sábado, 2 de abril de 2016

LAS DIFERENCIAS INSALVABLES ENTRE EL BUDISMO Y EL CRISTIANISMO


El cristianismo no tiene buena prensa, y causa en los no cristianos desde reparos hasta aversión, en cambio el budismo sí que tiene buena prensa, porque se lo considera más inocuo y más en línea con el poder temporal, y eso lo hace más potable a los poderes del mundo, que lo promocionan.

Pero por otro lado, algunos aspectos del budismo, especialmente la meditación, ha atraído a muchos católicos que tratan de buscar un punto en común entre ambos, y todo esto sazonado con la idea post conciliar de que todas las religiones son similares, que le hablan al mismo Dios y que las diferencias son de formato.

¿Pero el budismo es compatible con el cristianismo? ¿Le están hablando al mismo Dios? Es más ¿puede considerarse al budismo como una religión o debe considerarse como una filosofía atea?

EL BUDISMO TIENE SUS ATRACTIVOS TENTADORES

Entre ellos se encuentra el deseo de vitalidad espiritual en medio del vacío de la vida secular, la promesa de la paz interior, y la necesidad de un código moral explícito.

Pero, el budismo, y el cristianismo tienen una diferencia esencial en el modo de entender el mundo.

El mundo es para el cristiano creatura de Dios, no hay necesidad por tanto de realizar un desprendimiento tan absoluto para encontrarse a sí mismo en lo profundo de su íntimo misterio.

Por otro lado ofrece algunas tentaciones sutiles al cristiano:

“La prédica pacífica, sin prejuicios, e inclusiva, pueden hacer que su atractivo siga creciendo. Al ofrecer una espiritualidad supuestamente libre de cargas doctrinarias y de toda autoridad, puede atraer a las almas hambrientas que buscan plenitud y significado”. (Romano Guardini,”El Señor”)

Para cualquiera que está desilusionado a fondo con el mundo contemporáneo, y consigo mismo, el budismo puede ofrecer muchos puntos de atracción, como la sublimidad trascendente de sus sutiles pensamientos de cuentos de hadas, el esplendor de sus obras de arte, la magnificencia de su influencia sobre vastas poblaciones, y el decidido heroísmo y refinada calma de aquellos que están inmersos en él“. (Edward Conze “El Budismo: su Esencia y Desarrollo”)

QUE ES EL BUDISMO

El budismo, una de las cuatro mayores religiones de la actualidad, se originó con la figura de Siddhartha Gaudama (563- 483 A?C), que antes de ser Buda fue hijo de un rey de la India.

Alrededor de la edad de treinta años dejó su vida privilegiada en la corte para convertirse en un asceta, y pasó varios años viajando y meditando sobre la condición humana, especialmente sobre la realidad del sufrimiento.

Un día, meditando bajo una higuera, fue “iluminado”, hecho de dónde provino su nuevo nombre, Buda (del sánscrito Buddha, que quiere decir “iluminado”) Más adelante comenzó a enseñar su dharma, o sea la doctrina de las Cuatro Verdades Nobles.

Estas son:

(1) la vida es sólo sufrimiento, cuya causa es
(2) el deseo y que, para ser
(3) libre del sufrimiento es preciso separarse del deseo. La manera de aliviar el deseo es
(4) el Sagrado Camino de las Ocho Sendas, que contiene los mandamientos éticos de Buda y conduce hacia la superación de la sed de vivir.

Las Ocho Sendas consisten en tener una correcta:
1) comprensión,
2) pensamiento,
3) palabra,
4) acción,
5) ocupación (siendo un monje),
6) esfuerzo (sublimar los malos instintos y alimentar los buenos),
7) atención (meditación), y
8) concentración (enfoque).

La meta final del budismo después de haber conocido las verdades sagradas y caminado las ocho sendas, no es simplemente erradicar el deseo, sino liberarse del sufrimiento.

En esto consiste la salvación y se logra al alcanzar el Nirvana, que literalmente significa, “la extinción de un incendio”, y es la desaparición de uno mismo y el escape del ciclo de la reencarnación.

El Nirvana no tiene una explicación racional, sólo se experimenta. El creyente cuya vida no alcanzó la perfección, se verá obligado a reencarnar una y otra vez en un ciclo vital interminable, hasta llegar al anhelado Nirvana.

