Está creciendo en el mundo la
demanda de legalización del consumo y la producción de marihuana, pero eso no
significa que la sustancia no sea adictiva ni dañina para los consumidores; es
más, se trata de una adicción dañina que se puede catalogar como la ‘enfermedad
de la manipulación’.
Cientos de miles de padres,
hermanos, parejas, amigos, ven perplejos como un ser querido está atado a la
marihuana y no saben cómo ayudarle. Este artículo va dirigido al consumidor y a
los que se preocupan por él.
Algunos piensan que la
marihuana es mala porque lleva a consumir otras drogas más pesadas, sin dudas
que eso es peor, pero consumir marihuana por sí solo tiene efectos nocivos para
la salud, la psicología de consumidor y para la sociedad.
QUE ES LA MARIHUANA
La marihuana no es una sola planta, sino una familia completa, las cannabáceas (familia
Cannabaceae). De éstas, la Cannabis sativa L. y la Cannabis indica L.
son las que se acostumbra fumar porque tienen la más alta concentración de unas
sustancias llamadas cannabinoides.
Estos compuestos químicos, en particular el
tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol, producen efectos en el organismo, algunos de los cuales afectan la
función cerebral.
En general, el THC deprime el
sistema nervioso central, es decir, genera sensación de bienestar y
tranquilidad, reduce la ansiedad y puede provocar euforia. Además, puede
estimular el apetito y reducir las náuseas y los espasmos (acción
antiespasmódica). Por último, puede causar somnolencia y reducir la percepción
del dolor.
El cannabidiol reduce la
ansiedad, puede ayudar a atacar las células cancerosas en el cáncer de mama y
tiene acción anticonvulsiva, lo que resulta de particular interés en el caso de
enfermedades como la epilepsia; todo esto está bajo estudio y aún no hay
resultados definitivos.
SUS EFECTOS QUÍMICOS EN EL
CUERPO
La marihuana presenta, en
primera instancia, el efecto
psicoactivo del THC, que aunque puede provocar sensación de
bienestar y de euforia, en dosis mayores también puede llevar a estados de
ansiedad, pérdida de atención, disociación, paranoia, ataques de pánico y
psicosis. Físicamente también puede presentarse la sensación de sed y aumento
del ritmo cardiaco.
Si
la marihuana se ingiere, los efectos se presentan más lentamente, pero
duran más.
Es
común la sensación de pérdida de control sobre la mente y el cuerpo, lo que a su
vez produce ansiedad, miedo, aumento del ritmo cardiaco y otros efectos
negativos.
La Escuela de Medicina dela Universidad de Harvard
advierte que todos estos síntomas son
más notorios en personas que nunca han consumido marihuana, ya que
además de que no han desarrollado tolerancia, es difícil calcular la dosis con
la que se presentan los efectos más graves.
Advierten además que se han
realizado investigaciones que demuestran que el cannabis es una sustancia
adictiva y provoca dependencia física y psicológica.
A largo plazo también hay riesgos potenciales
relacionados directamente con la manera
en que actúan los cannabinoides en el cerebro.
El
funcionamiento del cerebro se debe en parte a neurotransmisores, moléculas
que llevan mensajes de una neurona a otra y se acomodan en neuroreceptores
específicos para los distintos tipos.
Uno de estos tipos de receptores son los llamados endocannabinoides, sustancias que
molecularmente son muy parecidas al THC y al cannabidiol, pero que se
producen en nuestro cerebro.
Los receptores para estos cannabinoides naturales
del cuerpo (endógenos) son utilizados por los cannabinoides que ingresan al
organismo cuando se consume marihuana (exógena), causando sensaciones
similares; pero al encontrarse en mayor
cantidad, son de mayor intensidad y duración.
Uno de los endocannabinoides, la anandamida, genera
un efecto de bienestar como el del THC,
pero también tiene una importante función protectora en el cerebro: ayuda a
olvidarlos recuerdos traumáticos o negativos.
Si hay muchos neurotransmisores de cierto tipo a la
vez, pueden ocupar todos los receptores
disponibles, es decir, saturarlos.
