Hay tantas profesiones que como mujer podrías ejercer
de una manera más humana, maternal y espiritual.
“Si has de servir a Dios con tu inteligencia, para ti estudiar es una
obligación grave.” – Josemaría Escrivá de Balaguer
¿Qué vas a ser cuando seas grande? – solía
preguntar a aquella niña su papá -. Ella lo miraba y le decía, no sé.
– ¿Qué vas a estudiar cuando llegues a la Universidad? – Preguntaba su mamá, ella la miraba y respondía,
no sé. Y así llegaron los años de su adolescencia y se despertaron en su alma
muchas ilusiones, faltando una de las que definen para siempre la vida, ¿qué profesión tendrás al salir de la Universidad? …no
sé…
Llegó
entonces el momento de decisión para esta joven y “adivinando”
decidió comenzar con la carrera de Derecho, pues decía ella que por su
carácter fuerte llegaría a ser una gran abogada. No logró aprobar los exámenes
de Derecho Romano por lo que decidió intentar la carrera de Administración de
Empresas, la profesión de su papá, pero al tener el primer examen parcial de
matemáticas… ¡Horror! No sabía qué hacer.
Bueno,
decidió una vez más que esta carrera no era buena para ella, así que se fue a
intentar de nuevo estudiar Derecho. Esta vez en otra Universidad, según ella,
más fácil. Al llegar a los 25 años ya había pasado por tres o cuatro
Universidades y no había llegado a nada. ¿Por qué? Muy sencillo. Cuando no
sabes lo que vas a hacer cuando aún eres adolescente, estás en peligro de
malograr para siempre tu existencia, te expondrás a rebotar como una pelota sin
encontrar tu lugar en la vida. Querida amiga, el oficio o la profesión que
elijas le dará sentido y dirección a tu vida. Más importante aún, encontrarás
en ese oficio una misión que completar a lo largo de tu vida.
PARA SERVIR, HAY QUE
ESTUDIAR
¿Has pensado alguna vez que estás en la tierra como parte de un plan
divino? ¿Alguna vez has reflexionado sobre todos los años de preparación que
tuvo que tener Jesucristo para después completar su misión entre los hombres y
mujeres del mundo? Pues tú
debes hacer lo mismo. Para poder servir al mundo con eficacia y con verdadera
excelencia (Perfección de Cristo) es necesario que te prepares, y lo debes
hacer estudiando conscientemente y ofrecer todo tu esfuerzo para darle gloria a
Dios. Para un apóstol moderno, una hora de estudio es una hora de oración,
solía decir el fundador del Opus Dei, ahora a punto de ser canonizado.
BUSCA TUS MEJORES
TALENTOS
Como se
trata de servir a la humanidad, te recomiendo que desde hoy comiences a
observar aquello que haces bien. ¿Tienes habilidad
para el dibujo?, ¿se te facilita la biología?, ¿tu aptitud para aprender
idiomas es admirada por otros?, ¿sientes compasión en el corazón cuando miras a
los enfermos? Todo esto amiga, si le pones atención, te irá indicando la
vocación profesional a la que has sido llamada. Incluso desde que tienes 13
años puedes saberlo. No, me equivoco, desde que tienes cinco años ya puedes dar
muestras que tal vez algún día serás pintora, bióloga marina, traductora o
religiosa. ¡Que maravilloso es descubrir tu
vocación profesional! Aunque debes estudiar fuerte para llegar a ser la
mejor, de esta manera disfrutarás del estudio.
Es
importante también considerar aquellas profesiones en que, como mujer, puedes
lograr mucho más debido a tu especial sensibilidad para las relaciones humanas
y apertura a las cuestiones del espíritu. Por ejemplo, imagínate siendo una
maestra de kindergarden, primaria, bachillerato o incluso universitaria, ¡a cuántos alumnos podrás llegar a apadrinar
espiritualmente!, especialmente si te preocupas por una formación humana
y espiritual profunda. Puedes considerar también abrazar la profesión de
enfermera, médico o psicóloga. Por ser mujer, Dios te ha dado los dones
específicos que ayudan mejor a los otros en los momentos de dar apoyo, aliento,
guía o simplemente consejo en sus momentos de crisis emocionales.
Hay
muchas otras profesiones que puedes considerar, como son la Administración de
Empresas e ir con miras a ser una gerente o jefe diferente, que humanice los
ambientes empresariales con su sola presencia; o música, como ejecutante o
hasta un Doctorado para ser Directora de orquesta y despertar lo “divino” que hay en cada uno de nosotros.
En fin,
amiga mía, hay tantas profesiones que como mujer podrías ejercer de una manera
más humana, maternal y espiritual que nuestros hermanos los hombres… porque
recuérdalo siempre: La mujer ha sido puesta en la tierra para la más grande de
todas las misiones: sacar lo mejor, la semilla de la bondad que cada ser humano
trae dentro de sí.
OBSTÁCULOS
Por
supuesto que para llegar a alguna parte importante en la vida siempre hay que
saltar obstáculos. En tu caso, si apenas has dejado atrás a la niña y empiezas
a descubrir a la mujer que hay en ti, si eres una joven mujer que piensa,
siente, descubre los ideales y decide, tal vez te servirán estos humildes
consejos:
– No permitas nunca la comodidad, la pereza o la ley del menor esfuerzo.
– Trata siempre de aprovechar al máximo los talentos e inteligencia que
Dios te ha concedido. Tu tiempo es oro.
– Vigila bien quiénes son tus amigos y si están colaborando a que des lo
mejor de ti. Muchas veces, por ser demasiado sentimentales o depender mucho del
cariño de otros, te haces grupos de amigos que no son lo mejor para ti.
Lamentablemente te das cuenta de esto cuando ya has perdido un precioso tiempo
de la vida.
– Empieza a observar desde ahora a las jóvenes ejecutivas que están
triunfando. Por mujeres triunfadoras, me refiero a aquellas que se esfuerzan en
vivir cara a Dios y dan claras muestras de practicar las virtudes humanas,
aumentando así su prestigio profesional. No para ser admirada por otros, sino
para dar Gloria a Dios en todo lo que emprende.
– Te puedes dar permiso de enamorarte, pero nunca perder la cabeza por
un amor. Entre más pronto aprendas a dominar interiormente tu corazón, más
pronto alcanzarás la madurez tan necesaria para enfrentarse con dignidad al
mundo. ¿Por qué viene esto del amor al caso? Porque lamentablemente hay muchas
jovencitas que dejan sus estudios a un lado para ir detrás de un amor que en la
mayoría de las veces no es correspondido. ¿Vale la pena? Que te lo responda tu
inteligencia.
Querida
amiga, cada mujer tiene su camino. Un camino que viene determinado por las
características individuales – aptitudes, personalidad, intereses e ideales- y
por el mercado de trabajo. Cuando ese camino se halla, no sólo se resuelve la
vida a nivel económico, sino lo que es mucho más importante, que como mujer te
realices a ti misma y honres a Dios al trabajar con la perfección con la cual
trabajó aquel hermoso carpintero llamado Jesús. El mismo que en su día fue un
bebé, niño, adolescente y que seguramente también tuvo sus crisis como las
tienes tú. Más sin embargo, encontró y se preparó intensamente para desempeñar
con perfección aquello para lo cual había nacido: Ser el Salvador del Mundo y
tu modelo de profesional completo. ¡Que maravilloso
es saberlo y así ponerle alegría y entusiasmo al estudio! Pruébalo.
Sheila Morataya-Fleishman
No hay comentarios:
Publicar un comentario