sábado, 1 de julio de 2023

DECLARACIÓN DE MONS. SCHNEIDER SOBRE LA MISA TRADICIONAL

 LA PROHIBICIÓN DE LA MISA ROMANA TRADICIONAL ES UN ABUSO DEL PODER ECLESIÁSTICO Y EL INCUMPLIMIENTO DE ESTA ORDEN NO CONSTITUYE UNA DESOBEDIENCIA

1. La liturgia romana tradicional de la Misa era la liturgia de nuestros antepasados ​​católicos. Ha sido la forma de la Misa con la que fueron evangelizadas la mayoría de las naciones europeas (excepto algunos países de Europa del Este y las sedes Ibéricas y de Milán), todas las naciones americanas y la mayoría de las naciones africanas, asiáticas y oceánicas.

2. “Lo que las generaciones pasadas consideraban sagrado, sigue siendo sagrado y grande también para nosotros” (Papa Benedicto XVI).

3. “El problema con el nuevo Misal radica en su abandono de una historia siempre continua, antes y después de San Pío V, y en la creación de un libro completamente nuevo (aunque compilado de material antiguo)” (Cardenal Joseph Ratzinger) .

4. La publicación del nuevo Misal “fue acompañada de una especie de prohibición de todo lo anterior, inédita en la historia del derecho eclesiástico y de la liturgia” (Cardenal Joseph Ratzinger).

5. “Puedo decir con certeza, basado en mi conocimiento de los debates conciliares y mi lectura repetida de los discursos pronunciados por los Padres del Concilio, que esto [es decir, la reforma tal como está ahora en el nuevo Misal] no corresponde a las intenciones del Concilio Vaticano II” (Cardenal Joseph Ratzinger).

6. La liturgia romana tradicional de la Misa era la liturgia de todos los santos de rito romano que conocemos al menos durante todo el último milenio; de ahí que su antigüedad sea milenaria. Aunque comúnmente se la llama Misa “tridentina”, la misma y exacta forma de la Misa ya estaba en uso varios siglos antes del Concilio de Trento, y ese Concilio solo pidió canonizar esa forma venerable y doctrinalmente segura de la liturgia de la Iglesia de Roma.

7. La liturgia romana tradicional de la Misa tiene la más estrecha afinidad con los ritos orientales al dar testimonio de la ley litúrgica universal e ininterrumpida de la Iglesia: “En el Misal Romano de San Pío V, como en varias liturgias orientales, hay muy hermosas oraciones a través de las cuales el sacerdote expresa el más profundo sentido de humildad y reverencia ante los Sagrados Misterios: revelan la sustancia misma de la Liturgia” (Papa Juan Pablo II).

8. El Papa y los obispos no tienen, por tanto, autoridad para prohibir o limitar tan venerable forma de la Santa Misa, que fue ofrecida por los Santos durante más de mil años, de la misma manera que el Papa o los obispos no tendrían autoridad para prohibir o reformar significativamente la venerable forma del Credo Apostólico o del Niceno-Constantinopolitano, precisamente por su uso venerable, continuo y milenario.

9. Cumplir con la abusiva prohibición de esta venerable forma de la Misa de los santos, dictada lamentablemente por los eclesiásticos actuales en un tiempo de crisis eclesial sin precedentes, constituiría una falsa obediencia.

10. El incumplimiento de las prohibiciones de la Misa Tradicional no hace a uno, por este hecho, cismático, con tal de que siga reconociendo al Papa y a los obispos y siga respetándolos, y orando por ellos.

11. Al desobedecer formalmente tan inaudita prohibición de un patrimonio inalienable de la Iglesia romana, se obedece de hecho a la Iglesia Católica de todos los tiempos y a todos los Papas que diligentemente celebraron y ordenaron la conservación de esta forma venerable y canonizada de la Misa.

12. La prohibición actual del rito tradicional de la Misa es un fenómeno temporario y cesará. La Iglesia romana vive hoy una especie de exilio litúrgico, es decir, la Misa Romana Tradicional ha sido exiliada de Roma; sin embargo, el exilio, con seguridad, llegará a su fin.

13. Dado que la Misa Romana Tradicional ha estado en uso ininterrumpido durante más de un milenio, santificada por la recepción universal a lo largo del tiempo, por los santos y por los Romanos Pontífices, pertenece al patrimonio inalienable de la Iglesia romana. En consecuencia, en el futuro los Romanos Pontífices sin duda reconocerán una vez más y restablecerán el uso de esta liturgia tradicional de la Misa.

14. Los futuros Papas agradecerán a todos los sacerdotes y fieles que, en tiempos difíciles, a pesar de todas las presiones y falsas acusaciones de desobediencia, y en un espíritu de amor sincero por la Iglesia y por el honor de la Santa Sede, mantuvieron y transmitieron a las generaciones futuras el gran tesoro litúrgico de la Misa Tradicional.

+ Atanasio Schneider

Fiesta de los SS. Pedro y Pablo, 29 de junio de 2023

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