...Sería anti-evangélico decir a un padre de familia
sin empleo, pobre, con ocho hijos y mujer enferma:"¡No ande preocupado con
lo que va a comer y a beber!
Debe de haber una diferencia en la vida de los que
tienen fe en Jesús y de los que no la tienen.
Los que tienen fe en Jesús comparten con él la
experiencia de gratuidad de Dios como Padre, Abba. Esta experiencia de paternidad tiene que revolucionar la convivencia.
Tiene que engendrar una vida comunitaria que sea fraterna, semilla de una nueva
sociedad.
¿Por qué preocuparse del vestido y de la
salud?"
(Mt 6,25.28).
Esto lo
podemos decir cuando, al imitar a Dios
como Jesús, nos organizamos entre nosotros para poder compartir,
garantizando a los hermanos la sobre vivencia.
El Reino pide una convivencia, donde no haya
acumulación, y donde haya compartir, para que todos tengan lo necesario para vivir.
El Reino
es la nueva convivencia fraterna, en la que cada persona se siente responsable
del otro.
Jesus, en Mateo 6,24-34, nos invita a
revisar la relación con los bienes materiales y trata dos asuntos de distinto
peso: Nuestra relación con el dinero (Mt
6,24) y nuestra relación con la Providencia Divina (Mt 6,25-34). Los consejos
dados por Jesús suscitan diversas preguntas de difícil respuesta.
Por ejemplo, ¿cómo entender hoy la afirmación: "No puedes servir a Dios y al dinero” ? ¿Cómo entender la recomendación de no preocuparnos con la comida, la bebida y la ropa. (Mt 6,25)?
Por ejemplo, ¿cómo entender hoy la afirmación: "No puedes servir a Dios y al dinero” ? ¿Cómo entender la recomendación de no preocuparnos con la comida, la bebida y la ropa. (Mt 6,25)?
• Mateo 6,24: «Nadie
puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se
entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.
Cada cual tendrá que elegir. Tendrá que
preguntarse: “¿Quién ocupa el primer
lugar en mi vida: Dios o el dinero?”
De esto
dependerá la comprensión de los consejos que siguen sobre la Providencia Divina
(Mt 6,25-34). No se trata de una opción hecha sólo con la cabeza, sino de
una opción de vida bien concreta que envuelve las actitudes.
• Mateo 6,25: Jesús critica la
excesiva preocupación con la comida y el vestido.
Esta
crítica de Jesús provoca hasta hoy mucho espanto entre la gente, pues la gran
preocupación que tiene un padre, una madre de familia es la comida y el vestido
para los hijos.
El motivo
de la crítica es que la vida vale más que la comida y el cuerpo vale más que la
ropa. Para aclarar su crítica, Jesús cuenta dos parábolas: de los pajaritos y
de las flores.
• Mateo 6,26-27: La parábola de
los pajaritos: la vida vale más que la comida. Jesús manda mirar a los
pajaritos. No siembran, no almacenan, y sin embargo tienen siempre algo que
comer, porque el Padre celestial los alimenta: “¿No valéis vosotros más que ellos?”
Lo que
Jesús critica es cuando la preocupación por la comida ocupa todo el horizonte
de la vida de las personas, sin dejar espacio para experimentar y saborear la
gratuidad de la fraternidad y de la pertenencia al Padre.
Por eso, el sistema neoliberal es criminal porque
obliga a la gran mayoría de las personas a vivir 24 horas al día preocupándose
por la comida y por la ropa, y produce en otra pequeña minoría rica el ansia de comprar y consumir
hasta el punto de no dejar espacio para otra cosa.
Jesús dice que la vida vale más de los bienes de
consumo. El sistema neoliberal impide la vivencia del Reino.
• Mateo 6,28-30: La parábola de los lirios: el
cuerpo vale más que el vestido. Jesús manda mirar las flores, los lirios del
campo. ¡Con qué elegancia y belleza Dios los viste! “Si Dios los viste así, ¿no
lo hará mucho más con vosotros, hombres
de poca fe?
Jesús
insiste en las cosas de la naturaleza, para que viendo las flores y el campo,
la gente recuerde la misión que tenemos: luchar por el Reino y crear una convivencia que pueda garantizar comida y
vestido para todos.
