jueves, 30 de junio de 2016

EL OSCURO GOBIERNO PARALELO DE LA ONU [EVIDENCIAS QUE ENCONTRÓ EL ENVIADO DEL PAPA]


No está claro si la iniciativa de investigar a la ONU partió de Juan Pablo II – que le pidió al Padre Michel Schooyans demógrafo belga, filósofo y teólogo sentarse en la ONU e investigar lo que sucedía allí -, o si partió la idea de este sacerdote y Juan Pablo II lo envió, pero el resultado es el mismo.

De esta investigación emergió un libro publicado en Europa, que se comenta – no lo hemos podido confirmar – que todo su tiraje fue comprado por alguien que no quería que se difundiera; fue luego publicado en el 2001 en inglés The Hidden Face of the United Nations y que actualmente lo vende Amazon que dice tener 11 ejemplares de él. También fue publicado en español en México en el 2002 con el título La cara oculta de las Naciones Unidas, pero está agotado.

Se trata de un libro peligroso para el Nuevo Orden Mundial porque los católicos podrían acceder a una información sobre la ONU que nunca han oído y nadie jamás les dijo, salvo algún sacerdote del tipo francotirador.

El P. Michel Schooyans sustituye en su libro lo que alguna vez fue una noble imagen de las Naciones Unidas con una aterradora realidad: un plan para formar un nuevo orden mundial basado en una visión, que él define como satánica, de los “nuevos derechos del hombre”, muchos de éstos en áreas tales como la homosexualidad, la eutanasia, la pedofilia, el divorcio y la prostitución.

Unos han sospechado durante mucho tiempo la verdad sobre de las Naciones Unidas, con su fachada de dedicación a la paz, el progreso y la prosperidad.

Pero al inicio del milenio, este sacerdote católico, miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano y profesor en prestigiosas Universidades, ha puesto de manifiesto la transformación de esta organización, – alguna vez prometedora para las naciones -, en una máquina para la destrucción de las soberanías nacionales y su sustitución por un nuevo orden para una cultura mundial basada en una visión satánica de los “nuevos derechos del hombre”.

Quince años después lo que halló el P. Michel Schooyans parecería que se ha venido confirmando, y aún así está absolutamente oculto para la mayoría de los católicos; por eso queremos compartirlo.

Desde que Michel Schooyans escribió el libro pasaron tres Papas y ninguno de ellos ha salido a hablar directa y claramente de esta vinculación, sino solo alusivamente, por lo que debe haber habido una decisión de no confrontar poderes en este momento o quizás porque se sabían sin suficiente poder de comunicación.

Es un tema para reflexionar y discernir.

MICHEL SCHOOYANS NO ES UN PENSADOR MARGINAL

En 1997 el entonces cardenal Joseph Ratzinger escribió el prólogo de un libro de Michel Schooyans titulado El Evangelio: Confrontando el Desorden del Mundo, que es una especie de manifiesto Católico antiglobalización.

Y todos conocemos a Ratzinger y sabemos que no prologa a cualquier persona ni cualquier obra.

EL Cardenal Ratzinger denunció en el prefacio al Nuevo Orden Mundial (en concreto utilizando la terminología “nuevo orden mundial”) como más o menos la culminación del marxismo. Él va a decir que el cristiano está “obligado a protestar” contra esto y que el Nuevo Orden Mundial no puede “reducir la libertad al silencio”.

En una parte del prólogo dice Ratzinger:

Bajo el nuevo título de Orden Mundial, estos esfuerzos adquieren una configuración que cada vez se relacionan con la ONU y sus conferencias internacionales, especialmente las de El Cairo y Beijing que revelan una filosofía del hombre nuevo y del mundo nuevo, en su esfuerzo por trazar formas de llegar a ellos.

Esta filosofía recomienda no preocuparse por el cuidado de los que ya no son productivos ni da alguna esperanza de una vida de calidad, se recomienda reducir el número de participantes en la mesa de la humanidad, para que la llamada felicidad, ya adquirida por algunos, no sea tocada.

