España
se ha convertido en uno de los centros neurálgicos para el consumo de este
alucinógeno,
que finalmente es legal en nuestro país. Los que acuden a estos retiros pagan
casi 600 euros por tres días. Intentaron organizar la introducción a uno de
ellos en una parroquia de Vitoria. Todo esto lo cuenta en su reportaje Belén V.
Conquero en el diario La Razón.
«Un
encuentro íntimo con la profundidad del ser, expandiendo la consciencia,
sanando el cuerpo y alma y abriendo nuestro corazón a la comprensión y la
reconciliación». Así es como se describen los encuentros que, cada
mes, se realizan en diferentes puntos de España. Durante 72 horas, un grupo de
entre 25-30 personas se reúnen en una casa para tomar ayahuasca y
experimentar ese proceso de «expansión de la conciencia».
“AHONDAR EN EL INTERIOR”
La
Razón
se ha puesto
en contacto con uno de los organizadores para conocer qué experimentarán estos
días los que decidan desplazarse a Fuente del Saz, a una media hora del centro
de Madrid. «Gracias a la ayahuasca puedes
ahondar en información que tienes guardada en tu interior, en tu inconsciente y
que te va absorbiendo sin que te des cuenta. La ayahuasca te permite ver el problema desde arriba,
como si vieras un atasco desde un helicóptero», explica. Pero no
todo es tan bonito como parece.
También conocida como «yagé», es una
bebida alucinógena que se prepara a partir de dos
plantas del Amazonas (la vid «Banisteriopsis
caapi» y las hojas de la planta chacruna). Y aunque sus efectos pueden
ser similares a los de otras drogas, no está prohibido en la mayoría de países
europeos, salvo Francia y Bélgica. Es más, en Estados Unidos, España, Italia o
Suiza su uso no ha dejado de extenderse. Sobre
todo en los últimos años cuando han surgido figuras como la del psicoterapueta
holístico o el facilitador que, según explican en los programas de estos
retiros, «ayudan» a «moverte
interiormente».
El coste de estos retiros
oscilan entre los 120 euros,
por «acudir cuatro horas y recibir una minidosis, similar a una cucharada de
jarabe», a los 590 euros que debes desembolsar si
quieres pasar allí los tres días. Eso sí, dan la opción de probar o no este
alucinógeno. «La gente suele venir por un motivo
y, al final, salen a la luz otras cosas. La mayoría se plantea esta experiencia
como una prueba para ver qué sale. En realidad no tienen ni idea de lo que va a
ocurrir», afirma una de las
organizadoras a este diario. «Es un camino hacia el autoconocimiento –insiste–. Como si
sacudieras una alfombra y expulsaras toda la suciedad».
VÓMITOS Y SITUACIONES EXTREMAS
En las imágenes que distribuye
a través de YouTube Inner Mastery, la empresa que organiza todos estos retiros,
se pueden apreciar los procesos por los que pasan los participantes que, en
algún caso, les pueden llevar incluso a vomitar, aunque la organizadora asegura
que «no existen efectos secundarios por su
consumo, aunque depende de cada persona y de su energía».
«¡Aguanta
el castigo, te lo mereces! ¡Mereces morir!». Son las frases que grita una joven a la que agarran de manos y pies en
una de estas sesiones. Cuando termina se echa a llorar y abraza a sus
familiares. «Tomar yagé hace que te abras, sacas todo lo que se te mueve interiormente.
Nosotros ayudamos a dirigir esos sentimientos», afirma Óscar Gómez, uno de los responsables de
estos retiros y que afirma ser un psicoterapeuta holístico. «Es como viajar al otro lado y
regresar», afirma el fundador de
Inner Mastery, Alberto Varela. También se escuchan otras voces. «Era mi primera toma y se me removió todo. Tenía
pensamientos incontrolables y la barriga también», cuenta otra joven.
UNA PARROQUIA SUSPENDIÓ LA ACTIVIDAD
Además de en Madrid y
Valencia, los organizadores también anunciaban otro retiro en el País Vasco, en
una parroquia de Vitoria concretamente. El encuentro se ha realizado, pero
fuera de las instalaciones de la Iglesia de Santa Clara donde se había anunciado,
tal como publicamos en InfoRIES.
Su párroco, Koldo Montoya,
explica a este diario lo ocurrido: «Tenemos
salas en la parroquia que dejamos a vecinos y amigos que nos las piden para
poder reunirse. Uno de estos amigos me llamó pidiéndome una de ella para
reunirse este fin de semana. Yo le dije que sí, sin preguntar más».
Poco después, el sacerdote
recibió una llamada de la responsable de medios del Obispado alertándole de un
anuncio que circulaba en redes sociales sobre un «retiro
de evolución interior con uso psicoterapéutico de ayahuasca» que,
presumiblemente, se iba a celebrar en la Parroquia de Santa Clara. «En cuanto me lo dijeron llamé a la persona que me lo
pidió. Lo que querían hacer es un poco
sectario, raya la drogadicción y eso no se puede consentir», dice con cierta indignación.
«Se
quisieron aprovechar de mi amistad y bondad para consumir alucinógenos aquí», añade. Tras lo ocurrido, «ya les he dicho
al resto de vecinos que cuando me soliciten el uso de una sala, tendrán que
especificarme para qué la quieren». No
quiere que algo similar vuelva a ocurrir.
ENCUENTROS… CON NIÑOS INCLUIDOS
Además de los retiros de fin
de semana, los organizadores también proponen talleres
formativos de unas ocho horas para entrar en contacto con esta droga. Tras una breve entrevista, a los participantes
se les hace una «preparación psicoemocional para
sacar el estado real en que se encuentra el individuo», explican.
A estos encuentros se puede
acudir de manera individual o acompañados, pero no deja de sorprender ver en
los vídeos promocionales de estas actividades a niños,
e incluso bebés, a los que llevan sus padres. «Nosotros no damos ayahuasca a los menores, aunque en
las zonas del Amazonas lo toman desde que tienen tres años», afirma
la organizadora.
En internet, la polémica
también tiene cabida, ya que no todos los que participan en estos encuentros
salen satisfechos. «He acudido a un par de
retiros con esta gente y mi única
experiencia ha sido tener diarrea»,
explica un joven en Facebook. Inner Mastery se promociona en más de 50
páginas de esta red social. Además de las decenas de retiros, los «facilitadores» se preparan durante seis meses en
su propia Escuela Europea Ayahuasquera. Un negocio muy bien montado.
LAS CLAVES
Esta bebida se utiliza desde
hace años en los pueblos indígenas amazónicos y se elabora a partir de la
combinación desconocida de dos plantas. Los rituales los llevan a cabo
los chamanes que buscan modificar el estado de la conciencia para producir
visiones y procesos de catarsis a
los que las tradiciones amazónicas reconocen un valor sanador.
Según las personas que han
probado esta bebida, describen experiencias reveladoras, renovadoras y de un
alto beneficio tanto físico como psicológico. Acuden a este tipo de terapias
personas con problemas de estrés, duelos e, incluso, adicciones, así como
personas con trastornos alimentarios que aseguran que los superan.
Una de las principales
características de esta planta es que contiene el alucinógeno DMT (dimetiltriptamina), es la responsable de las
alucinaciones y puede ser peligrosa para las personas que padecen
crisis de ansiedad. También puede desestabilizar a
las personas con esquizofrenia o trastorno bipolar.
Secretaría RIES
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