Si los receptores se saturan de cannabinoides
exógenos, los endocannabinoides no pueden ejercer su función y, en consecuencia, los malos recuerdos quedarán
vivos por más tiempo.
En
un estudio publicado en 2013 en la revista Psychiatry and Clinical Neuroscience,
un grupo de investigadores de diversas universidades europeas, dirigido por
Mateo Rochetti, realizó un meta estudio en el que analizó investigaciones que
emplean imágenes de resonancia magnética para comparar a voluntarios sanos que
habían consumido cannabis menos de 25 veces en toda su vida (365), con usuarios
habituales (362). Las edades de los usuarios iban de los 18 a los 40 años, las
de los otros participantes de 17 a 36.
Para esto compilaron publicaciones desde el año
2000 hasta el 2013. Los investigadores concluyeron que en los usuarios hay
efectos neurotóxicos significativos en ciertas zonas cerebrales en las cuales
se localizan algunos receptores de cannabinoides, como el hipocampo; es decir, el consumo habitual de marihuana, a largo
plazo, modifica la estructura misma del cerebro, entre otros efectos,
saturando los receptores de endocannabinoides.
Una de esas
investigaciones fue la del Dr. Hans Breiter con investigadores de la
Universidad Northwestern que han analizado la relación entre el uso ocasional
de marihuana y cambios en el cerebro, encontrando que los adultos jóvenes que
consumían cannabis sólo una o dos veces por semana mostraron anomalías
significativas en estructuras cerebrales importantes.
El co-autor principal del estudio, dijo que un
trabajo previo en su laboratorio encontró que el uso intensivo de cannabis provocó anomalías en el cerebro similares a
las observadas en pacientes con esquizofrenia.
FORMAS DE CONSUMO DE LA
MARIHUANA
El consumo de
cannabis en forma de cigarrillo, canuto o porro es el más conocido
por la gran mayoría de personas y quizás la mayoría la consume mezclándola con
tabaco.
Pero hoy en día es fácil encontrar diferentes
maneras de consumirla aspirando el humo como resultado de una combustión, a través de pipas, cachimbas, bongs,
que tienen pequeñas diferencias respecto a la cantidad de humo aspirado o la
prolongación de la aspiración y las toxinas producidas.
Aunque se sabe que la forma más
eficaz y rápida para su acción es la administración rectal.
También se puede consumir en forma individual o comunitaria. Esta última forma se le suele
llamar ‘submarino’ e implica vaporizar la marihuana en una pequeño lugar
cerrado.
RAZONES POR LAS QUE EL CONSUMO
DE MARIHUANA ES UN SERIO PROBLEMA PARA LA SALUD PÚBLICA
Las podemos dividir en cuatro categorías: físicas, psicológicas, espirituales y
sociales.
FÍSICAS
Las investigaciones demuestran
claramente que la química de la marihuana afecta el cerebro, incluso con un
consumo ocasional o recreativo.
El daño ocurre en las áreas clave del cerebro para la toma de decisiones, resolución de
problemas, gestión de la emoción, y la re-aplicación del aprendizaje.
Los adultos que utilizan regularmente marihuana
durante la adolescencia han mermado la
conectividad neuronal en áreas que involucran el estado de alerta, la
conciencia, el aprendizaje y la memoria.
Los usuarios no pueden estar
seguros de que la marihuana que está utilizando está libre de aditivos aún más
peligrosos. La marihuana de hoy es de 4 a 12 veces más potente de lo que era en
los años 60 y 70.
Las visitas a emergencias médicas vinculadas a la marihuana han aumentado
significativamente en la última década.
Efectos cognitivos agudos ocurren para aquellos
bajo la influencia de la marihuana, incluyendo alteraciones en el juicio, efectos corporales como frecuencia cardíaca
rápida, falta de coordinación física, tiempo de reacción retardada y
esterilidad masculina.
PSICOLÓGICAS
Ser fumador regular de
marihuana durante la adolescencia conduce a una caída irreversible de 10 puntos
en el coeficiente intelectual.
