Infiltración LGTB dentro de la Iglesia
La Campaña
Católica para el Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos de EE.UU ha
admitido que una subvención de 750.000 dólares va directamente a talleres de
conferencia la organización «Red de Solidaridad Ignaciana», que promueve la
práctica homosexual.
(Instituto Lepanto) Hace una semana y media, el
Instituto Lepanto publicó un artículo que ilustra la promoción
desenfrenada de la homosexualidad y el transgénero por parte de una
organización llamada Red de Solidaridad Ignaciana (ISN). El programa contra la pobreza de la
Conferencia de Obispos Católicos de los EE.UU., Campaña Católica para el
Desarrollo Humano (CCHD, por sus siglas en inglés) está
proporcionando una subvención de 750.000 dólares a ISN durante los próximos 3 años.
Un partidario del Instituto
Lepanto contactó con la USCCB para preguntar por qué la CCHD está
proporcionando esa subvención dólares a una organización tan
inmersa en la promoción del pecado y la depravación. Alexandra Carroll, Responsable de Comunicaciones
para la Misión Social de la USCCB, respondió afirmando que ISN no había violado
la enseñanza católica, y de hecho afirmó que las conferencias pro-LGBT de ISN
para los niños de secundaria y los adultos jóvenes eran conformes con la
advertencia del Catecismo de que «se evitará,
respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta» [Catecismo
2358].
La respuesta de Carroll
comienza con un intento de acreditar los méritos propios de la organización a
la que se subvenciona. Por ejemplo, Carroll dice:
«ISN ha estado trabajando en asociación con la
Compañía de Jesús y con la Iglesia en general, incluida la Conferencia de Obispos Católicos
de los EE.UU. a través de su membresía principal con la Campaña por la
Justicia para los Inmigrantes, así como líderes de la Iglesia como el Obispo
Gorge Murry, SJ.»
Es interesante notar que al
mencionar al obispo Murry, la responsable de comunicaciones no menciona
que otro jesuita prominente también ha trabajado muy de
cerca con ISN: es el P. James Martin, SJ, conocido promotor de la ideología
LGTB. La agenda común es
bastante evidente.
Además, en el segundo párrafo
de su respuesta, Alejandra Carroll explica muy claramente que la subvención de
750.000 dólares ayudará a la expansión de ISN para la «inclusión»
homosexual y transexual en la Iglesia. Ella dice:
«A través de su
Subvención Estratégica Nacional, ISN podrá expandir significativamente su
capacidad de defensa, formando líderes, creando redes y animando a
las instituciones jesuitas, y aprovechando el éxito de los programas existentes
de ISN, como la Campaña por la Hospitalidad y la Enseñanza para la
Justicia de la Familia Ignaciana.»
Debe señalarse que la Enseñanza para la Justicia de la Familia Ignaciana de ISN es el programa a través del cual ISN ha
estado promoviendo la homosexualidad y las ideologías transgénero entre los
jóvenes. Por ejemplo, en 2018, el taller Enseña En de ISN
titulado «Voces transgénero en la iglesia», que fue convocado por el Ministerio de Nuevos Caminos, condenado por el Vaticano, declaró
específicamente su intención de dar a los participantes recursos para
activismo transgénero. La descripción de este taller dice:
«Los católicos
enfrentan cada vez más preguntas sobre la inclusión de personas transgénero,
que se cruzan con temas como la raza y la orientación sexual que componen la
marginación. Esta sesión interactiva examinará cómo las voces transgénero están
tanto presentes como silenciosas en nuestras comunidades. Los participantes se
irán con recursos para construir justicia transgénero en sus comunidades.»
Por lo tanto, actualmente, la
CCHD reconoce y admite plenamente que los 750.000 dólares que se recaudaron de
los católicos estadounidenses van directamente a los talleres
de conferencia de ISN.
Y lamentablemente, el CCHD afirma que los talleres NO son contrarios a la enseñanza católica. La responsable de comunicaciones, Alexandra
Carroll, añadió:
«El 20 de junio
de 2019, el Instituto Lepanto publicó un artículo en el que citaba varias
denuncias sobre oradores, talleres y publicaciones de blog sobre la actividad
homosexual. La Red de Solidaridad Ignaciana (ISN, por sus siglas en inglés) no
fomentó ni promovió nada contrario a la enseñanza católica. Los temas y
talleres fueron diseñados para inspirar inclusión y seguridad para
aquellos que están física o emocionalmente amenazados por ser LGBT, en línea
con la instrucción del Catecismo de que «se evitará, respecto a ellos, todo
signo de discriminación injusta» (2358).
Pero aunque Carroll cita el
párrafo 2358 del Catecismo de la Iglesia Católica según el cual «se evitará, respecto a ellos (es decir, al homosexual),
todo signo de discriminación injusta», ella no cita el párrafo anterior
(2357) que dice: «Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son
contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No
proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden
recibir aprobación en ningún caso».
En un taller de conferencia
donde los homosexuales proclaman su propia homosexualidad y alientan a otros a
«salir», y donde los estudiantes están siendo entrenados en el activismo
transgénero, es bastante claro que esta
organización está violando directamente el Catecismo donde dice: «No pueden recibir aprobación en ningún caso».
La situación aquí no podría
ser más clara, el CCHD está intentando redefinir la enseñanza de la
Iglesia con respecto a la homosexualidad y está tratando de promover la falsa idea de
que se debe evitar toda discriminación contra los homosexuales. La verdad, sin
embargo, es que la advertencia del Catecismo contra la discriminación está
calificada con la palabra «injusta», que infiere que existe una forma
justificada de discriminación.
Por ejemplo, como padre, nunca
permitiría que mis hijos asistieran a una hora de cuento con personas
transgénero en una biblioteca, ni permitiría que una pareja de homosexuales
cuidara niños. Como padre, mi primera obligación es preservar y proteger la
pureza y la inocencia de mis hijos, lo que significa que debo discriminar a
aquellos que representan una amenaza para estas cosas, incluidos aquellos que
afirman ser homosexuales o transgénero.
Esta subvención de la CCHD no
solo está en conflicto directo con la enseñanza moral católica,. El razonamiento empleado por la CCHD
en apoyo a estos talleres pervertidos sino que representa un peligro
claro y presente para los padres católicos de todo el mundo lleva a la conclusión de que, de alguna manera, la
justicia exige la inclusión participativa y el abrazo a quienes
viven vidas de acuerdo con 1 de los 4 pecados que claman al Cielo por castigo.
Por lo tanto, el Instituto
Lepanto reitera su llamamiento a los obispos para que soliciten que
esta subvención sea rescindida y que los responsables de utilizar argumentos
falsos a favor de ella sean despedidos de inmediato.
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