¿Qué debe, y que no
debe, creer un católico sobre los ángeles?
Por: P. Modesto Lule Zavala msp | Fuente: modestolule.com
Actualmente se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo
tipo que tratan este tema. La Iglesia ha definido dogma de fe la existencia de
los ángeles. Todos tenemos un ángel guardián. En la reforma litúrgica de la
Iglesia de 1969 quedó establecido el día 29 de septiembre para recordar a los
arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel y el día 2 de Octubre como el
día para memoria de los ángeles custodios. El Catecismo de la Iglesia Católica
dice en su # 328: La existencia de seres espirituales, no corporales, que la
Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El # 336
dice: "Cada fiel tiene a su lado un ángel como
protector y pastor para conducirlo a la vida".
LOS ÁNGELES Y SUS
FUNCIONES.
ARCÁNGELES: Les podríamos llamar los "asistentes" de Dios. Son ángeles que están al servicio directo del Señor para cumplir misiones especiales. Ángeles: Su misión es ayudar a los hombres a llegar a la salvación eterna, guiándolos y protegiéndolos de los peligros de alma y cuerpo.
Dios ha encomendado a los arcángeles las misiones más importantes en
relación a los hombres. Son guardianes de personas a quién Dios ha confiado
grandes misiones, como del Santo Padre, cardenales, obispos. Según las Sagradas
Escrituras hay siete arcángeles: "Yo soy
Rafael, uno de los siete ángeles que tiene entrada a la gloria del Señor" (Tb
12,15) "Reciban gracia y paz de Aquel que Es,
que era y que viene de parte de los Siete Espíritus que están delante de Su
Trono" (Ap 1,4).
LA BIBLIA Y LOS
ARCÁNGELES.
Las Sagradas Escrituras mencionan el nombre de solo tres: Miguel (Ap 12.7-9) El nombre de Miguel significa "quién como Dios". Es el que arrojó del cielo a Lucifer y a los ángeles que le seguían y quien mantiene la batalla contra Satanás y demás demonios para destruir su poder y ayudar a la Iglesia militante a obtener la victoria final. Gabriel (Lc 1.11-20; 26-38) Aparece siempre como el mensajero de Yahvé para cumplir misiones especiales y como portador de noticias felices. Rafael (Tobit 12.6, 15) En hebreo significa "Dios es fuerte", "fortaleza de Dios". Su nombre quiere decir "medicina de Dios. Se le considera patrono de los viajeros por haber guiado a Tobías en sus viajes por tierra y por mar. Es patrono de los médicos (enfermedades de cuerpo y alma) por las curaciones que realizó en Tobit y Sara, el padre y la esposa de Tobías.
Las Sagradas Escrituras mencionan el nombre de solo tres: Miguel (Ap 12.7-9) El nombre de Miguel significa "quién como Dios". Es el que arrojó del cielo a Lucifer y a los ángeles que le seguían y quien mantiene la batalla contra Satanás y demás demonios para destruir su poder y ayudar a la Iglesia militante a obtener la victoria final. Gabriel (Lc 1.11-20; 26-38) Aparece siempre como el mensajero de Yahvé para cumplir misiones especiales y como portador de noticias felices. Rafael (Tobit 12.6, 15) En hebreo significa "Dios es fuerte", "fortaleza de Dios". Su nombre quiere decir "medicina de Dios. Se le considera patrono de los viajeros por haber guiado a Tobías en sus viajes por tierra y por mar. Es patrono de los médicos (enfermedades de cuerpo y alma) por las curaciones que realizó en Tobit y Sara, el padre y la esposa de Tobías.
LOS
OTROS CUATRO ARCÁNGELES.