El carácter típico de esta nueva antropología, que está en la base del Nuevo Orden Mundial, se revela sobre todo en la imagen de la mujer, en la ideología del “empoderamiento de las mujeres”, propuesta en Beijing.

El objetivo es la autorrealización de las mujeres para quienes los principales obstáculos son la familia y la maternidad. Esto debe desaparecer antes de la “equidad y la igualdad de género”, antes de que se realice un ser humano indistinto y uniforme, en cuya vida la sexualidad no tendría otro significado que la voluptuosidad.

DE DEFENSORA DE LOS DERECHOS TRADICIONALES A CREADORA DE NUEVOS DERECHOS

El P. Schooyans nos revela la transformación del original reconocimiento de una ONU defensora tradicional de los derechos humanos, con la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre” de 1948, hasta hoy que en palabras del autor, se ha llegado a una

“reinterpretación perversa de los derechos del hombre que opera bajo la influencia del voluntarismo; la oposición a los Estados soberanos; el establecimiento de una inquisición laica al amparo de la tolerancia; y el uso de la ley para “legitimar” la violencia.

Los resultados de esta disminución del hombre, expulsado de ser el dueño de la tierra, pone los derechos humanos sobre la base de la fuerza física, de modo que “los derechos del animal fuerte son superiores a los del hombre débil”

COMO SE DIBUJA EL CONSENSO PARA QUITAR EL PODER A LOS ESTADO NACIONALES

Recientes conferencias internacionales se han ocupado de aplicar una nueva norma política – en El Cairo en 1994, Beijing en 1995, y en Nueva York en 2000, entre otras. Siendo marcadas por “recurrir a un consenso”, sobre la que el autor comenta:

“Este consenso convoca constantemente, de modo engañoso, a anular la legislación nacional que continua basándose en la objetividad de los derechos del hombre, típica de la tradición clásica. Por esto, la legislación nacional, está cada vez más y más arrinconada para parecer falsa en relación con estas “conclusiones”, planes secretos y otros planes de acción”.

El Padre Schooyans ilustra el resultado ominoso: “El consenso se obtiene en las asambleas internacionales gracias a las organizaciones no gubernamentales que hacen un buen trabajo de cabildeo. (En esta partitura, el premio va para la Federación Internacional de Planificación de la Familia). Luego de este consenso se presiona a las naciones para que puedan ‘ser fieles a sí mismas’ para firmar pactos o convenios sobre esos asuntos y programas de acciones consensuadas. Una vez ratificados, estos instrumentos jurídicos tendrán fuerza de ley en las naciones participantes”

El Padre Schooyans cita algunos ejemplos de conflicto entre tales consensos promovidos por la ONU y las leyes nacionales, uno de ellos el reconocimiento de Gran Bretaña del derecho de los padres a decidir si sus hijos deben o no deben asistir a las clases de educación sexual, y la trayectoria de la ONU hacia los derechos del niño.

LOS NUEVOS DERECHOS CREADOS POR LA ONU

El autor ve la marcha hacia una nueva ética creada por unos “nuevos derechos” en áreas tales como la homosexualidad, la eutanasia, la supresión de la supervisión de los hijos, la pedofilia, el divorcio, la prostitución y cómo éstos se dirigen hacia la “sacralización civil de la violencia”.

El final de este “viaje neo-nietzscheano”, advierte será la reconversión de la violencia individual por la violencia institucional.

“Por su propia naturaleza, esta misma “nueva ética” será… intolerante, ya que debe ser así para poder procurar la uniformidad social y hacer individuos unidimensionales”.

LA DEIFICACIÓN DE LA TIERRA Y LA SUSTENTABILIDAD ECOLÓGICA

El Padre Schooyans culpa a la falsa idea de derechos humanos que tiene la ONU a la determinación de éste organismo mundial a “deificar la Tierra y desacralizar al hombre”.

