Según investigaciones
científicas el mayor predictor de éxito en esta vida es la capacidad de demorar
o diferir la
gratificación, o sea lo que predica la Biblia, la auto-negación.
Sin embargo la mayoría de los
católicos tienen la sensación que debemos vivir miserablemente en este mundo
para obtener la salvación para el otro mundo, y si nuestros pastores no creen
que sea así, deberían decirlo, cosa que no hacen.
Hay un famoso estudio realizado con
malvaviscos que demuestra el valor de
la auto-negación y hay un TED
hablando de ello también.
En el estudio, hecho originalmente en
los años 60, los científicos sociales llevaron a niños de
cuatro años de edad, y los colocaron cada uno en una habitación. El moderador
le dijo,
“Tengo un malvavisco
(marshmallow) para ti. Puedes comerlo ahora mismo. O, puedes esperar hasta que
regrese en 15 minutos, y entonces voy a darte un segundo malvavisco”.
En el estudio original y en cada reproducción hasta
la fecha, sólo un tercio de los niños
fue capaz de evitar el consumo de su malvavisco. ¡Los videos
en la charla TED de niños tratando de esperar no tienen precio!
Lo más importantes es que los investigadores dieron
seguimiento a los niños; 15 años más
tarde, el 100% de los niños que no habían comido el malvavisco tuvieron éxito.
Los niños
que no comían su malvavisco en el plazo de 15 minutos obtuvieron un promedio de 213
puntos más en su SAT (evaluaciones para estudiantes en EE.UU.). Eran más
felices y saludables.
Y años más tarde, “ellos
hicieron más dinero, son más felices, tienen mejores relaciones, y son menos
propensos a tener problemas” que aquellos niños que no habían sido capaces
de resistir a diferir la gratificación.
La investigación
demostró que los niños que comían
el malvavisco de inmediato eran más propensos tener problemas en la vida. En
promedio, tenían más problemas de relación, no lo hacían tan bien
económicamente y tendían a ser más infelices.
La verdad es que, la cultura de hoy nos hace creer
que la satisfacción inmediata y la auto-indulgencia nos conducen a pastos más
verdes de realización personal y alegría, pero la realidad es que nadie es llevado a una mayor felicidad a través de la
auto-indulgencia.
Al
igual que el pecado, la auto-indulgencia nos sume en una caverna de oscuridad que nos lleva
a cada vez más oscuridad, hasta que estamos tan perdidos que no podemos
encontrar la luz.
En resumen, la ciencia ha hallado sin lugar a dudas
que resistir a la auto-indulgencia, o
sea practicar la auto-negación es buena para nosotros porque da mejores frutos.
La auto-negación – al
contrario de la creencia popular – no nos lleva a una vida terrenal de miseria
e infelicidad. No significa infligirnos una tortura a nosotros mismos para
llevar una vida de servidumbre y sacrificio autoimpuesto.
Tal negación de sí mismo – incluso en este mundo –
nos abre las puertas y amplia nuestras opciones. Porque al parecer, la auto-negación engendra éxito; la auto-negación engendra
felicidad.
Esto es lo que nos dice nuestra fe. ¿No es simbolizada por la propia cruz?
Cristo ha dicho,
“Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame” (Mateo 16:24,
Marcos 8:34, Lucas 9:23)
Y en palabras de San Pablo,
“Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de
Dios, a que os ofrezcáis a vosotros
mismos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios: tal será
vuestro culto espiritual”. (Romanos 12: 1)
Nos dicen que estamos llamados a negarnos a
nosotros mismos en este mundo, para que podamos disfrutar de la felicidad
eterna en el otro. Pero escasean los
mensajes de que también la satisfacción diferida, o sea la auto-negación,
también nos trae la felicidad en este mundo.
Lo más interesante de este hallazgo científico es
que en casi todos los círculos, se nos
dice que este mundo y el otro no valoran las mismas cosas.
O bien que se puede vivir en este mundo, o se puede
vivir para el cielo, pero no se puede
hacer ambas cosas. Pero la investigación demuestra que es falso.
En las Escrituras, se nos advierte acerca de las
tentaciones de este mundo. Sin embargo, la
cultura actual del mundo promociona lo contrario de la negación propia –
la auto-indulgencia, gratificación instantánea, la glotonería de todo.
¿Cómo
podrían las leyes de este mundo realmente estar en contradicción con las leyes
de aquel que hizo este mundo?
No lo están, sino lo que está en contradicción es la cultura que ha hecho el hombre.
La
felicidad en este mundo y la felicidad en el próximo deben ser consistentes y
lo son,
debido a que la felicidad sólo se puede encontrar en el bien.
La felicidad en el otro mundo
está supeditada a negarse a sí mismo, por Dios. Pero aquí está la cosa
increíble, también en este mundo la investigación muestra que sucede lo mismo.
La ciencia demuestra que quien se auto-niega a si mismo recibe más adelante en este mundo mayores
beneficios que si uno hubiera sido auto-indulgente.
No
es cierto que debas ser miserable aquí con el fin de ser feliz en la vida
eterna.
Si vives para Dios en esta vida, no es necesario esperar a la eternidad. Lo más probable es que disfrutarás de un
mayor éxito y felicidad aquí en la tierra también.
En
pocas palabras, en este tema Ciencia y Dios predican el mismo mensaje: la
auto-negación cosecha grandes recompensas siempre.
Te
alegrarás de haber recogido tu cruz tal vez antes de lo que piensas.
Foros de la
Virgen María
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