El uso regular de cannabis también se ha asociado
con un mayor riesgo para la depresión,
la ansiedad y la esquizofrenia, para algunos, mientras que también
inductor de efectos psicóticos, como desorientación, alucinaciones, delirios o
ataques de pánico, en otros.
Porque muchos utilizan la marihuana como una forma
de hacer frente a la tristeza, el estrés y la ansiedad para sentirse bien,
relajarse o escapar, ellos pierden la
oportunidad de desarrollar un mecanismo de defensa más eficaz.
La adicción a la marihuana es evidente, ya que el 9 por ciento que experimenta con ella se
convertirán en adictos a ella y el 16 por ciento de los adolescentes que usan
marihuana se vuelven adictos.
Para muchos, la marihuana es
una droga de entrada a otras drogas más tóxicas, y el uso se intensifica con el
tiempo. Otros patrones adictivos también pueden llegar a ser evidentes como el
crimen, el juego, la comida, la evitación y el descontrol.
ESPIRITUALES
La marihuana crea obstáculos
que interfieren con el logro del potencial dado por Dios.
Como con todo el consumo de drogas, se produce la
desobediencia espiritual y la desconexión de Dios. Dios dice que es malo estar bajo influencia o haber distorsionado el
procesamiento y la capacidad de tomar decisiones. Cuando obedecemos a nuestra
carne, cosechamos el fruto de la carne.
El primer mandamiento es: “No tendrás otros
dioses (u objetos de adicción) delante de mí”.
SOCIETALES
La
legalización de la marihuana envía un mensaje equivocado a los niños. El consumo de
marihuana entre los estudiantes se ha incrementado debido al hecho de que los
gobiernos se han vuelto más permisivos.
El
alcohol y el tabaco combinados son las segundas causas más importantes de
muerte en los EE.UU. Con una mayor disponibilidad, la marihuana se unirá a ellos y
empujará a las sustancias adictivas al No. 1 en la lista.
El consumo de marihuana
impacta e interfiere con las relaciones, ya que el usuario que está vinculado a
la droga, la sustituye a otras relaciones clave.
La sociedad y el gobierno están llamados a proteger
a sus miembros, no a perjudicarles. En
caso de duda, hay que errar por el lado de la cautela y el conservadurismo, en
lugar de tomar decisiones basadas en la emoción y la gratificación instantánea.
La legalización de la marihuana abre la puerta a otras drogas adictivas y
nocivas.
A medida que se tiene más
acceso a la marihuana, la sociedad verá un aumento en problemas tales como el
divorcio, en las finanzas, bajo rendimiento laboral y otras cuestiones que
hacen estragos en las personas, los matrimonios, las familias y las
comunidades.
ESTUDIO: LA MARIHUANA
DISMINUYE LA MATERIA GRIS DEL CEREBRO
Cada
vez más estudios muestran los efectos adversos del consumo de marihuana.
Un estudio publicado
recientemente ha demostrado que hay una conexión entre el uso de la marihuana y
el volumen de la materia gris que una persona puede tener, de acuerdo con Proceedings of
the National Academy of Sciences.
Esto
implicaría que el consumo de marihuana a una edad temprana podría tener
consecuencias a largo plazo en el cerebro e incluso podría disminuir el
coeficiente intelectual. Y se une a la creciente evidencia de los efectos
nocivos del consumo. Aún entre los que consumen de forma ocasional.
En
EE.UU. y Latinoamérica hay una tendencia creciente a la legalización de la marihuana, fundamentada
explícitamente en el fracaso de la guerra frontal contra el narcotráfico y el
aumento de la violencia, EE.UU. se
mantenía como el freno a la expansión de la permisividad. Pero eso
parece que se deteriorará ahora. Ve aquí el
análisis al respecto.
En
el estudio se analizaron a 48 usuarios de marihuana. Todos
comenzaron a fumar cuando tenían entre 14 y 30 años. El promedio de edad de los
usuarios fue de 18 y fumaban alrededor de tres veces al día. La mayoría de
ellos dijeron que la habían consumido durante 10 años, aunque algunos llevaban
fumando marihuana casi 3 décadas.
