El Papa Francisco explicó este domingo 28 de julio
cuál es la novedad de la oración cristiana del Padre Nuestro.
Durante el rezo del Ángelus de este domingo, el
Santo Padre reflexionó sobre la narración bíblica del Evangelio de San Lucas en
donde se describen las circunstancias en las cuales Jesús enseñó la oración del
Padre Nuestro.
“Los discípulos, ya saben orar, recitando las
fórmulas de la tradición judía, pero desean poder vivir también ellos la misma
‘calidad’ de la oración de Jesús”, explicó
el Papa.
En esta línea, el Pontífice destacó que la narración del Evangelio de
este domingo que se encuentra en el capítulo 11 de San Lucas relata cómo los
discípulos “pueden constatar que la oración es una
dimensión esencial en la vida de su Maestro, de hecho, toda su acción
importante está caracterizada por las pausas prolongadas de oración”, afirmó.
Además, el Papa Francisco señaló que los discípulos de Cristo “se quedan fascinados porque ven que Él no reza como los
otros maestros de aquel tiempo, sino que su oración es un vínculo íntimo con el Padre, tanto que desean ser
partícipes de estos momentos de unión con Dios, para saborear completamente su
dulzura”.
Así, el Santo Padre recordó que la Biblia describe un día en que los
discípulos “esperan que Jesús finalice la oración,
en un lugar apartado, y después le piden: ‘Señor, enséñanos a rezar’ -y añadió-
respondiendo a la pregunta explícita de los discípulos, Jesús no da una definición abstracta de la oración, ni tampoco enseña una
técnica eficaz para rezar y ‘obtener’ algo”.
NOVEDAD DE LA ORACIÓN
En cambio, el Papa explicó que Jesucristo “invita a los suyos a hacer experiencia de
oración, poniéndose en comunicación directamente con el Padre, suscitando
en ellos una nostalgia por una relación personal con Dios, con el Padre”.
“¡Aquí está la novedad de la oración cristiana! Es
un diálogo entre personas que se aman, un diálogo basado en la confianza,
sostenido por la escucha y abierto al compromiso solidario. Es un diálogo del
Hijo con el Padre, un diálogo entre hijos y Padre. Esta es la oración
cristiana”, exclamó el Papa.
De este modo, Francisco dijo que, por lo tanto, Jesús entrega a los
discípulos la oración del Padre Nuestro que es “quizá
el don más valioso que ha dejado el
divino Maestro en su misión terrenal” porque “después de haber revelado su ministerio de Hijo y de
hermano, con aquella oración Jesús nos hace entrar en la paternidad de Dios”.
“Quiero subrayar esto: cuando Jesús nos enseña el
Padre Nuestro nos hace entrar en la paternidad de Dios y nos indica el mondo para entrar en diálogo
orante y directo con Él, a través del camino e la confianza filial”, improvisó el Santo Padre.
En este sentido, el Papa Francisco remarcó que esta oración cristiana es
“un diálogo entre el papá y su hijo, del hijo con
el papá” y aseguró que “lo que pedimos en el
Padre Nuestro ya ha sido realizado con nosotros en el Hijo Unigénito: la
santificación del Nombre, la venida del Reino, el don de la paz, del perdón y
de la liberación del mal”.
Por ello, Francisco señaló que “mientras
pedimos, abrimos la mano para recibir. Recibir
los dones que el Padre nos ha hecho ver en el Hijo. La oración que nos
ha enseñado el Señor es la síntesis de toda oración, y nosotros la dirigimos al
Padre siempre en comunión con los hermanos”, dijo.
Asimismo, el Papa reconoció que “a veces
sucede que en la oración hay distracciones, pero tantas veces sentimos el deseo
de detenernos en la primera palabra: ‘Padre’ y sentir aquella paternidad en el corazón”.
Después, el Pontífice añadió que “Jesús
relata la parábola del amigo inoportuno” en la que Jesús dice: es necesario
insistir en la oración”. Por eso, confió que a él le viene a la mente el
período en que los niños -alrededor de los tres años, tres años y medio-
comienzan a preguntar sobre las cosas que no entienden”.
“En mi tierra se llama ‘la edad del por qué’, creo
que también aquí sea lo mismo. Los niños comienzan a mirar al papá y dicen:
‘Papá, ¿Por qué?, Papa ¿Por qué?’ Piden explicaciones”, por lo que el Santo Padre animó a estar atentos.
“Cuando el papá comienza a explicar el por qué,
ellos comienzan con otra pregunta sin escuchar toda la explicación. ¿Qué
sucede? Sucede que los niños se sienten inseguros por muchas cosas que
comienzan a entender a la mitad. Quieren solamente atraer la mirada de su papá
y por esto preguntan: ‘¿Por qué, por qué, por qué?’ -y añadió el Papa-
Nosotros, en el Padre Nuestro, si nos detenemos en la primera palabra, haremos
lo mismo de cuando éramos pequeños, atraer la mirada del padre hacia nosotros”.
De este modo, el Santo Padre animó a decir “Padre,
Padre” y también a preguntar: “¿Por qué?” y
aseguró que, de este modo, “Él nos mirará”.
“Pidamos a María, mujer orante, que nos ayude a
rezar el Padre Nuestro unidos a Jesús para vivir el Evangelio, guiados por el
Espíritu Santo”, concluyó el Papa antes de dirigir
el rezo del Ángelus.
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI
Prensa
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