La Carta de la Tierra de 1992, según el autor, refleja un cientificismo evolutivo que acepta al hombre como un producto de la evolución e ignora su capacidad de preguntarse e indagar sus significados. Incluyendo los de su propia existencia: Vida, muerte y necesidad de libertad.

Contrariamente la Carta subordina al hombre a una “ecología imperativa”, que excluye toda discusión del por qué las cosas existen, por tanto, cierra el debate a favor de una evolución puramente materialista.

Todo esto está en manos del Consejo de la Tierra y de la Cruz Verde, dos organizaciones no gubernamentales.

Su éxito, Fr. Schooyans señala “se dirige a dejar sin efecto la concepción realista de los derechos del hombre“.

LA BÚSQUEDA DEL ABSOLUTISMO

El siguiente paso hacia un absolutismo que terminará con todo el reconocimiento del individualismo es la propuesta de los burócratas de la ONU de “Instrumentos jurídicos adecuados que eviten el control nacional”.

Uno de éstos “instrumentos jurídicos” previsto por el autor ya existe – la Corte Penal Internacional (CPI).

El Padre Schooyans advierte que bajo la presión de las feministas y / o homosexuales radicales la competencia de este tribunal podría extenderse a ‘delitos’ concernientes a los llamados “nuevos derechos del hombre ‘obtenido por medio de “consensos”.

Es fácil ver que la Iglesia Católica o sus obispos podrían ser arrastrados ante este tribunal y condenados por negarse a “ordenar” a las mujeres o por continuar enseñando la inmoralidad de lo que significan las prácticas homosexuales.

El Padre Schooyans prevé ya, el sometimiento a los opositores del aborto, la homosexualidad y la eutanasia a un posible juicio ante jueces de este tribunal.

Señala además una resolución de 26 de noviembre de 2000 de la Comisión de la ONU de los Derechos del Hombre para crear el cargo de Representante Especial del Secretario General de la ONU “quien es el encargado de la protección de los defensores de los derechos del hombre”.

En una Declaración sobre los Defensores de los Derechos del Hombre (difundida en marzo, 2000) dice que

“los nuevos derechos del hombre deben ser promovidos activamente y rápidamente para formar parte de la legislación nacional”.

El autor dice que esto está dirigido en primer lugar a resguardar a los defensores más radicales de los nuevos derechos del hombre de toda la oposición y ataque.

El autor señala que no hay duda que las acusaciones en estas materias corresponderán a la Corte Penal Internacional si no se resuelven de forma adecuada con las naciones.

“La asociación NAMBLA (una asociación que promueve la pedofilia) ya ha hecho saber que espera aprovechar la protección conferida por la Declaración (sobre los Defensores de los Derechos del Hombre) para protegerse contra los que se oponen a la pedofilia“.

UNA FUERTE PRESIÓN PARA QUE SE ADOPTEN LOS NUEVOS DERECHOS

El Padre Schooyans acusa a los funcionarios de la ONU de presionar para que los “nuevos derechos del hombre” sean adoptados, incluidos los que el autor ve como una reorganización de derecho sexual destacando que:

  • “Las diferencias de roles entre hombres y mujeres en la sociedad no son naturales sino culturales”
  • “Todo el mundo es libre de elegir su sexo o cambiarlo; las uniones homosexuales tienen el “derecho” a la adopción Y las “familias monoparentales, uniones del mismo sexo, como modelos familiares”;
  • “Legalizar y dar fácil acceso a la anticoncepción en todas sus formas y al aborto”;
  • “La educación sexual obligatoria sexual para adolescentes… La libertad sexual para los adolescentes sin el control de los padres…”

LA CREACIÓN DE UNA NUEVA RELIGIÓN DE CONSENSO

El Padre Schooyans identifica el deseo de la ONU de “hacer el paso por la puerta reservada para la conciencia.”

Esto fue revelado, dice el autor, en la reunión de los 1000 líderes mundiales religiosos por la paz, que son parte de la cumbre del Pacto Mundial de Nueva York en julio de 2000.

