jueves, 28 de mayo de 2020

BURKE ADVIERTE DEL PELIGRO DE PERDER EL SENTIDO DE LO SAGRADO DURANTE LA PANDEMIA


Especialmente entre los fieles poco catequizados
El Cardenal Raymond Burke ha advertido que las irregularidades en la celebración de los sacramentos durante el confinamiento por la pandemia, que además se están repitiendo al reabrirse los templos, pueden provocar que los fieles pierdan el sentido de lo sagrado.
(LSN) «Lo sagrado es Cristo mismo en medio de nosotros actuando para santificarnos», dijo el cardenal en una entrevista concedida a Thomas McKenna de Catholic Action for Faith and Family.
A través de los sacramentos, Cristo actúa «para perdonar nuestros pecados, para fortalecernos con el don de su Cuerpo y Sangre en la Sagrada Eucaristía, para fortalecernos en enfermedades graves», señaló Burke.
«Pero tenemos que entender que es Cristo quien actúa. No es algo que hayamos inventado. O sea, no podemos manipular lo sagrado para adaptarlo a nuestras circunstancias»
Un ejemplo es la Misa de primera comunión «virtual» organizada por un párroco en Irlanda, que «dio las Sagradas Hostias a sus padres por adelantado» para que se las llevaran a casa y se las dieran a su hijo mientras veían la misa en vivo. «Esto está muy mal. Estos niños pierden todo el sentido del hecho de que la Sagrada Comunión viene del sacrificio en el que participan, unidos a Cristo», dijo el cardenal
Otro ejemplo es el de los sacerdotes en Italia que deben «dar la Santa Comunión con guantes de plástico y con mascarilla»
El cardenal también se refirió a la propuesta de los obispos italianos de que los sacerdotes pudieran dejar las Hostias consagradas en bolsas de plástico para que los católicos las recogieran, una práctica que La Nuova Bussola Quotidiana informó en mayo que ya había sido adoptada en algunas partes de Alemania.
«No podemos poner la Sagrada Comunión, la Hostia Sagrada, en una bolsa de plástico, o una caja que la gente se la lleve a casa con ella.. Estas son distorsiones del signo sacramental. Y simplemente no pueden ser permitidas», aseguró el purpurado.
Burke también criticó la propuesta de corta duración de un obispo estadounidense para que las enfermeras administraran el aceite para la unción de los enfermos a los pacientes con coronavirus, y así evitar  que los sacerdotes se expusieran a la enfermedad.
La Iglesia siempre ha entendido que sólo un sacerdote puede administrar la extrema unción «porque es Cristo quien viene al enfermo, y ora sobre él, y ungir al enfermo puede darle fuerza en su enfermedad», explicó el cardenal
«Rezamos siempre por la curación física, pero rezamos al mismo tiempo por esa fuerza espiritual para abrazar cualquier enfermedad que la persona tenga y unirla al sufrimiento de Cristo. Y sugerir que esto podría ser hecho por una persona que no sea un sacerdote es una pérdida manifiesta de la fe en el sacramento mismo», advirtió.
Burke dijo que teme que la cancelación de las misas públicas haya causado una erosión de la creencia de los católicos en la centralidad de la Eucaristía y de su obligación de asistir a misa el domingo.
Aseguró haberse enterado de que «incluso gente buena ha dicho que en cierto modo preferían participar en la Misa en casa, en la comodidad de su hogar, con la televisión. Pero esto no es participar en la Santa Misa. Es una cosa santa ver la misa y estar maravillado por ella, pero no es participación. Cristo no está presente en la pantalla de televisión. Y no está en tu casa por ese medio».
Por último aseguró que los católicos que saben lo que es la Misa volverán «a cumplir de todo corazón la obligación dominical de asistir a la Santa Misa. Pero para aquellos que no estén tan catequizados, me temo mucho que la manera fácil en que las iglesias fueron cerradas, y por la que los obispos dijeron que dispensaron a la gente de la obligación de la misa dominical por un largo período de tiempo, podría dar a la gente la impresión de que la misa dominical es sólo una práctica más en la iglesia, que el obispo puede dispensar».

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