¿Cómo es eso de que la oración, el ayuno y la penitencia pueden valer el doble en esta pandemia? Pues sí, es un tiempo difícil para todos, pero como buenos creyentes podemos «sacarle el jugo» a este tiempo especial.
Aunque no tengamos mucho ánimo
tratemos de ver las cosas con otros ojos. Pensando que de cada situación
que Dios nos permite vivir, puede salir algo bueno.
Hoy quiero motivarte a vivir
esta Cuaresma siendo consciente de que estando como estamos, tenemos motivos de
sobra para ofrecerle a Dios nuestro dolor, nuestra incomodidad o nuestros
miedos.
Veamos cómo la oración, el
ayuno y la penitencia pueden cargarse de mucho más significado durante esta
pandemia:
1. LA ORACIÓN
Les hago una pregunta: ¿Acaso esta pandemia no está siendo una experiencia de desierto? ¿Por qué lo digo? No solamente por lo difícil,
árida y casi sofocante. Sino por todas las privaciones que seguimos teniendo.
No tenemos cines y teatros, no
vamos a los estadios o gimnasios. Ya no podemos tener esas reuniones con los
amigos que tanto bien nos hacían. Frecuentar los centros comerciales o lugares
recreativos es difícil, o por lo menos, siguen teniendo muchas restricciones.
Efectivamente, todo ha
cambiado, no podemos armar planes con certeza, todo lo que era tan común hace
meses ahora está cargado de incertidumbre.
TIP DE CUARESMA:
Miremos, en este tiempo de
Cuaresma, todas esas restricciones, no como algo negativo, sino como un aliciente
para que podamos entrar más en nosotros mismos, en nuestros corazones, ahí
dónde nos encontramos de manera especial con Dios.
Esforcémonos para que estos 40
días que empiezan sean días especiales de oración. Conscientes de que también
nosotros estamos atravesando por un desierto.
Busquemos espacios a lo largo
del día, para desconectarnos un poco de Netflix, de las redes sociales, de las
series o películas. Y destinemos una hora o un momento especial del día para conectarnos en
la oración con Dios.
2. AYUNO Y PENITENCIA
Quiero proponerles algo
creativo. En vez de buscar medios diferentes o novedosos a lo que hacemos
normalmente en nuestra vida, por qué no miramos la pandemia en sí misma como la
oportunidad para vivir el ayuno y penitencia. ¿Cómo
así?
TIP DE CUARESMA:
Es evidente para todos, la
cantidad de situaciones que se nos exigen paciencia, sacrificio, renuncias y
muchas veces, bastante perdón y generosidad.
¿Para qué buscar
algo extra? Hagamos un compromiso de asumir esas situaciones caseras, del día a día,
con una actitud positiva, generosa y alegre.
¡Con una
sonrisa! Ayunemos de
esas caras largas, de las impaciencias y amarguras que podemos generar dentro
de nuestro propio hogar. Ayunemos de esas actitudes y hábitos que sabemos son
negativos, y muchas veces hieren a los que más queremos.
De las actitudes egoístas, en
las que esperamos que el otro nos sirva o haga las cosas a nuestro modo. Y que nuestra penitencia sea buscar servir mucho más, antes que ser
servidos.
Perdonar, antes que estar
reclamando el perdón. Hacer ese esfuerzo de amar, antes que estar reclamando el
derecho y deber de que se nos ame. ¿Difícil? ¡Sí!
pero no imposible si contamos con la ayuda de Dios.
UN ÚLTIMO EMPUJONCITO
Quizás te cuesta pensar cómo
puedes llevar a la práctica lo que te digo. Por eso te propongo algunos
ejemplos y te invito a completar la lista según tus necesidades y metas para
este tiempo.
— Ofrecerte a
lavar los platos
— Barrer y
limpiar más seguido
— Despertarte y
regalar una sonrisa, aunque no estés muy animado
— No gritar
— No apresurarte
a responder con enojo
Como puedes ver, estas son
obras muy concretas de caridad. Son acciones pequeñas que pueden tener un gran
impacto si decides hacerlas con amor. ¡Qué esta Cuaresma sea una
oportunidad hermosa para cargar la cruz con nuestro Señor!
Y que la oración, el ayuno y
la penitencia se conviertan en tres oportunidades magníficas de hacerte más
fuerte en el espíritu. Si quieres vivir este tiempo de una manera única, te
recomiendo descargar gratis
el ebook «40 días con Jesús».
¡Te va a encantar!
Escrito por Pablo Perazzo
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