IDEAS PRÁCTICAS DE EMILIO MONTES, PÁRROCO EN VALDEPEÑAS, Y ÁLEX NAVAJAS, GESTOR DE RECURSOS
Del 29 de junio al
2 de julio se celebró en la Universidad de Alicante el encuentro
de evangelización "Transforma", organizado
por la asociación Nunc Coepi y
la red de Parroquias Renovadas.
Participaron unos 300 evangelizadores, incluyendo unos 60
sacerdotes, llegados de toda España, e incluso llegados
específicamente de México, Uruguay, Argentina, Perú e Italia.
En el encuentro se insistió en la
idea de "soñar sueños grandes" (para
las parroquias, para la evangelización, para Cristo). Pero los sueños enseguida
se aterrizan en la realidad: ¡las cosas cuestan
dinero y recursos!
Por eso, uno de los talleres
trató específicamente de eso: obtener dinero para la
evangelización, y aprovechar recursos que a menudo están mal aprovechados, especialmente en España, donde abundan
los edificios y espacios eclesiales, muchas veces mal gestionados.
A este taller acudieron
unos 40 asistentes, de los que la mitad eran sacerdotes.
Hablaron el párroco de Valdepeñas, Emilio Montes, capellán de Nunc Coepi, y
el periodista Álex Navajas, con muchas experiencias de gestión y
aprovechamiento de espacios.
UN
CURA CON DON PARA EL DINERO
Emilio Montes
ha ganado cierta popularidad en YouTube y en La Sexta porque en
sus homilías, emitidas por Internet, suele hablar con desparpajo sobre
dinero (y otros temas). Nació en Ciudad Real en 1976, de
una familia con origen en Jaén, que incluye emprendedores y empresarios. En
2002 fue ordenado sacerdote en Ciudad Real.
Le gusta hablar con claridad y retar
a los sacerdotes para que a su vez reten a sus feligreses.
"Lo que he
descubierto es que cuando cuidas a la gente, la gente es
generosa con lo que hagas en la parroquia. Pero has de ser claro y transparente, has de contar las cosas", le dice a otros párrocos y evangelizadores.
"Sí, has de
hablar con los parroquianos, por ejemplo, de sus testamentos y herencias.
Yo les digo: ¿no vas a dejar nada para la parroquia? Y ofrecer
misas: yo digo a
veces 'con que me dejes 2.000 o 3.000 euros para decir misas, me vale'".
Los curas en el público se ríen,
pero Emilio habla en serio aunque use bromas: hay que
educar a los fieles, y a la vez mostrar resultados.
"Me enviaron a
una parroquia de 1.500 habitantes que en 9 años tuvo siete párrocos. Cuando
llegué a Valdepeñas, había doce mil euros en la cuenta de la parroquia y
120.000 euros en deudas. Humanamente
estaba hundida. Pues bien, en 13 años hemos reinvertido 13 millones de
euros", ofrece como tarjeta de
presentación
"NO
HAY QUE DAR PENA, HAY QUE RECLAMAR LO QUE ES JUSTO"
El padre Montes dice que para
pedir dinero "no hay que dar pena"
sino mostrar que se está trabajando en algo bueno, y justo, en lo que todos
deben participar.
"¿Verdad
que si vives en un piso pagas gastos de escalera, de comunidad, limpieza, ascensor?
¡Y nadie protesta! Y al que no
paga se le mira mal. Todos lo entienden. Pues lo mismo pasa con los gastos de
la comunidad que es la parroquia", propone.
Anima a recordar a los fieles que
pueden ofrecer intenciones de misa, y pagar un donativo por ello.
Muchos fieles no lo piden porque no se les ofrece ni se les recuerda. "A veces, con eso, recojo 2.000 o 2.400 euros al
mes", detalla.
A menudo vale la pena empezar con
eslóganes pequeños, pero educativos. "Mi
primera campaña decía: 'si cada vez que pasas por la parroquia pones
un euro, como un café, se cubren los gastos básicos'".
Eso, para empezar. En sus homilías, o al acabar las misas, no
le importa hablar de dinero y exhortar a la generosidad y el compromiso.
En cierta ocasión, Montes llegó a
una nueva parroquia. Vio que la casa del cura llevaba 20 años sin pintar. Y la
hizo pintar.