Los
científicos compararon a este grupo con otro de 62 no usuarios con las mismas
edades y géneros. Todos dieron muestras de orina y tuvieron resonancias
magnéticas y pruebas para medir su coeficiente intelectual.
MENOR CANTIDAD DE MATERIA GRIS
Los investigadores encontraron
que en comparación con quienes no fumaban marihuana, aquellos que lo hacían
desde los 14 años tenían un menor volumen cerebral o materia gris en la corteza
orbitofrontal. El área que ayuda a tomar decisiones.
“Entre
más joven era el usuario más notorios fueron los cambios”, dijo la médico Francesca Filbey,
la principal investigadora del estudio y profesora asociada en la Escuela de Comportamiento y Ciencias del Cerebro de
la Universidad de Texas en Dallas.
“La
adolescencia es cuando el cerebro comienza a madurar y toma una forma más
adulta, así que cualquier exposición a sustancias tóxicas puede marcar
el rumbo de cómo acabará”, dijo la investigadora.
El
estudio también encontró un aumento en la conectividad cerebral en los usuarios
crónicos.
La comunicación entre las diferentes partes del cerebro es importante para las
habilidades de aprendizaje adaptativas y ayuda a hacer asociaciones mentales.
El cableado del cerebro
comienza a deteriorarse con el uso crónico de la marihuana. Por lo que, “mucho
o poco de una cosa no es bueno, siempre necesita haber un balance”, dijo
Filbey.
MENOR COEFICIENTE INTELECTUAL
Filbey dice que las personas
que usaron marihuana de forma habitual tuvieron un CI cinco puntos menores, en
promedio, que los no usuarios del estudio, aunque no es una prueba definitiva
de que esta sustancia sea la responsable de este resultado.
“Mientras nuestro estudio no informa sobre si los
cambios en el cerebro son consecuencias directas del uso de la marihuana, estos
efectos sugieren que esas modificaciones
están relacionadas con la edad de inicio y el tiempo de uso de la misma“, dijo Filbey.
MENOR ÁREA DISPONIBLE EN EL
CEREBRO PARA TOMAR DECISIONES
La
doctora Susan Weiss,
una directora asociada de Asuntos
Científicos en el Instituto Nacional de Abuso de Drogas dijo que el
estudio provee de evidencia contundente sobre el peligro de consumir marihuana.
“Este es un complejo e interesante estudio que
añade información al creciente cuerpo de evidencia sobre los efectos del uso
elevado de marihuana, particularmente en edades jóvenes, y su relación con cambios cerebrales adversos“, dijo Wiess.
“Este estudio mostró que la
corteza orbitofrontal, una área involucrada en la recompensa, toma de
decisiones y motivación, era menor en los usuarios y que otros circuitos
cerebrales eran incrementados, probablemente para compensar la función
disminuida de esta región”.
LA MARIHUANA NO ES UNA
SUSTANCIA BENIGNA
“Hemos
visto un aumento constante en la incidencia de consumo de marihuana desde el
año 2007“, dijo la Dra. Francesca Filbey, según el Centro
para la salud del cerebro.
“Sin embargo, la investigación sobre sus efectos a
largo plazo sigue siendo escasa a pesar de los cambios en la legislación que
rodea a la marihuana y la conversación continua en torno a este tema de salud
pública relevante.”
Ben Cort, director del Centro para la Dependencia,
Adicción y Rehabilitación de la Universidad de Colorado, dijo a The Christian
Post que el estudio demostró una vez más que la marihuana “no es una sustancia benigna.”
“Estamos
viendo una y otra vez y otra vez a través de estudios longitudinales revisadas
por pares exactamente lo que todos hemos conocido”, dijo Cort.
Cort aludió a otra revisión
publicada en junio por la doctora Nora D. Volkow, del Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas, que mostró
los daños del uso de la marihuana en la adolescencia.
“Es importante alertar al
público que el uso de la marihuana en la adolescencia trae riesgo de salud,
social, académico”.
“Los médicos, en particular, pueden desempeñar un
papel en la transmisión a las familias que el consumo temprano de la marihuana puede interferir con hitos sociales y de
desarrollo cruciales y puede afectar el desarrollo cognitivo.”