Basado en la doctrina de la retribución kármica de los actos, Buda defendió esta doctrina según la cual el karma del creyente lo llevará al Nirvana o a comenzar de nuevo el ciclo.

DECLARACIÓN FORMAL DEL CATOLICISMO SEPARANDO AGUAS

El Concilio Vaticano II en el Documento Nostra Aetate se expidió con respecto a las a las religiones no cristianas, afirmando que

en el Budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y confiado pueden adquirir el estado de perfecta liberación o la suprema iluminación, por sus propios esfuerzos apoyados con el auxilio superior

“La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. Anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es “el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn., 14,6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas”.

Pero, a pesar de que el Concilio afirma que el budismo puede contener un “destello de la Verdad”, no aprueba las creencias budistas en la práctica cristiana.

DIFERENCIAS SUSTANCIALES ENTRE EL CATOLICISMO Y EL BUDISMO

SOBRE DIOS

Para los católicos, Dios es el Ser Supremo Uno y Trino, Eterno, Justo, Misericordioso, no tuvo principio ni tendrá fin. Las tres Personas de la Santísima Trinidad son: Dios Padre, Creador del mundo y de todo lo que existe, Dios Hijo, Salvador del hombre por medio de su Sacrificio en la Cruz y Dios Espíritu Santo, Consolador, Fortalecedor y Fuente de las Gracias Divinas. Como criatura que es, el católico adora y agradece a ese Dios lleno de Majestad y bondad, que por Amor lo creó y que al verlo caído dejó Su Trono y tomó la condición humana para salvar a la humanidad, devolviéndole el derecho a aspirar al Reino de los Cielos.

En el budismo, toda creencia religiosa (incluido el budismo) no es más que una construcción. El budismo no está interesado en la cuestión de Dios. La existencia de Dios le es indiferente. Ni lo afirma ni lo niega, por lo que al no reconocer ningún Dios eterno, su principio es ateo. “Dios no es ni afirmado ni negado explícitamente por el budismo” (Merton, “Místicos y Maestros Zen”)

SOBRE EL MAESTRO

La Doctrina Católica enseña que Jesucristo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, o sea Dios Hijo, es el Maestro, el Salvador y el Redentor, quien nunca negó que fuera Dios. Él enseñaba con autoridad, aunque con humildad decía que hablaba en nombre del Padre que lo había enviado, pero obraba milagros con el poder inherente a su condición divina. Los demonios a los que expulsaba sabían perfectamente que Él era Dios. Jesús, como Palabra de Dios que es, siempre invitó a los hombres a ir hacia Él.

En cambio, Buda dijo: “Yo soy un hombre, no un dios. ‘No me mires a mí, mira a mi dharma [doctrina]”. El Buda histórico es sólo uno de varios Thatagata (uno que viene por ahí) que aparecen en diferentes edades para enseñar al hombre que la vida es una ilusión y a despojarse de deseos y apegos humanos.

SOBRE EL MUNDO

Para los católicos, el mundo es el lugar visible y real creado por Dios para colocar a sus criaturas, como preámbulo a su regreso al Cielo. Tanto el mundo, como todo lo que habita en él, fue creado por y para el hombre, y por lo tanto, todo en él es criatura de Dios y el hombre debe cuidarlo y respetarlo. Por siglos ha cumplido el mandato divino, trabajando y mejorando por medio de su inteligencia y su esfuerzo el mundo que Dios le entregó.

El budismo niega la realidad existencial. No existe el mundo, nada, incluyendo el “yo”, se puede probar que existe. Para el budismo la totalidad del mundo es vacía y el vacío es el único principio, más allá del ser y del no ser. Su filosofía es pasiva y sin aspiraciones.

SOBRE EL HOMBRE

En la doctrina católica, el hombre es el rey de la creación y la criatura por excelencia del Creador, a la cual dotó de inteligencia y le regaló la libertad de elegir entre el bien y el mal. El ser libre, al mismo tiempo que otorga al hombre la posibilidad de amar, fue la causa de la caída y el rechazo del primer hombre hacia lo que Dios le ofrecía. Adán había sido creado en un estado de Gracia y en algún momento de su vida pasaría a la Gloria, pero el demonio se interpuso entre el hombre y Dios, que quiere que sus criaturas lo elijan por amor.

