“Porque nada imposible hay para Dios” Lucas 1:37.
La
sorpresa de la joven María era muy grande, no solo por la aparición de un
ángel cerca de ella, sino por la naturaleza del mensaje que ese ángel le traía.
Ella sería el canal a través del cual nacería un niño y su nombre sería
Jesús. Su asombro fue roto por las palabras centelleantes del ángel que
le decía: Porque nada imposible hay para Dios.
Hoy,
necesito dejar que las mismas palabras centelleantes alumbren en mi alma,
porque los mensajes que recibo no soy muy alentadores y creo que es
necesario reflexionar hoy, que Dios no ha cambiado y todavía no hay nada
imposible para Dios.
Mi
vida religiosa cada día debe ser una prueba de que Dios trabaja sobre
imposibilidades. Mi vida religiosa debe ser a cada momento una
demostración de las posibilidades de Dios operando en medio de una serie de
imposibilidades que demuestran así el poder y la maravilla de Dios. El
Dios que adoramos es el único Dios y no hay otro, él es el poderoso y a él
debemos conocer y entender.
Hoy es
la oportunidad que tengo de conocerlo más, entenderlo más y adorarlo
más. Hoy no es el día para conocer un poquito de Dios, hoy es la
gran oportunidad que tengo de conocer la plenitud del Dios omnipotente quien
mora en mí y quién a prometido estar
conmigo todos los días hasta el fin del mundo.
Cada
día las imposibilidades me amenazan porque en este mundo se exalta con
frecuencia las imposibilidades. Esas imposibilidades que son exaltadas
son el terreno fértil donde puedo ver germinar las posibilidades de Dios en
toda su magnitud y su fuerza, no para vanagloria del hombre sino para la
exaltación de Dios en toda su majestad y grandeza. Hoy tengo la
oportunidad de acercarme a Dios y permitir que su poder y su gloria operen con
fuerza.
Señor, Gracias por
ser el único y poderoso Señor. Gracias por darme la oportunidad de ser tu
hijo y como hijo contemplar la belleza de tu gracia y de tu poder. Cuando
llegué a tus pies por primera vez, jamás imaginé la forma como vería tu poder
en acción frente a las imposibilidades de la vida y ahora, veo tu gloria y tu
fuerza en los cielos, en la tierra pero también en mi vida. Hoy
nuevamente quiero reflexionar que para ti no hay nada imposible. Ante tu
gloria las sombras de lo imposible se desvanecen y se deshacen. Amén.
Dr. Serafìn Contreras Galeano.
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