Desarrollar el rol de padres y madres encierra una gran complejidad, sobre todo
el ejercicio positivo de la función parental, y a fin de evitar el mal trato y
el uso de la violencia con los hijos/hijas, te proporcionamos algunas
herramientas para la crianza positiva y el buen trato en la familia.
- PROPORCIONAR
AFECTO Y APOYO.
Todos
necesitamos recibir atención, respeto, afecto y reconocimiento para nuestro
desarrollo personal. El no satisfacer esas necesidades básicas, da lugar a la
aparición de comportamientos conflictivos. Cuando los padres y las madres
proporcionan afecto y apoyo a sus hijos/hijas, los menores se sentirán
aceptados, valorados y especiales.
A
continuación te mostramos algunas opciones para demostrar afecto y apoyo a los
pequeños:
- Acariciarlos, sobre todo
cuando son pequeños.
- Juega e interaccionar con
ellos.
- Escucha lo que tengan que
decir, intenta comprender lo que quieren decir, aunque no siempre se esté
de acuerdo con ello.
- Habla con tus hijos/hijas
con frecuencia en un tono amable y respetuoso; firme cuando haya que
comentarles aspectos que no les guste oír.
- Pide que contribuyan a hacer
algo que les gusta y que, a la vez, es positivo para todos; y agradecer su
ayuda y esfuerzo.
- Disfruta de su compañía y
hacérselo notar.
- Transmite interés por lo que
piensan, sienten y hacen.
- Transmite expectativas
positivas sobre sus capacidades, habilidades y potencialidades.
- Comparte con ellos
sentimientos, ideas, planes, compromisos, tiempo y actividades para que
padres, madres e hijos se conozcan, apoyen y protejan mutuamente.
- Ten comportamientos amables
y respetuosos que los hijos puedan imitar.
- DEDICAR
TIEMPO PARA INTERACCIONAR CON LOS HIJOS.
Las
distintas responsabilidades que han de asumir cada día en la vida familiar,
laboral y social hacen que el tiempo se perciba escaso para conciliar y
responder adecuadamente a todas ellas. Esto lleva consigo contar con pocas
opciones para el descanso y el disfrute personal y familiar.
La percepción
de la falta de tiempo lleva a los padres y las madres a distribuirlo entre
distintas tareas y rara vez se planifica tiempo exclusiva para interaccionar tranquilamente con los
hijos/hijas. Esto puede deberse a que los padres y madres entienden
que están con ellos mientras conviven en casa, que tienen lo que necesitan, que
controlan lo que hacen, y que el hecho de vivir bajo el mismo techo ya facilita
su desarrollo personal. Sin embargo, los padres y madres pueden tener
sentimientos de culpa por no poder interaccionar con sus hijos todo el tiempo
que desearían.
Algunas
opciones pueden ser: charlar con tranquilidad,
jugar, contar cuentos, escuchar música, cantar, bailar, leer, ver televisión,
escribir, dibujar, pintar, manualidades o cocinar juntos. Salir juntos a pasear
o a caminar, estar en contacto con la naturaleza en el campo, la montaña, la
playa, granjas, zoológico, parques, etc. Visitar bibliotecas, a los amigos.
En fin, hacer cosas juntos.
- COMPRENDER
LAS CARACTERÍSTICAS EVOLUTIVAS Y DE COMPORTAMIENTO DE LOS HIJOS A UNA
DETERMINADA EDAD.
Con
cierta frecuencia los padres y madres comentan que les cuesta entender el
comportamiento de sus hijos; esto se produce tanto si estos se encuentran en la
etapa infantil como en la adolescente, dado que el comportamiento de los niños,
como el de los adultos, no se mantiene siempre igual. Varía en función de
muchos aspectos, como puede ser el contexto y las personas con las que uno se
relacione en cada momento, el vínculo afectivo que tengamos con ellas, la
situación en que nos encontremos, el grado de ánimo o de cansancio que uno
tenga, etc. También varía en función de la edad que tengamos y de la etapa de
desarrollo en que nos encontremos.
El
proceso de desarrollo de una persona se desenvuelve durante toda su vida. Es
continuo y ocurre en los diferentes ámbitos: biológico,
psicomotor, intelectual, afectivo, y social. Durante ese proceso los
menores van adquiriendo competencias personales según su edad y ritmo de
desarrollo; por ejemplo, dentro de un mismo intervalo de edad, unos niños
pueden aprender hablar o caminar antes que otros.
Van
adquiriendo experiencias, habilidades, conocimientos, formas de pensar, de
sentir, de interpretar y de dar significado a la realidad y a las personas que
les rodean que pueden influir en el modo en que se relacionen y se
comporten con ellas. Ten la
humildad de aprender junto con ellos y disfruta cada etapa, no será permanente
ninguna.
- COMUNICARSE
ABIERTAMENTE CON LOS HIJOS, ESCUCHAR Y RESPETAR SUS PUNTOS DE VISTA Y
PROMOVER SU PARTICIPACIÓN EN LA TOMA DE DECISIONES Y EN LAS DINÁMICAS
FAMILIARES.
La
comunicación abierta y sincera entre padres y madres e hijos es fundamental
para promover un clima de convivencia adecuado en la familia. Contribuye a la
construcción del respeto mutuo y al desarrollo personal, de la autoestima y
afectivo de todos sus miembros.
Dado que
en la infancia, los hijos aprenden a desarrollar comportamiento a través de la
observación e imitación de las conductas de sus padres y madres, es conveniente
allegarse de estrategias de comunicación. Te recomendamos leer el
artículo: 10 Conductas que dificultan la comunicación en la familia y
hacer una adecuada valoración de uno mismo como adulto que contribuya a
generar la asertividad y la seguridad personal, necesarias para afrontar los
diversos retos de la vida familiar, personal, laboral y social.
- ESTABLECER
LÍMITES Y NORMAS PARA ORIENTAR EL ADECUADO COMPORTAMIENTO DE LOS HIJOS Y
GENERAR EXPECTATIVAS DE QUE COOPERARÁN EN SU CUMPLIMIENTO.
Los niños
y las niñas necesitan límites que les ayuden regular sus comportamientos
espontáneos, sobre todo cuando estos tienden a ser poco adaptados o poco
respetuosos con los demás, con los objetos o con el ambiente y contexto que les
rodea. Los hijos necesitan que sus padres y madres les vayan orientando desde
pequeños para que aprendan a respetar las normas establecidas en el hogar, en
los centros escolares y en la sociedad, así podrán adaptarse progresivamente a
las exigencias de convivencia.
Entre las
estrategias que los padres y madres pueden utilizar para ayudar a sus hijos a
adquirir esa capacidad de autocontrol se encuentran generar expectativas
positivas hacia ellos de que cooperarán en el cumplimiento de las normas y de
las consecuencias asociadas a ellas. Esto se facilitará si se producen, además,
procesos de comunicación asertiva en la familia a través de la escucha activa,
la expresión de sentimientos y la empatía.
Recuerda
que para tener relaciones sanas en familia, aprende a reaccionar ante sus
comportamientos, aunque parezcan inadecuados o desproporcionados. Explícales
las cosas, ten una buena comunicación y evitando castigos violentos o
desproporcionados. Es un niño o una niña que está creciendo.
Por Angélica
Meza
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