Buda sugiere que, “No hay yo”. Una de las dos vertientes principales del budismo, el Mahayana, enseña que el hombre ya está “extinguido”, sólo tiene que darse cuenta de ello. De lo que en el budismo se llama el no-saber surgen las fuerzas matrices que llevan al karma. A partir de ellas surge una conciencia y de ella un nombre y una forma corporal -el individuo-. Así nacen los sentidos y con ellos el contacto (percepción sensorial) con el mundo exterior. La sensación genera la sed -avaricia- y con ella el apego a la vida. De esto resulta el devenir kármico y con ello un nuevo nacimiento seguido de la vejez y la muerte. Es un ciclo que puede ser infinito.

SOBRE LA IGLESIA

La Iglesia Católica cree y enseña que es el Cuerpo Místico y la Esposa de Cristo, semilla del Reino de Dios, y el conducto de la Gracia y la Misericordia de Dios en el mundo. Jesucristo la fundó sobre la persona de Pedro y se basa en Su Persona y Su Palabra, y en la certeza de que ÉL es Camino, Verdad y Vida para el hombre y Luz del mundo que extingue toda tiniebla. La celebración comunitaria por excelencia es la Eucaristía que es la renovación del Sacrificio de Jesús en la Cruz.

Los monjes budistas tienen una asamblea, la Shanga, encargada de mantener en el tiempo la dharma (prédica) de Buda, pero él insistió en que cada persona debe encontrar su propio camino de iluminación. Las últimas palabras de Buda a sus discípulos bajo los árboles, fueron, “Haz de ti mismo una luz. Confía en ti mismo; no confíes en nadie más. Haz de mis enseñanzas tu luz. Confía sólo en ellas; no aceptes ninguna otra enseñanza.”

SOBRE EL PARAISO

Para el catolicismo es el lugar beatífico, de eterna felicidad, morada de la Santísima Trinidad y al que espera llegar todo católico, con la gracia de Dios.

El Budismo acepta el Nirvana, cuya esencia es el estado del no-ser, donde se logra la extinción del fuego del deseo. La enseñanza budista sostiene que la no-existencia es la única esperanza para escapar de los dolores de la vida. El conocimiento redentor establece: en el Nirvana, el vacío es lo único real. Buda antes de morir, afirmó que la cuestión de la otra vida “no conduce a la edificación” y que ” lo importante para el hombre es extinguirse para huir de todo deseo”.

LA NOCION DEL BIEN Y EL MAL

En el catolicismo, Dios es la fuente de todo bien y para llegar a donde está Él, y gozar de la felicidad eterna, hay que hacer el bien y luchar duramente para vencer la tendencia al pecado y evitar el mal batallando contra las tentaciones del demonio, que intenta empujar las almas al infierno. En la forma más perfecta del bien se puede lograr la santidad.

El budismo busca afanosamente la emancipación de todas las formas de pensamiento dualista, que rechaza. Predica que aceptar la existencia de algo implica dar a luz a su contrario (es decir, el amor y el odio, la alegría y el miedo, etc.), lo que resulta en una dualidad de “bien ” y “mal” que niega absolutamente.

SOBRE EL PECADO

La Iglesia Católica enseña que es la falta grave o leve que nos aparta de la amistad con Dios y pone en peligro el llegar a la felicidad eterna. Cristo predicaba la realidad del pecado y la necesidad de arrepentimiento, como único medio para obtener la salvación

En el budismo el pecado no existe. No hay una enseñanza moral, sino que el creyente debe vivir de modo correcto. La falta se atribuye mayormente a la ignorancia y puede acarrear la pérdida del Nirvana , lo que obliga a una nueva reencarnación.

VIDA, MUERTE Y RESURRECCIÓN

En el catolicismo, Dios le da al hombre una sola vida y una sola muerte. El alma es inmortal y fue creada para la eternidad. Cristo resucitó de los muertos, de una vez por todas, y regresará como Rey de Reyes.

Para el budismo no hay ningún ser permanente, sino que todo se concibe en el trance de nacer y perecer. El final es nada más que la extinción definitiva. Buda predicó el carácter insostenible de la existencia y los medios para escapar del sufrimiento: la no existencia es la única esperanza para escapar de los dolores de la vida. No hay un alma substancial permanente, la nueva esencia viviente que surge a partir de los actos de un ser anterior no es idéntica a aquel ni en cuerpo ni en alma. Lo que perdura después de la muerte es solamente la cadena causal de los actos (el karma) y eso es lo que conduce a una nueva vida. La meta es la extinción final.

