Un día como hoy, hace 47 años, se produjo el
fallo Roe vs. Wade que legalizó el aborto en todo Estados Unidos. Esta
ley ha permitido desde entonces el exterminio legal de más de 60 millones de
bebés en el vientre materno.
La Corte Suprema de Estados Unidos decidió
legalizar el aborto luego de que a comienzos de 1970, Norma McCorvey alegara
que había sido violada por una pandilla y resultó embarazada.
Las abogadas Sarah Weddington y Linda Coffee, recién graduadas de la
Facultad de Leyes de la Universidad de Texas, convencieron a Norma de que
debería abortar en lugar de dar a su bebé en adopción.
Mientras el caso era visto en los tribunales, la bebé nació y fue dada
en adopción. Nunca fue abortada.
En 1987, McCorvey admitió que había mentido y que no había sido violada
por unos pandilleros. El padre de su bebé era una persona a la que ella conocía
y quería.
Hace más de veinte años, Norma se convirtió al catolicismo y dedicó su
vida a promover la defensa de los no nacidos, hasta que falleció el 18 de
febrero de 2017.
Todos los años la Iglesia en Estados Unidos promueve una gran iniciativa
nacional en la que participan personas sin distinción de afinidad religiosa o
política, con la que se busca revertir el fallo de 1973 para acabar con el
drama del aborto en el país.
Para ello proponen una serie de actividades, como el rezo de una novena
en sufragio de los bebés que han muerto por esta práctica y por los que están
en peligro de ser asesinados en el vientre materno.
Este año la gran Marcha por la Vida se realizará el viernes 24 de enero
en Washington D.C.
Para el año pasado asistió el vicepresidente de Estados Unidos, Mike
Pence, quien presentó un mensaje grabado del presidente Donald Trump, en el que
recordó la importancia de la dignidad humana y la defensa del derecho a la vida
de las personas
Acompañado de su esposa Karen, Pence dijo a los asistentes que “estamos aquí porque defendemos la vida. Nos reunimos
aquí porque defendemos la compasión. Nos reunimos aquí porque creemos, como lo
hicieron nuestros fundadores, que todos nosotros nacidos o no nacidos hemos
recibido de nuestro Creador algunos derechos inalienables como el derecho a la
vida”.
Señaló que el fallo de Roe vs Wade “le dio
la espalda a ese derecho”, pero también generó “un
movimiento nacido del amor y la compasión, animado por la fe y la verdad, un
movimiento que ha ido ganando corazones y mentes cada día”.
En ese sentido, agradeció y alabó el trabajo de los centros de ayuda a
embarazadas, las familias que adoptan y “a los
valientes hombres y mujeres que ofrecen su labor en el servicio público”.
Redacción ACI Prensa/EWTN Noticias
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