HAY ESTUDIOS QUE MUESTRAN
TAMBIÉN EFECTOS EN EL CEREBRO EN LOS CONSUMIDORES OCASIONALES DE MARIHUANA
Por primera vez, investigadores de la Universidad
Northwestern han analizado la relación entre el uso ocasional de marihuana y
cambios en el cerebro – y encontraron que los adultos jóvenes que consumían cannabis sólo una o dos veces por
semana mostraron anomalías significativas en dos estructuras cerebrales
importantes.
Los hallazgos del estudio, que
fue publicado en la
revista Journal of Neuroscience, son similares a investigaciones
anteriores de que el consumo de marihuana a largo plazo causa enfermedad mental
y cambios en el desarrollo del cerebro.
El co-autor principal del estudio, dijo que se
inspiró al mirar los efectos del uso de la marihuana informal después, que un
trabajo previo en su laboratorio, encontró que el uso intensivo de cannabis provocó anomalías en el cerebro similares a
las observadas en pacientes con esquizofrenia.
“La interacción de la marihuana con el desarrollo
del cerebro podría ser un problema significativo”, dijo el Dr. Hans Breiter,
autor del estudio.
“Hubo alteraciones en la memoria de trabajo,
que es fundamental para todo lo que haces”, dijo Breiter,
profesor de psiquiatría y ciencias conductuales de la Universidad Northwestern
Feinberg School of Medicine.
“Cuando haces juicios o decisiones, planificas
cosas, haces matemáticas, cualquier
cosa que hagas, siempre implica la memoria de trabajo. Es uno de los
aspectos básicos fundamentales de nuestro cerebro que usamos todos los días.
Así que dado los resultados, hemos decidido que tenemos que mirar el uso ocasional,
recreativo”.
Debido a que estas regiones
cerebrales son fundamentales para la motivación, los resultados de la
Northwestern ayudan a apoyar la conocida teoría de que el consumo de marihuana
conduce a una condición conocida como la desmotivación. También llamado
síndrome de desmotivación, esta condición psicológica hace que las personas se
vuelvan menos orientadas hacia sus metas y propósitos en la vida, así como
parezcan menos enfocadas en general. Ver acá más
sobre el estudio.
PSICOSIS CANNÁBICA Y
ESQUIZOFRENIA
La psicosis cannábica es
definida como un estado psicótico producido por el consumo de cantidades de
esta sustancia y que producen sensación de confusión, amnesia o desorientación
sin que haya una historia personal o familiar de psicosis.
Estos
síntomas suelen desaparecer en días o semanas si se deja de consumir el
cannabis;
aunque, habría que añadir que algunos investigadores y psicólogos afirman que
después se vio que estas personas, diagnosticadas con psicosis cannábica, fueron diagnosticadas posteriormente de
esquizofrenia por lo que pusieron en duda su reversibilidad.
A lo largo del tiempo se han realizado estudios
longitudinales que han mostrado como el
consumo de cannabis en edades tempranas incrementa el riesgo de psicosis en la
edad adulta. Este riesgo sería mayor en función del aumento de la
cantidad de cannabis consumido y el inicio precoz del consumo
Lo que los estudios afirman y
confirman es que el consumo de cannabis puede aumentar en dos o tres veces el
riesgo de desarrollar esquizofrenia o un trastorno esquizofreniforme.
LA MARIHUANA EN EL CEREBRO DE
LOS ADOLESCENTES
La adolescencia es un periodo
clave para la conformación de circuitos neuronales. Diversos estudios indican
que el uso de la marihuana entorpece este proceso de maduración del cerebro.
Al dejar la marihuana, los consumidores regulares
experimentan fallas en la memoria, el
aprendizaje y la fluidez verbal.
La
probabilidad de revertir estas fallas cognitivas es menor y toma más
tiempo en personas que comenzaron a consumir marihuana en la adolescencia.
El uso de la marihuana antes de los 18 años aumenta
el riesgo de aparición de trastornos
psicóticos y rasgos de esquizofrenia. El riesgo es aún mayor en menores
de 15 años.
