El vaticanista Sandro Magister ha dado a conocer este lunes en su blog el mensaje de Navidad del cardenal Robert Sarah, prefecto emérito del Dicasterio para el Culto Divino, que lleva fecha del 6 de enero y está íntegramente dedicado a la declaración Fiducia supplicans.
"UNA
HEREJÍA QUE MINA GRAVEMENTE A LA IGLESIA"
El purpurado guineano, de 78
años, recuerda que "la verdad es la primera de
las misericordias que Jesús ofrece al pecador",
y por tanto esa "misericordia en la
verdad" es la que debe aplicar el cristiano: "Nuestro gran riesgo es buscar la paz del mundo, la
popularidad mundana, que se compra al precio de la mentira, la ambigüedad y el
silencio cómplice".
Y "precisamente
la confusión, la falta de claridad y de verdad y la división han perturbado y
ensombrecido la fiesta de Navidad este año", porque algunos obispos "siembran
la duda y el escándalo en las almas de fe al bendecir las uniones
homosexuales como si fuesen legítimas", y así "suscitan error, escándalo, dudas y
decepciones": "Esos
obispos ignoran u olvidan la severa advertencia de Jesús contra quienes
escandalizan a los pequeños" (cfr. Mt 8, 16).
Fiducia supplicans, afirma Sarah, "no ha sabido corregir esos errores" y "con su falta de claridad ha amplificado el
problema que reina en los
corazones". Por eso agradece a las conferencias episcopales africanas,
y cita a las de Camerún, Chad o Nigeria, su "obra en favor de la verdad": "Comparto y hago mías sus decisiones y su firme oposición a la declaración Fiducia supplicans. Hay
que animar a las demás conferencias episcopales nacionales o regionales y a
cada obispo a hacer lo mismo. Con esto, uno no se opone al Papa Francisco,
sino que se opone firme y radicalmente a una herejía que mina gravemente
a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, en cuanto contraria a la fe católica
y a la Tradición".
"Todo sucesor
de los apóstoles debe atreverse a tomar en serio las palabras de Jesús: 'Que
vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí
viene del Maligno' (Mt 5, 37)... Oímos en estos
días discursos tan sutiles y retorcidos que terminan
por caer en esa maldición de Jesús, 'lo que pasa de ahí viene del Maligno'. Se
inventan nuevos significados para las palabras, se contradice o
falsifica la Escritura a la vez que se afirma que se le es fiel. Se termina
por no servir a la verdad".
Por eso, "sin
caer en vanas argucias sobre el sentido de la palabra bendición",
Sarah afirma que "la oración de la
Iglesia no se le niega a nadie, pero no puede jamás desviarse para convertirse
en una legitimación del pecado, de la estructura de pecado o incluso de la
ocasión próxima de pecado".
"Nos
corresponde como obispos, como sacerdotes, como bautizados", concluye Sarah, "dar testimonio de la
verdad a nuestro alrededor. Si no nos atrevemos a ser fieles a
la Palabra de Dios, no solamente Le traicionamos, sino que traicionamos también
a aquellos a quienes nos dirigimos".
MADRID:
"SE VA A APLICAR TOTALMENTE"
Por su parte, dos arzobispos
españoles que también se han manifestado recientemente sobre Fiducia supplicans lo
han hecho en un sentido diferente al de
Sarah.
La parroquia de San Pablo
en Lexington (Kentucky) difundió la imagen de la bendición del padre
Richard sobre una pareja lesbiana unida civilmente desde hace 22 años. El
perfil parroquial en Facebook donde
se publicó afirma que se hizo 'según las directrices de Fiducia supplicans'.
El cardenal José
Cobo, arzobispo de Madrid, en declaraciones a Religión Digital,
anunció que aplicará "totalmente la doctrina
del Papa": "Vamos a aplicar Fiducia supplicans con
la intensidad que merece y pide el documento, y quien no esté
de acuerdo, le invito a que lo lea". Dijo además que se ha "amonestado seriamente" a sacerdotes que se han manifestado públicamente
contra la declaración, "se les ha preguntado
si tienen algo en contra del Papa y se les ha recordado su juramento de
fidelidad al Santo Padre".