Los nombres de los otros cuatro arcángeles (San Uriel, San Barachiel ó
Baraquiel, San Jehudiel y san Saeltiel) estos no aparecen en la Biblia, se
encuentran en libros apócrifos de Enoc, el cuarto libro de Esdras y en la
literatura rabínica, libros judíos antiguos. La Iglesia reconoce solamente los
nombres que se encuentran en la Biblia. Los demás nombres pueden tenerse como
referencia pero, no son doctrina de la Iglesia ya que provienen de libros que
no son parte del canon de la Sagrada Escritura. Por lo mismo debemos tener
cuidado con otros nombres dados a los ángeles porque algunos de los cuales son
de origen ocultista o de la Nueva Era. Y para muestra un les dejo algunos para
que vean hasta dónde puede llegar el sincretismo, (mezclar sin criterio todo
tipo de creencias) Estos son los nombres de ángeles, organizados de acuerdo a
la fecha de nacimiento de la persona: Vehuiah,
Jeliel, Sitael, Elemiah, Mahasiah, Achaiah, Cahetel, Haziel, Aladiah…Y
muchos más.
NOTA ACERCA DE LOS
DEMONIOS O ÁNGELES CAÍDOS.
Dios creó a los ángeles como espíritus puros, todos se encontraban en estado de gracia, pero algunos, encabezados por Luzbel, el más bello de los ángeles, por su malicia y soberbia, se negaron a adorar a Jesucristo, por sentirse seres superiores y así rechazaron eternamente a Dios. Luzbel, llamado Lucifer, Diablo o Satán y los ángeles rebeldes que le siguieron, convertidos en demonios, fueron arrojados del Cielo y fueron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios. No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales.
Dios creó a los ángeles como espíritus puros, todos se encontraban en estado de gracia, pero algunos, encabezados por Luzbel, el más bello de los ángeles, por su malicia y soberbia, se negaron a adorar a Jesucristo, por sentirse seres superiores y así rechazaron eternamente a Dios. Luzbel, llamado Lucifer, Diablo o Satán y los ángeles rebeldes que le siguieron, convertidos en demonios, fueron arrojados del Cielo y fueron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios. No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales.
Así que mucho cuidado, no le vayan a estar
engañando.
PARA LOS CATÓLICOS:
Dios asigna los Ángeles Guardianes a proteger no solo a personas sino también familias, comunidades, instituciones, ciudades y naciones. San Miguel Arcángel vela por la Iglesia
Dios asigna los Ángeles Guardianes a proteger no solo a personas sino también familias, comunidades, instituciones, ciudades y naciones. San Miguel Arcángel vela por la Iglesia
No pidamos a los ángeles por caprichos sino por ayuda para hacer la
voluntad de Dios. La misión de los ángeles no es responder a nuestros caprichos
sino cooperar con los designios de Dios que siempre son para nuestro
bien. Es correcto rezar por protección contra accidentes y peligros pero
aún más importante es pedir que nos defienda contra el maligno.
Es un error pensar que el ángel es solo para los niños. Por lo general
representamos al ángel custodio cuidando a niños indefensos. Pero no nos
dejemos llevar por la soberbia de pensar que los adultos no necesitamos ayuda.
La verdad es que no somos capaces de ser independientes. Todos necesitamos
ayuda. También hay la tendencia de pensar que los ángeles son una fábula
graciosa, un cuento para niños, como si fuéramos muy viejos para pensar en
ángeles custodios. Pero Jesús nos enseñó que si no somos como niños no
entraremos en el Reino de los cielos. Entonces los adultos debemos ser humildes
y aprender a recurrir a la ayuda de los ángeles. Nuestro ángel es nuestro
intercesor, nuestro abogado y mediador que continuamente reza por nosotros.
Pidámosle a nuestro ángel ayuda para cumplir nuestros deberes y vencer
sobre las acechanzas del demonio.
SOBRE
LOS ARCÁNGELES
Aquí dejamos lo que dice san GREGORIO
MAGNO papa. Lectura del oficio de lectura del día 29 de septiembre.
El NOMBRE DE «ÁNGEL»
DESIGNA LA FUNCIÓN, NO EL SER
Hay que saber que el nombre de «ángel» designa la
función, no el ser,
del que lo lleva. En efecto, aquellos santos espíritus de la patria celestial
son siempre espíritus, pero no siempre pueden ser llamados ángeles, ya que
solamente lo son cuando ejercen su oficio de mensajeros. Los que
transmiten mensajes de menor importancia se llaman ángeles, los que anuncian
cosas de gran trascendencia se llaman arcángeles.
