El Centro Católico Multimedial (CCM) señaló que la polémica por la hospitalización a causa del coronavirus COVID-19 del Arzobispo Emérito de México, Cardenal Norberto Rivera, abre un “debate poco explorado: la salud de los sacerdotes”.
En su más reciente editorial,
el CCM señaló que si bien el tema de la salud “no
es cosa exclusiva de este sector de la población” pues “gran parte de la población mexicana carece de la
protección de uno de sus derechos constitucionales, la salud integral”, la
pandemia “ha impactado de tal forma a muchos
sacerdotes”.
“No hay una estadística completa del número de
curas afectados por esta enfermedad ni cómo se han asumido las consecuencias en
cuanto la rehabilitación de quienes padecen las duras secuelas”, señaló.
“Los índices de mortandad dan un panorama de lo que
podría ser algo mayor. Apenas el 18 de enero, el Centro Católico Multimedial
dio cuenta de la última cifra de muertes por covid-19 en el clero mexicano:
Cinco obispos, 154 sacerdotes y religiosos, 9 diáconos y cinco religiosas han
fallecido desde el comienzo de la pandemia enlutando a más del 60 por ciento de
las arquidiócesis y diócesis del país”, añadió.
En medio de la pandemia, a través de múltiples informes, el CCM ha
informado de los casos de muertes entre el clero y el episcopado a causa
del COVID-19. Sus documentos han sido tomados como referencia por la
Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Tras la hospitalización del Cardenal Rivera a causa del coronavirus
COVID-19, el P. Hugo Valdemar, quien fuera su vocero durante 15 años, denunció
que el Purpurado había sido abandonado “tanto en lo espiritual como
en lo material” por su sucesor y
actual Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes.
Luego de que la Arquidiócesis de México indicara que el Cardenal Rivera
ingresó a un hospital privado por voluntad propia, el P. Valdemar dijo que si
el Arzobispo Emérito de México tomó esa decisión “fue
por la gravedad en la que se encontraba y confiando en la vigencia de un seguro
médico que desde el mes de agosto, ahora nos venimos a enterar, estaba vencido,
pero que nunca le comunicaron de su caducidad”.
El Centro Católico Multimedial indicó en su editorial que “los miembros de la iglesia han sido
vulnerables sobre todo por vivir un ministerio de cara a la gente y cercano a
miles quienes requieren de la salud del espíritu”.
“Frente a esta situación las diócesis y
arquidiócesis tienen que poner atención para saber cómo están protegiendo y
valorando la salud de sus sacerdotes”, añadió.
El CCM subrayó que “la actualidad exige una
revisión completa de la estructura para cubrir las necesidades de salud de un
clero que, en una importante proporción, pasa los 60 años en promedio”.
“Aunque las diócesis tengan esa capacidad de
autonomía para organizarse internamente, la pandemia abre otras perspectivas
que deben aportar rasgos operacionales distintos para fortalecer la efectiva
mutualidad de previsión solidaria a nivel nacional”.
Para el Centro Católico Multimedial, “el
caso del arzobispo emérito Rivera Carrera es paradigmático por poner este
planteamiento en debate”.
“Cada obispo debe hacer este análisis profundo
y honesto de la realidad propia, de sus condiciones de riqueza o de pobreza, de la salud de todos sus integrantes y ministros,
incluidas las mujeres en la vida consagrada de quienes aún no hay datos
certeros de cómo ha impactado esta pandemia, de lo que realmente vive sin
pretender ocultar la realidad porque este momento de nuestra historia eclesial
afecta de manera contundente a todos sus miembros y dejará una cicatriz que se
notará por muchos años”, finalizó.
Redacción ACI Prensa
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