El propósito específico de “Unirse a la Iniciativa Religiosa” es la creación de una religión mundial para obtener una “nueva ética planetaria”.

Todos los proselitismos (esfuerzos de conversión) de cada religión de forma individual estarían prohibidos. Los “Círculos de la cooperación” podrían difundir que adoptemos una nueva religión panteísta.

La reunión de estos líderes religiosos terminó, en palabras del P. Schooyans “con un elogio de la tolerancia, el agnosticismo, y el relativismo radical mal entendido.”

Comprensiblemente, el Cardenal Francis Arinze, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, no pudo firmar esa iniciativa.

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA ÉLITE SOBERANA MUNDIAL

El Padre Schooyans vio toda la febril actividad del Milenio del año 2000, que incluyó la cumbre de jefes de Estado y de los líderes de las religiones en Nueva York, como parte de los esfuerzos del secretario general para erigir una

“ONU como un auténtico criadero para una ‘elite’ soberana mundial, y para transformarla en un lugar de concentración de poder sin precedentes en la historia”.

Esto, el sostiene autor, dejaría a los gobiernos y parlamentos en un papel residual… ‘Compartir la responsabilidad’ es una nueva expresión de trampa explosiva que indica que la ONU ya no se conforma con jugar un papel secundario. Tiene la intención de ponerse al centro del poder mundial y equiparse, poco a poco, con todos los aparatos de control que necesite para ejercer lo que cree, es su misión en el Nuevo Milenio”.

LA BASE TEÓRICA DE ESTE MOVIMIENTO ES DE HANS KELSEN

El Padre Schooyans identifica al filósofo-teórico Hans Kelsen (1881-1973) detrás de esta obra arquitectónica de un nuevo absolutismo mundial.

“No es una exageración decir que los conceptos de consenso de los nuevos derechos del hombre, de internacionalismo y de la mayoría de los otros temas que hemos encontrado se encuentren su fuente en esta teoría de un total derecho racionalista y positivista de la ONU. Se sabe que Kelsen, probablemente no tenía conocimiento de la perversa utilización que se hizo de su pensamiento en el ambiente de la ONU. No es menos cierto que el capital de trabajo de Kelsen [Teoría Pura], cuya influencia sigue siendo ejercida sobre los juristas de todo el mundo, es una guía que no se puede pasar por alto si se quiere entender las tendencias actuales de la ONU. Eso es tanto más evidente cuando uno se da cuenta que el profesor vienés de Berkeley influyó en la redacción de la Carta”.

Kelsen pone la “norma suprema” más allá de los cuestionamientos, exigiendo obediencia por el deber u obediencia ciega.

Kelsen escribe:

“Los Estados… No conservarán la autoridad (para crear normas) excepto en la medida en que el derecho internacional reserve tal materia, por ello se terminará eliminando la libertad de regular leyes nacionales… Si alguien admite que el derecho internacional sea un orden jurídico supranacional, los mandatos de los países ya no tendrán autoridad ilimitada”

Y el Padre Schooyans dice: Esto explica el papel que se le transferirá a la Corte Penal Internacional. Dado que ya no habrá forma de identificar los principios generales del derecho. Le corresponderá al tribunal demostrar el significado de los textos jurídicos y las decisiones consensuadas, y decir cuál es la interpretación válida. Las discrepancias en la interpretación serán de ahí en adelante intolerables, porque arruinarán el orden jurídico y en consecuencia al Estado supranacional… “

Las convenciones y pactos ya no aparecerán aquí como acuerdos aprobados de forma libre por los Estados soberanos e individuales, sino como un vínculo jurídico que emanará de la voluntad de la organización internacional, lo que requerirá, a través de las ratificaciones, la obediencia de los Estados”.

El Padre Schooyans comenta que: “Con tal asombrosa teoría de la ley , estaremos en la presencia de la concentración piramidal de un poder absoluto y sin precedentes en la historia”.

Declara además: “Se observa, entonces, que el orden jurídico mundial será construido no para el servicio de un tipo imperial hegemónica clásico, sino para controlar la vida. La norma suprema aquí será el dominio sobre la vida con el fin de llegar, por lo tanto, a dominar a los hombres y a todas las cosas“.