Por esto a la Virgen María no le fue enviado un ángel cualquiera, sino
el arcángel Gabriel, ya que un mensaje de tal trascendencia requería que fuese
transmitido por un ángel de la máxima categoría.
Por la misma razón se les atribuyen también
nombres personales, que designan cuál es su actuación propia. Porque en aquella ciudad santa, allí donde la visión del Dios
omnipotente da un conocimiento perfecto de todo, no son necesarios estos
nombres propios para conocer a las personas, pero sí lo son para nosotros, ya
que a través de estos nombres conocemos cuál es la misión específica para la
cual nos son enviados. Y, así, «Miguel» significa: «¿Quién
como Dios?», «Gabriel» significa: «Fortaleza de Dios» y «Rafael» significa:
«Medicina de Dios».
Por esto, cuando se trata de alguna misión que requiera un poder
especial, es enviado Miguel, dando a entender por su actuación y por su nombre
que nadie puede hacer lo que sólo Dios puede hacer. De ahí que aquel antiguo
enemigo, que por su soberbia pretendió igualarse a Dios, diciendo: Escalaré los cielos, por encima de los astros divinos
levantaré mi trono, me igualaré al Altísimo, nos es mostrado luchando contra el
arcángel Miguel, cuando al fin del mundo será desposeído de su poder y
destinado al extremo suplicio, como nos lo presenta Juan: Se entabló una
batalla con el arcángel Miguel.
A María le fue enviado Gabriel, cuyo nombre significa: «Fortaleza de Dios», porque venía a anunciar a
aquel que, a pesar de su apariencia humilde, había de reducir a los Principados
y Potestades. Era, pues, natural que aquel que es la fortaleza de Dios
anunciara la venida del que es el Señor de los ejércitos y héroe en las
batallas.
«Rafael» significa, como dijimos: «Medicina de
Dios»; este nombre le viene del hecho de haber curado a Tobías, cuando,
tocándole los ojos con sus manos, lo libró de las tinieblas de su ceguera. Si,
pues, había sido enviado a curar, con razón es llamado «Medicina de Dios»
SOBRE
LOS ÁNGELES DE LA GUARDA
De los Sermones de
san Bernardo, abad.
Oficio de lectura 2 de octubre
Oficio de lectura 2 de octubre
A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos. Estas
palabras deben inspirarte una gran reverencia, deben infundirte una gran
devoción y conferirte una gran confianza. Reverencia por la presencia de los
ángeles, devoción por su benevolencia, confianza por su custodia. Porque ellos
están presentes junto a ti, y lo están para tu bien. Están presentes para
protegerte, lo están en beneficio tuyo. Y, aunque lo están porque Dios les ha
dado esta orden, no por ello debemos dejar de estarles agradecidos, pues que
cumplen con tanto amor esta orden y nos ayudan en nuestras necesidades, que son
tan grandes.
Seamos, pues, devotos y agradecidos a unos guardianes tan eximios;
correspondamos a su amor, honrémoslos cuanto podamos y según debemos. Sin
embargo, no olvidemos que todo nuestro amor y honor ha de tener por objeto a
aquel de quien procede todo, tanto para ellos como para nosotros, gracias al
cual podemos amar y honrar, ser amados y honrados.
En él, hermanos, amemos con verdadero afecto a sus ángeles, pensando que
un día hemos de participar con ellos de la misma herencia y que, mientras llega
este día, el Padre los ha puesto junto a nosotros, a manera de tutores y
administradores. En efecto, ahora somos ya hijos de Dios, aunque ello no es aún
visible, ya que, por ser todavía menores de edad, estamos bajo tutores y
administradores, como si en nada nos distinguiéramos de los esclavos.
Por lo demás, aunque somos menores de edad y aunque nos queda por
recorrer un camino tan largo y tan peligroso, nada debemos temer bajo la
custodia de unos guardianes tan eximios. Ellos, los que nos guardan en nuestros
caminos, no pueden ser vencidos ni engañados, y menos aún pueden engañarnos.
Son fieles, son prudentes, son poderosos: ¿por qué espantarnos? Basta con que
los sigamos, con que estemos unidos a ellos, y viviremos así a la sombra del
Omnipotente.
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