SOBRE EL AMOR

Algo que es inherente al Catolicismo es la doctrina del Amor. Dios es Amor y la única manera de llegar a él es por medio del Amor. El símbolo de la Cruz, un madero vertical cruzado por otro horizontal, muestra las dos vertientes del amor tal como lo enseña Cristo. Amor a Dios, que está intrínsecamente unido y no puede separarse del amor a los hermanos.

Para el budismo, el otro parece no existir. Existe, teóricamente un amor universal, pero el prójimo no desea verse ni conocerse. El camino de perfección es individual y el creyente no tiene más contacto con el otro que el “camino correcto”. Éste implica el no hacer mal a nadie, pero no enseña específicamente a amar al otro. El creyente budista transita su ser no-ser en solitario, completamente ajeno e indiferente a caminos ajenos. Para él, salvarse quiere decir, antes que nada, liberarse del mal haciéndose indiferente al mundo, que es fuente de mal. En eso culmina el proceso espiritual.

SOBRE LA CONTEMPLACION-MEDITACION

Para el católico, la contemplación y meditación es sumergirse en la esencia de Dios, adorarlo, alabarlo, agradecerle su don, rogar y dejar que obre en nosotros. El verdadero protagonista es Dios, es Cristo, es el Espíritu Santo. El hombre alcanza la plenitud de la oración no cuando se expresa principalmente a sí mismo, sino cuando permite que en ella se haga más plenamente presente el propio Dios. La unión con Él no se realiza solamente en la vía de la purificación, sino mediante el amor.

Para el budismo, la meditación es principalmente, entrar en la propia mente y despegarse de todo, sumergiéndose en el conocimiento de uno mismo. Va creciendo en intensidad y profundidad, pero el fin es el mismo.

SOBRE EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO

Para la Iglesia Católica el sufrimiento no es parte del plan perfecto de Dios, pero nos acerca a Cristo y nos une más íntimamente con nuestro sufriente Salvador. El católico acepta que el dolor es parte de la vida y una forma de purificarse del pecado y contribuir a la propia salvación y la de otros.

El budismo enseña -y esta es una preocupación central del budismo- que uno debe escapar del sufrimiento.

EL RESUMEN LO HACE JUAN PABLO II

“A pesar de aspectos similares, existe una diferencia fundamental” entre la mística cristiana y la budista. La mística cristiana no nace de una “iluminación” puramente negativa. No nace de una conciencia del mal que existe en la unión del hombre con el mundo a través de los sentidos, el intelecto y el espíritu. En cambio, la mística cristiana nace de la Revelación de Dios vivo.”(Cruzando el umbral de la Esperanza)

¿ES EL BUDISMO EL MODELO DE RELIGIÓN POLÍTICAMENTE CORRECTA PARA EL NUEVO ORDEN MUNDIAL?

El Budismo, tiene un tratamiento muy favorable en los medios de comunicación porque coincide con el discurso políticamente correcto.

Se lo promociona en videos, y documentales y vemos como dan testimonio del mismo, personajes populares.

¿Por qué esta actitud positiva hacia una religión por parte de los instrumentos del Nuevo Orden Mundial laicista?

Debemos convenir en que el discurso cultural dominante simpatiza y promociona el budismo porque éste desconoce a Dios.

Y el objetivo del Nuevo Orden Mundial, es propiciar hombres conformistas y sin aspiraciones, que guiados por una “ética” resignificada faciliten la consecución de sociedades civiles ordenadas y que puedan ser sometidas a la tiranía del Nuevo Orden Mundial por no tener capacidad de respuesta.

El budismo es promocionado porque un aumento de sus adeptos alejaría a más hombres de la Verdad y de Dios, lo que facilitaría el control social.

Como el sistema no puede, a nivel general, extirpar del corazón del hombre el sentimiento y el impulso religioso, pretende sustituir las religiones que participan de la Verdad, y en especial el catolicismo, que es sustancialmente peligroso para ellos porque nació en occidente y es el que dio el impulso y la doctrina para la expansión científica tecnológica del mundo occidental que domina el mundo.

Así, se impulsan los movimientos sectarios y la New Age – que distorsionan al máximo la transcendencia – y el budismo, una religión atea – que desconoce y niega el alma humana.

Fuentes:




Escrito por María de los Ángeles Pizzorno
De Uruguay, Escritora, Ex Secretaria retirada

Foros de la Virgen María

No hay comentarios: