de ti, esperándote con los brazos abiertos.
¡Cuarenta días... otra vez! Sé que no es
fácil, pero ciertamente es posible, el camino es largo y a ratos puede parecer
aburrido y sin sentido, te vas a cansar, muy pronto te vas a desanimar, puede
ser doloroso y difícil pero acuérdate que estoy contigo, siempre contigo. Para
convertir tu cansancio en ánimo, tu tristeza en alegría, tu pecado en gracia,
tú soledad en compañía.
No fue nada fácil para mi hacerlo hace ya dos mil años, estaba solo,
hambriento, cansado, tuve tentaciones pero tenía la seguridad de que mi Padre
no me abandonaría, escuché dentro de mi corazón: "Confía
en MI". No dejes que estos cuarenta días sean nada mas un cambio
cuaresmal,
"otra vez".
Arriésgate a caminar conmigo, se valiente y acepta el reto, haz de este camino
de la cruz algo muy especial..., un camino desde dentro del corazón.
TÚ y YO.
¡Cuarenta días... si, otra vez, pero distintos!
"Confía en Mi", Caminaremos
juntos, sufriremos juntos, moriremos juntos al pecado en la cruz, para
resucitar y VIVIR juntos mi GRACIA en la LUZ de
la PASCUA de este Año.
"TENGO HAMBRE Y SED DE TI"
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