domingo, 8 de junio de 2014

NADA TE TURBE; NADA TE ESPANTE; TODO SE PASA


Quédate en silencio… Nada te turbe

Nada te turbe; nada te espante; todo se pasa; Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta.

Santa Teresa de Ávila (1515-1582)

Nada te turbe nada te espante: Quien a Dios tiene nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante: Sólo Dios basta.

Todo se pasa, Dios no se muda, La paciencia todo lo alcanza.

Hay demasiados “ruidos” en ti… “escucha” en lo profundo de tu ser…

Hay demasiadas “preocupaciones” en tu mente… y demasiado “peso” en tu corazón… “escucha” en lo profundo de tu ser… quédate a solas… “escucha” en lo profundo de tu se… entra en tu “aposento”… “escucha” en lo profundo de tu ser …

“El Señor está aquí y te llama…” te ama y te espera… “escúchale” en lo más profundo de tu ser…

“Quédate en silencio delante del Señor…”

Olvida tus palabras, olvida tus recuerdos, tus peticiones, tus proyectos; mírale, escúchale sin que tus voces interiores te distraigan.

Quédate en paz ante Él, abandona en Él toda turbación, todo cuidado, toda preocupación, olvídalo todo.

Quédate sin ataduras, libre de tus deseos, pobre como la madera muerta en invierno,
vacía de todo cuanto no sea Él.

Quédate sola, sin nadie más en tu corazón que ninguna criatura se interponga entre vuestras miradas.

Quédate sin quejas, sin estorbos, sin “huéspedes” extraños, sin nada que no sea Él.

Quédate entera, sin más recuerdo que Dios, sin buscar consuelos humanos, “sepultada” con Él y en Él, desapareciendo tú para hacerte don en su corazón.

Quédate sin tristezas, sin resentimientos, sin orgullo, sin falsas imágenes de ti misma.

“Quédate en silencio delante del Señor…”

“Quédate en silencio…”

“Quédate…”

“Quédate en silencio delante del Señor…”

(Salmo 37, 7)

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