"Un sacerdote
no puede formar parte de un foro civil, público, en el que se insulta al
Papa", añadió Cobo, y reiteró que en la
diócesis madrileña "se va a
aplicar totalmente la doctrina del Papa... Estamos en una situación
de misión, y algunos siguen reaccionando como si viviéramos una Iglesia de
conservación".
TOLEDO:
"NO SE PUEDE RECHAZAR DE PLANO"
En la archidiócesis de Toledo,
primada de España, monseñor Francisco Cerro dirigió el 5 de enero un "comunicado a los sacerdotes" bajo su jurisdicción como consecuencia de
la Nota de Prensa del
día anterior del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, "que
invitaba a los obispos a concretar en sus diócesis esta nueva praxis
eclesial".
El arzobispo primado invita a "leer el documento en esa hermenéutica de la 'reforma
en la continuidad'", de modo que permita "mantener nuestra comunión eclesial con Jesucristo,
que pasa por la comunión con el Sucesor de Pedro".
"El documento
de Doctrina de la Fe participa del magisterio ordinario del Papa, por
llevar la firma del Sumo Pontífice", continúa
Cerro: "No se trata de una intervención
definitiva o irreformable, sino que pertenece a ese orden de verdades que
el Magisterio propone como doctrina católica, que pide
un religioso asentimiento de voluntad y entendimiento, puesto
que autoritativamente está por encima de cualquier otra interpretación de
la Palabra de Dios".
El primado de España hace una
valoración global de Fiducia supplicans en la línea que acaba
de manifestar: "Es cierto que el elemento más
problemático, que ha suscitado ciertas reacciones, es
la introducción de ese nuevo género de 'bendiciones pastorales' en
situaciones irregulares. En nuestro humilde entender, esta nueva
indicación parece querer responder, por una parte, a la
multiplicación de situaciones complejas y alejadas de la vida
en Cristo que se dan en nuestros días, y por otra, a las
prácticas que se daban en ciertas comunidades y que confundían acogida con ratificación.
Más allá de que el uso del mismo término 'bendición' se preste a confusión,
el documento apunta a dos realidades esencialmente heterogéneas. De
una parte, nada cambia al respecto de la disciplina litúrgica de la
Iglesia, que es la que expresa el dato de la fe: lex orandi, lex
credendi. La nueva propuesta, según lo indicado en el documento, es
más bien una oración de intercesión que no tiene las características
de un sacramental, sino que es un gesto de acogida personal que
en la Iglesia es siempre universal como punto de partida, a ejemplo de
Jesucristo, y que puede abrir la puerta a un acompañamiento ulterior
hacia la plenitud de vida y santidad a la que todos estamos
llamados".
Tras recordar algunas
disposiciones de Fiducia sobre la vigencia de la doctrina de la Iglesia y las
condiciones de aplicación de las nuevas bendiciones, monseñor Cerro pide a sus
sacerdotes "un esfuerzo por acoger esta palabra
autorizada de la Iglesia" con
el espíritu ignaciano de salvar la proposición del prójimo más que
condenarla", y "tratándose del magisterio del sucesor de
Pedro, con mucha más razón".
Por ello pide "prudente docilidad" y "evitar
la dialéctica pública de confrontación". En su
opinión, "no se puede rechazar de plano" la declaración del cardenal Víctor Fernández, "aunque, por su naturaleza, pueda ser ulteriormente
precisable".
"Con todo", dice, "es el ejercicio del
discernimiento de cada pastor el que verifica si se dan unas sanas
disposiciones de las personas que se acercan con una sencilla y humilde
petición al respecto. Por eso, ni hay obligación automática de hacerlo
ni de no hacerlo. Cada uno es responsable ante Dios y
ante su propia conciencia". Y cita Fiducia para
afirmar que tendremos que acostumbrarnos a aceptar que si un sacerdote da este
tipo de sencillas bendiciones no es un hereje, no
está ratificando nada ni está negando la doctrina católica”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario