La Comisión Directiva de la Asociación Médicos por
la Vida Internacional expresó su preocupación por la firma de 59 países
de una declaración conjunta para la promoción del aborto en medio de la
pandemia del coronavirus y pidió a los países centrarse en mejorar el acceso a
servicios básicos para las madres, a fin de realmente evitar la mortalidad
materna.
La declaración conjunta para la “protección
de la salud y los derechos sexuales y reproductivos” (eufemismo que
encubre la anticoncepción y el aborto) y la promoción de “la sensibilidad de género” se firmó el 6 de mayo
como respuesta a la pandemia de coronavirus.
“A medida que nuestra cadena de suministro nacional
e internacional se ve afectada por esta pandemia, nos comprometemos a
proporcionar a todas las mujeres y niñas en edad reproductiva productos de
salud reproductiva. Y pedimos a los gobiernos de todo el mundo que garanticen
el acceso total y sin trabas a todos los servicios de salud sexual y
reproductiva para todas las mujeres y niñas”, dice la
declaración que puede encontrarse en varios sitios web gubernamentales como el
del Ministerio de
Asuntos Exteriores de Francia,
su homólogo en Canadá, el Global Affairs
Canada, entre otros.
Entre los países latinoamericanos que aparecen como firmantes del
documento se encuentran Argentina, Bolivia, Costa
Rica, Ecuador, México, Uruguay y Perú.
Por medio de un comunicado, la Asociación de Médicos por la Vida indicó
que la sociedad debe conocer que este documento busca, bajo “bajo los eufemismos ‘derecho reproductivo’ y ‘salud
reproductiva’”, garantizar la práctica del aborto inducido.
“El cuidado de la salud nunca puede implicar el
asesinato deliberado de ningún ser humano en ninguna de las etapas de su ciclo
vital”, resaltó.
La asociación aseguró que el verdadero llamado debe centrarse en el
cuidado tanto de la madre como del niño por nacer, que ya desde el vientre es
un paciente que tiene “los mismos derechos de
recibir cuidados médicos como cualquier otro”.
Además, indicó que el término “aborto
inseguro” es redundante, pues, “todo tipo de
aborto inducido es inseguro, ya que atenta contra la fisiología de la
gestación”, al implicar efectos perjudiciales a la salud física y
psicológica de la madre.
Es “una práctica antiética que evade los
amplios avances de la medicina obstétrica y fetal, para promover la muerte del
paciente intrauterino como si fuese un derecho humano”, agregó.
Asimismo, resaltó que la única forma de combatir la mortalidad materna y
respetar los derechos humanos, es “la
universalización de los cuidados de la madre, el niño y en general, de la
familia gestante”.
La asociación pidió a los gobiernos que se garantice el acceso a los
servicios básicos para las gestantes, como el agua potable, los servicios de
emergencia obstétrica y la atención calificada del parto.
Médicos por la Vida resaltó que varios de los países que firmaron la
declaración conjunta tienen un déficit en estos servicios, que de ser mejorados
tendrían un “impacto en la disminución de la
morbimortalidad materna”, que está demostrado.
Finalmente, pidió a los gobiernos que se priorice las consultas
prenatales, “para la detección y atención oportunas
de las patologías y condiciones socioeconómicas adversas”, para evitar
la mortalidad materna durante la pandemia.
“Esperamos que éstas prerrogativas, consejos
médicos y solicitudes sean atendidas con prioridad en sus agendas de salud para
el bien común de todos los ciudadanos”, concluyó.
Redacción ACI Prensa
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