• Mateo 6,31-32: No ser como los paganos. Jesús retoma
la crítica contra una excesiva preocupación por la comida, la bebida y el
vestido. Y concluye: “¡Son los paganos
que se preocupan con todo esto!”
Debe de haber una diferencia en la vida de los que
tienen fe en Jesús y de los que no la tienen.
Los que tienen fe en Jesús comparten con él la
experiencia de gratuidad de Dios como Padre, Abba. Esta experiencia de paternidad tiene que revolucionar la convivencia.
Tiene que engendrar una vida comunitaria que sea fraterna, semilla de una nueva
sociedad.
• Mateo 6,33-34: El Reino en primer lugar. Jesús apunta
dos criterios: “Buscar primero el Reino” y “No preocuparse por el día de
mañana”. Buscar en primer lugar el Reino y su justicia significa tratar de
hacer la voluntad de Dios y permitir a Dios que reine en nuestra vida.
La búsqueda de Dios se traduce concretamente en
búsqueda de una convivencia fraterna y justa. Donde
hay esta preocupación por el Reino, nace una vida comunitaria donde todos viven
como hermanos y hermanas y nadie pasará más necesidad.
Allí no
habrá más preocupación con el día de mañana, esto es, no habrá más preocupación
en acumular.
• Buscar primero el Reino de Dios y su
justicia. El Reino de Dios tiene que ser el centro de todas
nuestras preocupaciones.
El Reino pide una convivencia, donde no haya
acumulación, y donde haya compartir, para que todos tengan lo necesario para vivir.
El Reino es la nueva convivencia fraterna, en la que cada persona se siente
responsable del otro. Esta manera de ver el Reino ayuda a entender mejor las
parábolas de los pajaritos y de las flores, pues para Jesús la Providencia
Divina pasa por la organización fraterna.
Preocuparse por el Reino y su justicia es lo mismo
que preocuparse por aceptar a Dios como Padre y ser hermanos y hermanas de
otros.
Ante el
creciente empobrecimiento causado por el neoliberalismo económico, la salida
concreta que el evangelio nos presenta y que los pobres encontrarán para su
supervivencia es la solidaridad y la organización.
• Una lama afilada en la mano de un
niño puede ser una arma mortal. Una lama afilada en la mano de una
persona agarrada con cuerdas es arma que salva. Así son las palabras de Jesús sobre la Providencia Divina.
Sería anti-evangélico decir a un padre de familia
sin empleo, pobre, con ocho hijos y mujer enferma:"¡No ande preocupado con
lo que va a comer y a beber!
¿Por qué preocuparse del vestido y de la
salud?"
(Mt 6,25.28).
Esto lo
podemos decir cuando, al imitar a Dios
como Jesús, nos organizamos entre nosotros para poder compartir,
garantizando a los hermanos la sobre vivencia.
El Reino pide una convivencia, donde no haya
acumulación, y donde haya compartir, para que todos tengan lo necesario para vivir.
El Reino es la nueva convivencia fraterna, en la que cada persona se siente
responsable del otro.
De lo contrario seríamos como los tres amigos de
Job, para defender a Dios, contaban
mentiras sobre la vida humana Sería como “disponer de un huérfano y traicionar a un amigo” (Job 6,27).
En boca del sistema de los ricos, estas palabras
pueden ser armas mortales contra los pobres.
En boca del pobre, pueden ser una salida real y
concreta para una convivencia mejor, más justa y más fraterna.
• ¿Cómo entiendo y vivo la confianza en la
Providencia Divina?
• Como cristianos tenemos la misión de dar una expresión
concreta a aquello que nos anima por dentro.
¿Cuál es la expresión que estamos dando a nuestra confianza
en la Divina Providencia?
Mi lengua
proclama tu promesa, pues justos son tus mandamientos.
Acuda tu
mano en mi socorro, pues he elegido tus ordenanzas.
(Sal 119,172-173)
Al copiar este artículo favor conservar o citar la
Fuente: EL CAMINO HACIA DIOS
www.iterindeo.blogspot.com
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