¡Oh Príncipe
Supremo de la Milicia Celestial!, te imploro de alma, mente y corazón, que Tu
gloriosa y poderosa intercesión se cumpla en mí. Por el poder que Dios te ha
dado, San Miguel Arcángel, destierra de mi ser todos los espíritus impuros. Que
la protección de Tus Alas, me envuelvan día y noche. Que Tu Espada de Luz
Celestial corte y expulse los sentimientos malignos. Que el Amor de tu Corazón
me eleve espiritualmente y que en tus brazos de protector, yo alcance el Reino
de Dios.
viernes, 15 de abril de 2016
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