En la medianoche del
pasado viernes 1 de marzo, el Brujo Mayor de Catemaco
(estado de Veracruz, México), Enrique Martén Bardón, inició la celebración
de una misa negra en honor de Luzbel (en la fotografía superior).
Lo cuenta Raymundo León en el Diario de Xalapa.
Contrariamente a
lo que se piensa, dijo en la presentación, “Luzbel es un ser bello y en días como hoy se le debe rendir tributo y
recordar que en todo momento está entre los seres humanos”.
CON SACRIFICIO ANIMAL INCLUIDO
En el escenario en donde se
realizó la misa negra había una estrella de cinco puntas en
el centro rodeada de decenas de velas. Ahí mismo, siete jóvenes
bailaron diversas danzas en honor al Ángel Caído y el ambiente se tornó pesado por el intenso
olor a incienso.
Mientras esto ocurría, el
Brujo Mayor contemplaba a un lado de un enorme círculo la escena y una leve
sonrisa se dibujaba en su rostro al tiempo que acariciaba una serpiente. En el
clímax de la misa, el Brujo Mayor, acompañado de varios brujos más, sacrificó a un chivo negro, representación en la Tierra de Luzbel,
ante los atónitos espectadores.
El sacrificio se realizó sobre
uno de los brujos participantes en la misa negra. Fueron minutos de angustia
porque el animal chillaba por su vida. Posteriormente, la sangre del chivo fue repartida entre quienes quisieron beberla, también la
cabeza del chivo circuló entre los presentes “para tocar su sangre y
recibir los favores solicitados”.
Para este momento del ritual, el ambiente era sumamente denso. Para
finalizar la misa negra, el Brujo Mayor agradeció la presencia de los
asistentes recordándoles que Luzbel debe ser adorado no
solamente en este día sino todo el año. “Queremos que vengan todas las veces que lo
deseen para que honren y quieran
al Señor de la Tierra”, aseveró.
OTRO RITUAL EN CATEMACO
No es el único rito ocultista
celebrado en esta localidad mexicana. Según leemos en Noreste, en una información firmada por
Antonio Alatriste, entre danzas, música, velas, incienso y cantos se llevaron a
cabo en las primeras horas del 1 de marzo, los rituales de la misa blanca y negra, donde el contraste entre
una y otra es marcada por el sacrificio de un macho cabrío.
En el malecón costero del
municipio de Catemaco, los brujos blancos liderados por
José Luis Baxin Matilla (“El ángel blanco”) se
reunieron para dar un recorrido a lo largo de éste mientras las doncellas,
quienes portaban collares, iban en unas balsas sobre la laguna de Catemaco.
Este ritual fue
realizado para darle gracias a la madre tierra por estar vivos y estar presentes de nuevo en los rituales.
Asimismo, pidieron por la unidad y la armonía entre los asistentes y así generar una “buena vibra” que
es llevada a casa. El brujo blanco señaló que a través de los elementos, fuego,
tierra, agua y luz se dirige la armonía a los
cuerpos de los presentes, quienes
fueron purificados a través del incienso.
UN PACTO DE SANGRE CON SATANÁS
También en el estado mexicano
de Veracruz se celebró otra “misa negra”. En
la localidad de Ixhuatlán del Sureste, tal como informa Areliz Sosa en Imagen del Golfo, en las primeras horas del
primer viernes de marzo, por segundo año consecutivo se celebró la misa negra,
en la colonia Las Palmas. Se efectuaron limpias,
convenios sobrenaturales y un pacto de sangre con Satanás.
El punto de reunión fue el
domicilio particular de la nahual (bruja) Paulina González, ubicado en la calle
Iturbide y San Agustín de la colonia las Palmas. Alrededor de las diez y media
de la noche, bajo la luz de las estrellas, velas y la música de los
tambores, los adoradores de Lucifer, vestidos con ropa oscura,
con gallinas rojas y negras, llevaron a cabo la procesión para iniciar la
ceremonia.
Paulina González Martínez,
conocida como “la
secretaria de Satanás”, fue quien
comenzó con el ritual, ya que desde su niñez ha servido al señor del inframundo
con el cual efectuó un pacto hace varios años. Este año se hizo acompañar
del médium espiritista Mareli del Mar
Hernández, y de Gildardo Santiago González, quien es conocido como Adonaji Luzbel.
DISCÍPULOS DE LUCIFER
“El
ritual de despojo y limpia, que se realizó en este pueblo tuvo como
principio liberar a las personas
que aquí están presentes de los hechizos, trabajos, enfermedades, porque
Lucifer intercede por ellos, al ser sus discípulos”, comentó la nahual Paulina.
Alrededor de treinta personas
fueron atendidas por los espiritistas Mareli del Mar Hernández, Gildardo
Santiago y la chamana Paulina, que realizaron el sacrificio de más
de diez gallinas rojas y negras, pues
consideran que la sangre significa la limpieza y pureza, además de que al
diablo le agrada ese líquido de color rojo y uno
de los presentes, de 25 años de edad, efectuó un pacto de sangre entregándole
su alma al demonio.
En honor al señor de las
tinieblas sus adoradores prendieron fuego a la estrella de cinco puntas,
invertida como señal de purificación y como cierre de los
portales donde estuvieron presentes los demonios.
Y fue así como en esta región del sur de Veracruz se llevó a cabo la
ceremonia oscura en la que se apreció, según afirman, la mezcla del misticismo
prehispánico y la influencia en doctrinas satanistas.
Secretaría RIES
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