ROMA, 04 Abr. 15 / 10:49 am (ACI).-“Mataron
a mis amigos, pero sé que todos están en el paraíso porque murieron rezando a
Jesús”, aseguró uno de los jóvenes sobrevivientes de la masacre
perpetrada por el grupo terrorista islámico Al Shabab, que en Jueves Santo asesinó a
cerca de 140 estudiantes cristianos de la Universidad de Garissa (Kenia),
cuando se celebraba la oración matutina organizada por La Unión Cristiana de
esta casa de estudios.
Reuben Mwavita, un estudiante de 21 años, vio ante sus ojos la masacre
perpetrada por los extremistas, que ingresaron disparando indiscriminadamente.
Luego separaron a los estudiantes de acuerdo a su religión, dejando salir a los
musulmanes y reteniendo a los cristianos.
“Mis tres amigos se arrodillaron frente a los
milicianos, rezándole a Jesús”, recordó Reuben. Pocos instantes
después fueron asesinados con disparos de ametralladora.
El diario del Episcopado italiano, Avvenire, difundió el testimonio de
otro sobreviviente. “Estaba rezando con ellos (sus
amigos) cuando escuchamos los disparos y dos jóvenes armados y con capuchas
irrumpieron. Yo pude escapar porque estaba cerca a la puerta posterior. Escuché
a mis amigos orar e invocar el nombre de Jesús. Otros gritaban”. “Mataron a mis
amigos, pero sé que todos están en el paraíso porque murieron rezando a Dios”, afirmó.
Por su parte, Helen Titus, una joven cristiana, afirmó que los terroristas
planificaron la operación porque sabían exactamente donde golpear y fueron
directamente al aula usada por los cristianos para rezar la oración matutina.
Para salvarse, Helen tuvo que cubrirse con la sangre de sus compañeros y
fingir que estaba muerta. Recordó que en un momento los terroristas dijeron a
los estudiantes escondidos que salieran, asegurándoles que no los matarían.
“Muchos estudiantes salieron y los extremistas comenzaron a dispararles. Del
mismo modo, los terroristas dijeron que no asesinarían a las mujeres, pero
también lo hicieron”, señaló.
Las autoridades informaron que Al Shabab asesinó a 148 personas –algunas
decapitadas-, de los cuales 142 eran estudiantes, tres policías y tres
soldados. A la vez fueron muertos cuatro terroristas.
El Papa Francisco envió un telegrama al Presidente de la Conferencia
Episcopal de Kenia, Cardenal John Njue, para expresar su dolor y cercanía a las
familias de las víctimas. El mensaje firmado por el Secretario de Estado,
Cardenal Pietro Parolin, asegura que el Pontífice “encomienda
las almas de los fallecidos a la infinita misericordia de Dios Todopoderoso, y
ora para que todos los que los lloran sean reconfortados en su pérdida”.
Asimismo, “en unión con todos los hombres de
buena voluntad de todo el mundo, Su Santidad condena este acto de brutalidad
sin sentido y reza por un cambio de actitud en sus autores. Pide a todas las
autoridades que redoblen sus esfuerzos para trabajar con todos los hombres y
mujeres en Kenia para poner fin a la violencia y para acelerar el amanecer de
una nueva era de fraternidad, de justicia y la paz”.
Por su parte, la policía de Kenia arrestó a otros tres hombres cuando
intentaban huir a Somalia y que se suman a otros dos que ya habían sido
apresados. Ellos serían cómplices del presunto cerebro de la matanza, Mohamed
Kuno, vinculado con otros ataques de Al Shabab.
Al Shabab juró lealtad a Al Qaeda en el 2012. Para el 2013 se calculó
que tendría en sus filas entre 7.000 y 9.000 terroristas. Se originó en Somalia
entre 2006 y 2008 y controla la mayor parte de este país cuya población es 99,
8 por ciento musulmana, 0,1 cristiana y 0,1 de otra religión.
Somalia es considerado un “país fallido” por
su alto nivel de violencia y la imposibilidad del gobierno de mantener el
orden. En las zonas controladas por Al Shabab se ha impuesto la ley islámica.
Ante esto, los países vecinos Kenia y Etiopía decidieron intervenir
enviando tropas. El grupo terrorista amenazó vengarse con atentados y
asesinatos.
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