Las capacidades
de autocontrol, planeación y toma de decisiones resultan más afectadas a
largo plazo si el consumo de marihuana comenzó en la adolescencia.
Desarrollar dependencia a la
marihuana o consumirla más de cuatro veces a la semana durante más de tres años
deteriora el coeficiente intelectual, especialmente en quienes comenzaron a
consumirla antes de los 18 años..
CÓMO TRATAR LA ‘ENFERMEDAD DE
LA MANIPULACIÓN’
Los psicólogos que tratan esta enfermedad dicen que
es una de las peores por su estatus
a caballo de una droga que hace daño pero con una buena prensa.
El
consumidor sabe internamente que no es buena, pero manipula a sus familiares y
amigos no fumadores para que no reaccionen negativamente, se
despreocupen de lo que pasa y hasta justifiquen su consumo, llegando a las
peores maniobras y agresiones contra allegados que le denuncian firmemente su
adicción.
Quien quiera interiorizarse debe saber que el
consumidor pasa por varias etapas.
En
su primera etapa se instala la negación y el ocultamiento, el ‘yo no
consumo’, pero como todo sale a la luz, llega un momento en que debe admitir
por la fuerza de los hechos que consume.
Y ahí comienza la segunda
etapa que es la minimización: ‘consumo de vez en cuando’, ‘ya dejé de consumir
porque me caía mal’.
Esta trama de mentiras no es gratis, le pesa al
consumidor porque por un lado siente placer y por otro siente sus efectos
negativos; y la única forma de
soportarlo sin caerse psicológicamente es apoyarse en sus amigos fumadores, o
sea entrar en la cultura fumadora, lo que lleva a la tercera etapa que
es la racionalización.
En la etapa de racionalización
el consumidor comienza a admitir que consume pero elabora narrativas para
justificarlo ´¡que te va a hacer!, ‘peor es el alcohol y es de venta libre’, y
la de moda en estos momentos: ‘la están usando como medicamento en los
hospitales’, a pesar que él no la consume como medicamento controlado por un
médico sino como una droga para el placer.
Es
en esta etapa que se producen las apropiaciones para el consumo, porque el
vicio cuesta dinero y quizás en medio de este proceso el consumidor haya
perdido su empleo por falta de concentración en el trabajo, cansancio,
somnolencia, falta de motivación, y también
probablemente hayan comenzado a usar drogas más pesadas y más caras.
Ante
esta enfermedad altamente manipuladora ¿cómo detectar su consumo? La recomendación es buscar el síndrome de abstinencia, que es
la reacción del cuerpo a ya no tener la droga en su sistema, que resulta un
indicador de que hay una dependencia física de la droga. Algunos de los
síntomas del síndrome de abstinencia son: irritabilidad, cambios de humor,
dificultad para dormir, disminución del apetito, antojos, agitación, malestares
físicos,
¿Y
cómo ayudar a la persona a vencer la adicción?
Los Centros de Salud de EE.UU. dicen que los
adultos que buscan tratamiento para algún trastorno relacionado con el uso de
marihuana, han usado marihuana casi a
diario por más de diez años y han intentado dejarla más de seis veces. Ver aquí la referencia.
Uno
de los mayores obstáculos para ayudar a alguien con dependencia de la marihuana
es probarle
que su consumo puede ocasionarle adicción o efectos negativos físicos y
psicológicos.
Hay que estar preparado
espiritualmente para dar la batalla de las excusas y negaciones. Y en esta
etapa hay que hablar con las personas de forma comprensiva y sin juicios de
valor, pero estableciendo límites, con firmeza.
El
consumidor debe saber que estás ahí listo para ayudarle cuando quiera
abordar el problema, pero no para
apoyarle para que continúe la adicción.
El enfoque
de sermonear, castigar a la personas y discutir permanentemente con ella
sobre su consumo es un paso a que la persona se aleje de ti.
Y cuando la persona esté lista
para combatir la adicción deberías ayudarla a buscar lugares y terapias de rehabilitación,
y luego que comenzó, estar atento a las recaídas. Ver más aquí.
