Un mes después de la
incursión sacrílega en la iglesia de Santa Elena de Messina (Sicilia, Italia),
tres sacerdotes exorcistas reflexionan para la Gazzetta del Sud sobre la
situación de la ciudad a este respecto. Hablan Tonino Schifilliti, Tonino Bono
y Pietro Scolaro, en un artículo que firma Rachele Gerace y que ofrecemos en
español gracias a la traducción realizada por la Red Iberoamericana de Estudio
de las Sectas (RIES).
Ha pasado un mes desde las profanaciones sufridas por la parroquia de Santa Elena: una nota que decía “Hell
to” (“Vete al infierno”) dejada en la mesa de la sacristía completamente
al revés, en una probable búsqueda de dinero u objetos preciosos y, a la noche
siguiente, la profanación del tabernáculo con el robo de algunas
Hostias consagradas y de un relicario del siglo XVIII.
No era la primera vez que este
edificio religioso era blanco de una agresión: el
pasado 24 de diciembre, de hecho, una persona, introduciéndose en la sacristía
de la iglesia durante la vigilia de Navidad, había robado el dinero.
Esta vez, sin embargo, entre
las diversas hipótesis parece haber salido a la superficie la que indica la acción probable de una secta satánica, debido a la vehemencia
del acto profanador y en especial por el robo de las Hostias consagradas, el
Cuerpo de Cristo reservado para la adoración de los fieles y la comunión de los
enfermos.
Parece increíble que Messina pueda ser la primera
ciudad satánica de Sicilia y la tercera de Italia en importancia, después de Bolonia y Turín. Por eso en la Gazzetta del Sud han
querido saber más acerca de esta realidad a través de los testimonios de
algunos sacerdotes exorcistas de Messina: monseñor Tonino Schifilliti,
exorcista titular de la archidiócesis de Messina, Lipari y Santa Lucía del
Mela; el padre Tonino Bono, exorcista emérito de la archidiócesis de Messina y
en la actualidad de la de Trapani, y el padre Pietro Scolaro, que, además de
haber asistido a los cursos de exorcista y de haber realizado un doctorado en
Demonología, fue colaborador padre Bono y actualmente es uno de los cuatro
sacerdotes que asisten al padre Schifilliti para llevar a cabo este ministerio.
Un alba blanca, una estola
morada, el crucifijo de San Benito, el libro del rito, el agua y óleo
bendecido: éstas son las “herramientas” que
el sacerdote a quien el Obispo, según el canon 1172 del Código de Derecho
Canónico, confiere el ministerio de exorcista si lo considera apropiado: “piadoso, docto, prudente
y con integridad de vida”.
-
¿A TRAVÉS DE QUÉ CANALES SE MANIFIESTA EL SATANISMO?
- P. Pietro Scolaro: Yo suelo hablar abiertamente
a mi comunidad parroquial, que involucra principalmente a jóvenes (la categoría
más atraída junto con las personas de las clases sociales más altas), y en mis
catequesis explico cómo el diablo actúa a través de los
canales del esoterismo, la magia negra y los nuevos movimientos religiosos,
como la Cienciología o la Nueva Era.
Hoy en día, la gente cree más en las supersticiones que en la palabra de Dios;
muchas personas pertenecen al mundo de lo oculto, incluso también
cristianos aparentemente auténticos, que están lejos de un camino de fe. La difusión de mensajes satánicos se da a menudo, de una manera
subliminal, a través de consignas
de televisión, canciones del género rock, heavy metal o incluso reflexiones
espirituales (con frecuencia la invocación a Satanás se encuentra leyendo el
texto al revés).
-
¿CÓMO SE IDENTIFICA A LOS SEGUIDORES DE SATANÁS?
- He
encontrado a algún satanista a través de las redes sociales, que se han convertido en una
ventana abierta a la posible acción extraordinaria del diablo, donde estos
sujetos muestran abiertamente su afiliación.
No falta, por parte del padre
Scolaro, un paralelismo con el ámbito
masónico (en Messina están presentes entre 32 y 38 logias), vinculado a
la similitud de algunas prácticas y símbolos como el Bafometh, el ídolo pagano que representa a Lucifer,
adorado por los seguidores dedicados también al culto satánico.
Preguntado monseñor
Schifilliti cuáles son los lugares de encuentro de los adeptos, y en qué
consiste el ritual satánico, responde lo siguiente:
-
P. Tonino Schifilliti: En Italia, el satanismo es un fenómeno oculto y las noticias proceden de
algunas personas que han sido autorizadas a participar en las llamadas misas negras que tienen lugar, por lo general, en casas particulares,
cementerios o, con frecuencia, en fortalezas o castillos; parece que
algunas de las muchas sectas satánicas presentes en Messina se reúnen en el
castillo Gonzaga.
EL EXORCISMO, UNA LIBERACIÓN
Según el credo cristiano, la
liberación de la persona poseída se obtiene a través de la plegaria de
exorcismo, durante el cual el sacerdote, eventualmente
acompañado por un equipo de colaboradores, invoca la acción salvífica del
Espíritu Santo. La oración verdadera y apropiada es precedida por la
etapa
de discernimiento (generalmente tres encuentros para conocer el
historial de la persona), fundamental para comprender si se trata de una
sugestión psicológica o de otra cosa. La acción del maligno puede
manifestarse de diferentes maneras y
a través de múltiples grados como la vejación, la posesión y la sujeción.
Un indicio válido, tal como
confirman los sacerdotes, es la aversión del sujeto hacia lo
sagrado (objetos, oraciones, reflexiones);
las tres indicaciones básicas, sin embargo, que surgen durante el rito son la fuerza (y el consiguiente cambio de
la mirada y del timbre de voz), la revelación de las cosas
ocultas y el uso de lenguas diferentes y desconocidas.
Entre las figuras que
acompañan al exorcista, es habitual que haya al menos
un médico y un psicólogo: este
último, como afirma la doctora Francesca Fornipopolo, que participa en las
oraciones de liberación presididas por el P. Schifilliti, debe intervenir
activamente en la oración para proporcionar un mejor apoyo en el seguimiento
terapéutico de la persona poseída.
Secretaría RIES
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