Durante la Audiencia General de este miércoles, el
Papa Francisco advirtió nuevamente sobre el peligro de secundar las
insinuaciones del diablo, ya que consentir las tentaciones causan un mal pago.
“No se olviden de esto. El tentador es un mal
pagador, paga mal”, advirtió el Pontífice durante su
catequesis en italiano dedicada a la oración “de
los justos” y al reflexionar en el episodio de la Biblia que relata la
historia de dos hermanos: Caín y Abel.
Tras comentar algunos detalles de este episodio localizado en capítulo 4
del libro del Génesis, el Santo Padre explicó que Caín tenía envidia de su
hermano Abel. “El gusano de la envidia, aún siendo
él el primogénito, ve a Abel como un rival, uno que socava su primacía. El mal
aparece en su corazón y Caín no consigue dominarlo”.
En esta línea, el Papa Francisco advirtió que el mal “comienza a entrar en el corazón” y puso como
ejemplo, ciertos “pensamientos” que
consisten “siempre en mirar mal al otro, con
sospecha”. “Incluso con el pensamiento, éste es un malo, que me hará el mal. Y
esto va entrando en el corazón ¿no? Y así, la historia de la primera fraternidad
concluye en un homicidio”, añadió.
“Pienso hoy en la fraternidad humana, guerra por
todos lados”, señaló el Papa quien alertó también sobre el peligro de la venganza: “‘Lo has hecho, la pagarás’. Pero esto no lo dice el
juez, lo digo yo. Y yo me hago juez de la situación”, afirmó el Santo
Padre.
Luego, el Pontífice se refirió a los frescos del diluvio universal
-relatados en el Génesis en los capítulos del 6 al 7- y en el de la torre de
Babel -descritos en el mismo libro en el capítulo 11-. Los cuales, ambos, dijo
Francisco “revelan que es necesario un nuevo
inicio, como el de una nueva creación, que tendrá su cumplimiento en
Jesucristo”.
Además, el Santo Padre destacó que en estas primeras páginas de la
Biblia están escritas también otras historias, entre ellas, una menos
llamativa, mucho más humilde y devota, que representa el rescate de la
esperanza”, por lo que destacó la
importancia de la oración, de transmitir la oración también a los niños
pequeños.
— EWTN Vaticano
(@EWTNVaticano) May 27, 2020
En este sentido, el Papa Francisco hizo una vez más un llamado a la
misericordia y a la mansedumbre diciendo que “a
pesar de que casi todos se comportan en manera feroz, haciendo del odio y de la
conquista el gran motor de la historia humana, existen personas capaces de orar
a Dios con sinceridad, capaces de escribir en modo diferente el destino del
hombre”.
“Los orantes de las primeras páginas de la Bíblica
son hombres operadores de paz: de hecho, la oración, cuando es auténtica, libera de
los instintos de violencia y es una mirada dirigida a Dios, para que
Él vuelva Él a cuidar el corazón del hombre”, exclamó.
Por ello, el Papa concluyó que “la oración
es poderosa porque atrae el poder de Dios, y el poder de Dios siempre da vida,
siempre, es el Dios de la vida, hace renacer”.
POR MERCEDES DE LA
TORRE | ACI Prensa
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