El corazón alegre mejora la salud, espíritu abatido seca los huesos.
Por: María Teresa González Maciel | Fuente:
Catholic.net
“El
corazón alegre mejora la salud, espíritu abatido seca los huesos” Prov 17, 22
Todas las personas estamos llamados a vivir con
alegría, plenitud, gozo. Pero hay cosas que llevan al hombre a sentirse triste
momentáneamente, esto es natural y parte de la vida del hombre.
Cuando la tristeza que se
presenta es profunda, permanece todo el día y se prolonga en el tiempo,
haciendo sentir a la persona que se encuentra en un pozo profundo sin
salida aparente, ha llegado, con querer y sin querer, a un estado de
depresión.
Este momento, en muchas de las veces, va
acompañado de sentimientos de angustia, soledad, de poca valía y de
culpabilidad, desgano, agitación, fatiga, dificultad para concentrarse,
insomnio o sueño excesivo, pérdida o aumento de apetito, irritabilidad, llanto
frecuente, baja autoestima, desesperanza. Esta
es una enfermedad que de manera segura afecta los pensamientos, sentimientos,
conducta y salud física.
Cuando la depresión proviene de cambios químicos
cerebrales se le llama endógena. Por ejemplo cuando hay cambios en los
neurotransmisores, la serotonina provoca insomnio. Los cambios o la
baja en la noradrenalina, que es la que nos da energía, causan desgano,
cansancio, fatiga. Si
disminuye la dopamina, que es la que regula el dolor y produce placer, la persona
se hace más susceptible al dolor y las actividades normales ya no le ilusionan.
Esta depresión, sin duda, debe ser tratada con medicamentos.
La exógena tiene que ver con los eventos
externos en la vida de las personas como son: pérdidas de seres queridos,
reveses económicos, de trabajo, enfermedad, divorcios, violencia intrafamiliar,
traiciones, etc.
La depresión en el varón se
da más por pérdida de status o laboral. En la mujer por pérdidas emocionales.
CÓMO
SE SUPERA
Si es endógena la solución casi segura llega a
través de medicamentos y psicoterapia, la dosis y duración dependen del grado
de depresión. Tanto si es exógena o
endógena la persona con ayuda espiritual y de psicoterapia debe buscar resolver
los problemas de raíz. Quien se somete a este tratamiento tendrá en cuenta que
hay mucho trabajo personal.
TRABAJO
PERSONAL
La labor de quien se
encuentra en un estado de depresión es tener paciencia y acciones concretas
para lograr salir de esta situación. Los siguientes puntos que ayudan son:
-Tomar conciencia del
precio que se está pagando por permitir pensamientos negativos y cambiarlos por
positivos, para evitar que afecten su salud.
-Importante fortalecer la
autoestima, valorarse, hacer un recuento de las propias fortalezas, de
las cosas positivas que haces o has hecho.
-Atender las necesidades
personales tales como alimentación rica en vitamina B 12 y folato,
deportes, descanso, momentos de recreación.
-Evitar el consumo de
drogas y alcohol.
-Reconocer y expresar de
forma constructiva sus sentimientos, pensamientos y necesidades.
- Apoyo familiar y social.
-Poner límites para evitar
el abuso de los demás o de uno mismo.
-Cambiar lo que se pueda
cambiar de la situación y manejar en forma positiva lo imposible de cambiar.
-Recordar si es posible qué
evento desencadenó la depresión. Si se toma conciencia se puede re-significar
el evento, es decir verlo desde un enfoque positivo para salir de la depresión.
-Tener la convicción de que
con la ayuda necesaria, se puede manejar la propia depresión.
-La percepción de uno mismo
es de gran importancia para la salud emocional y física. Si es positiva habrá
más probabilidad de responder de forma adecuada y asertiva a situaciones
externas.
-Ver la depresión como una
oportunidad de crecer facilita la tarea.
-Centralizar o ubicar el
problema y no totalizarlo pensando que todo está mal, que la vida es un
desastre.
-Ver de lejos el problema,
para lograr ser objetivo en la observación de la realidad, enfatizar las cosas
positivas, lo que si se tiene.
-Evitar hacer recuento
permanente de la (s) experiencia (s) dolorosa (s) del pasado; traumas,
desilusiones, injusticias.
-Realizar acciones
concretas en el aquí y ahora realistas, alentadoras.
-No tomar las cosas a nivel
personal, pensando por ejemplo que esa persona quería hacerte daño.
-Agradecer las cosas
positivas de cada día, la salud, la vista, el amanecer, etc.
-Buscar motivaciones,
sentido de vida. Quien vive con fe y trasciende los hechos no puede sufrir
depresión de manera permanente.
-Aunque por el momento
sienta que no hay mejora, es necesario perseverar en el sentido contrario al
que se venía caminando.
-Es importante cambiar la
forma en que manejas el origen de la depresión, para prevenir que te lleven de
nuevo a la depresión.
Finalmente
recordar que si tenemos fe y creemos en Dios, si nos dejamos abrazar por su
amor estamos seguros.
“Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú estás
conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad”. Sal 23, 4
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