Finalmente, quien
trata de ayudar a un adicto debe evitar culparse a sí mismo por la adicción del
otro, ni buscar otros culpables.
POSICIÓN DE LA IGLESIA
CATÓLICA SOBRE LAS DROGAS
La posición de la Iglesia respecto a la
drogadicción puede leerse en el
documento “Familia y
Toxicodependencia. De la desesperación a la esperanza”,
redactado por el Pontificio Consejo para la Familia.
En resumidas
cuentas dice que la droga no es el problema principal del
toxicodependiente. El consumo de droga
es sólo una respuesta falaz a la falta de sentido positivo de la vida.
En los motivos personales al origen del consumo de
sustancias estupefacientes, prescindiendo de la edad y de la frecuencia con que
las usan, se constata un motivo constante y fundamental: la ausencia de valores morales y una falta de
armonía interior de la persona.
Quien hace uso de la droga vive en una condición mental equiparada a una
adolescencia interminable.
Fundamentalmente el
toxicodependiente es un “enfermo de amor”; no ha conocido el amor; no sabe amar
en el modo justo porque no ha sido amado en el modo justo.
Frecuentemente se encuentra en ellos el temor del futuro o en el rechazo de nuevas
responsabilidades.
El toxicodependiente viene frecuentemente de una familia que no sabe reaccionar al stress
porque es inestable, incompleta o dividida. Hoy van en preocupante
aumento las salidas negativas de las crisis matrimoniales y familiares:
facilidad de separación y de divorcio, convivencias, incapacidad de ofrecer una
educación integral para hacer frente a problemas comunes, falta de diálogo, etc.
La propuesta de la Iglesia es un proyecto
evangélico sobre el hombre. Al toxicodependiente, carente fundamentalmente de
amor, hay que hacer conocer y
experimentar el amor de Cristo Jesús. En medio de una desazón
atormentada, en el vacío profundo de la propia existencia, el itinerario hacia
la esperanza pasa por el renacer de un ideal auténtico de vida.
Recientemente el Papa Francisco
ha dicho que las drogas
“Son un flagelo”. “Las drogas
no se vencen con la droga”, dijo el Pontífice. “La droga es un mal, y como un mal no podemos
ceder o comprometernos”.
Fue muy explícito al insistir que es contrario a la legalización de las llamadas
‘drogas blandas’,
“El flagelo de las drogas continúa haciendo estragos en formas y dimensiones
impresionantes, impulsado por un mercado que cruza las fronteras nacionales y
continentales. De esta manera, existe el peligro cada vez mayor para los
jóvenes y adolescentes. Frente a este fenómeno, siento la necesidad de expresar
mi dolor y mi preocupación”.
La posición del Papa parece fundamentarse en los
trastornos que a todo nivel trae la dependencia de la droga, especialmente en
los jóvenes.
Fuentes:
- http://www.newhealthadvisor.com/Why-Marijuana-Should-Not-Be-Legalized.html
- http://townhall.com/columnists/johnhawkins/2014/01/21/5-reasons-marijuana-should-remain-illegal-n1782086/page/full
- http://mic.com/articles/113186/9-reasons-we-should-never-never-never-ever-legalize-marijuana
- http://dfaf.org/assets/docs/Top Ten Reasons Not
to Legalize color block style.pdf
- http://www.cnbc.com/id/36267223
- http://civilliberty.about.com/od/drugpolicy/tp/Why-is-Marijuana-Illegal.htm
- http://www.christianpost.com/news/top-19-physical-psychological-spiritual-and-societal-reasons-marijuana-should-not-be-legal-124123/
- http://www.mercatornet.com/articles/view/marijuana_science_not_hype_will_clear_the_haze/14630
- http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/209/marihuana-medicinal#st_refDomain=&st_refQuery=
- Juan Ramón de la Fuente (coord.), Marihuana y salud, FCE, México,
2015.
- http://es.wikihow.com/ayudar-a-alguien-a-vencer-la-adicci%C3%B3n-a-la-marihuana
- https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/los-tratamientos-disponibles-para-los-trastornos-por-consumo-de-marihua
Foros de la
Virgen María
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