Es fácil ver que para obtener este dominio sobre la vida, la destrucción de los verdaderos derechos humanos es necesaria.

Como el Padre Schooyans explica: “En los ambientes de la ONU, la destrucción de las Naciones aparece entonces, como un objetivo a ser buscado, si se quiere definitivamente sofocar la concepción antropocéntrica de los derechos del hombre. Al poner fin al organismo intermediario que es el Estado Nacional, un Estado mundial centralizado lo reemplazaría. Manera en que entonces se vendría la llegada de los tecnócratas y otros aspirantes a un gobierno mundial totalitario”.

LA CONSAGRACIÓN DEL DERECHO A LA VIOLENCIA Y A LA MUERTE

El Padre Schooyans ve al aborto, la eutanasia y la esterilización como un esfuerzo para abrirnos a un totalitarismo en todo el mundo.

El autor ve todas estas prácticas como expresión que tiende a convertir la violencia en un derecho, hacia “el don de la muerte”, como expresión de la voluntad soberana: De hecho, en el caso del aborto, en el que un inocente es absolutamente declarado culpable, es el mal que resulta de una anticoncepción fallida “El obstáculo para un carrera o para la comodidad”; un obstáculo inadmisible para nuestra propia libertad; un freno para el enriquecimiento y desarrollo. La violencia absoluta recae sobre un total inocente. El inocente debe ser linchado. En consecuencia, el inocente debe ser designado como víctima, como un chivo expiatorio, e incluso como una víctima inocente, y debe ser tratado como tal, con una violencia que lo silenciará y lo hará desaparecer”.

Se puede hablar de forma análoga sobre los pobres del Tercer Mundo, a quienes se le quieren esterilizar; los deficientes mentales o los enfermos terminales a los que se le quieren practicar la eutanasia; a los mendigos, los niños de la calle a los que se le quiere disparar como a conejos. En nombre de los “nuevos derechos del hombre”, categorías enteras de seres humanos pueden ser condenado a muerte sin que los asesinos cometan homicidio. Estos seres se ven privados de todos sus derechos y toda protección jurídica esta apartada de ellos”.

No es de extrañar, entonces, que el P. Schooyans informe que, La presencia cristiana perturba a la presente ONU, ya que en el dominio de la antropología, la ONU ha rechazado toda referencia a la verdad… Está claro para todos que la Iglesia no puede admitir que toda referencia a la verdad sea expulsada”.

LA SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA

Muchos de estos horrores visitan la humanidad con la excusa de un “desarrollo sostenible” – es decir, restringen la expansión humana en la afirmación que es perjudicial para el planeta, como si el hombre estuviera sujeto a la Tierra, en lugar de la Tierra al hombre:

“Aquí no hay muchas preguntas para pedirle a los hombres de hoy que se sacrifiquen para conseguir una utopía de un futuro radiante por nacer. En el nombre de las generaciones futuras, se deben tomar medidas draconianas sin demora para restringir el mal causado por las intervenciones humanas en el planeta. Para recuperar esta “ética del futuro” los ecologistas impregnaron fuertemente ideas de la Nueva Era, exaltando el culto de Gaia. Ellos concluyeron que los derechos de la Madre Tierra son más importantes que los derechos de estos seres efímeros llamados hombres“.

Las convocatorias sobre el “desarrollo sostenible” que vienen desde las Conferencias de la ONU en Estocolmo en 1972 deben ser vistas bajo esta luz.

La Carta de la Tierra exige al hombre reconocer, no sólo los derechos de la tierra en general, sino también los derechos de los seres vivos, especialmente de los animales. En breve, el hombre debe aceptar ser sujeto al imperativo ecológico”.

Fuentes:




Con la colaboración de Pilar Zarama, M.A. en Psicología, es una colombiana experta en temas del Anticristo y Últimos Tiempos.

Foros de la Virgen María

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