- Llegó el cura nuevo, y lo
primero que hizo fue pintar su casa -protestaron algunos en el consejo
parroquial.
Montes respondió con argumentos
para cambiar la mentalidad, porque, comenta, "a
veces los curas somos un poco mojigatos al cuestionar las cosas".
- Tengo un amigo llamado Juan que trabaja de portero de una finca. La comunidad de
vecinos le da piso, 1.000 euros al mes, le paga agua y luz y un mes de vacaciones. Pues yo
quiero las condiciones laborales de Juan, quiero mis mil euros, mi casa, agua y luz. Como sacerdote, vengo
a servir, pero creo que mis condiciones no son exageradas -respondió.
"No pasa nada
por aclarar las cosas, por dar razones. Puedes decir: aquí en la catedral
trabajan personas en mantenimiento, limpieza, seguridad... habrá que pagarles,
¿no?", propone.
EL
DINERO SIRVE A LA COMUNIDAD
Es verdad que los feligreses piden al sacerdote que lleve una vida austera,
pero eso no significa que la parroquia esté helada en invierno, al contrario.
"A lo mejor no
enciendo calefacción o refrigeración en la casa parroquial, pero sí en la
parroquia, donde está encendida a todas horas. Mi parroquia gasta 3.000 euros
al año en calefacción y refrigeración, y hay que decirlo. El
dinero no está para llenar la cuenta, sino para que los fieles estén bien, a
gusto en la parroquia".
Un párroco debe esforzarse
en que los fieles se comprometan a un donativo mensual. Debe
haber un esfuerzo, por ejemplo, para poder enviar a los niños o adolescentes a
campamentos o peregrinaciones. No existe el gratis total, pero la
frase clave para un párroco es preguntar: "¿cuánto puedes poner? El resto lo pone
la parroquia". Así se
educa en que las cosas cuestan y se pagan, pero la parroquia ayuda.
LA
PARROQUIA SE ENDEUDA CON FAMILIAS AMIGAS, Y DEVUELVE LO PRESTADO
El padre Montes anima a las parroquias a pedir préstamos privados a familias amigas,
comprometiéndose a devolverlos. "Es
como cuando pides dinero a tus parientes: hay confianza, no hay prisas, pero se
devuelve".
Así, para comprar un órgano de
tubos de segunda mano, Montes necesitaba 25.000 euros. "Le
pedí a 10 familias concretas 2.500 euros a cada una como préstamo privado; esa
cantidad a ellas no les hacía ningún daño. Y más adelante se lo devolví. Aunque
digan 'no hace falta que me lo devuelva', lo devuelvo, porque así sé que
siempre podré volver a pedírselo en más ocasiones".
A menudo es bueno animar a la gente a pagar proyectos concretos y visibles, no "en general por la parroquia". Por
ejemplo, el párroco puede decir: "necesito 30
personas que pongan 10 euros al mes durante 6 años para pagar tal cosa". Es un proyecto limitado, no es una carga pesada.
Cuando se cumplen los 6 años, la mayoría no se borrará, sino que seguirá
pagando para nuevos proyectos.
También hay que insistir en presentar la parroquia y sus servicios como una
herencia de todos, que hay que cuidar, acrecentar y pasar a la siguiente
generación. "Esta herencia la recibimos de
nuestros mayores y hemos de mantenerla", es una
frase que resuena bien en muchos pueblos.
PAGAR
A ALGUNOS LAICOS Y TENER LA PARROQUIA ABIERTA
Hay parroquias que están siempre
cerradas por miedo a los robos. Montes, por supuesto, anima a prevenir robos,
pero es más lo que se pierde por tener la parroquia cerrada que por robos.
"Nosotros siempre
estamos abiertos y en 13 años en la parroquia solo nos robaron unos cepillos
viejísimos y unas bombillas de bajo consumo. Cuando llegué a
esta parroquia me dijeron que estaba todo cerrado para que no robaran. Yo dije:
'hay
que tenerla abierta. Tranquilos, si roban algo, yo lo repongo'".
Las parroquias viven del trabajo
voluntario generoso de muchas personas, pero es bueno pagar algo a algunas. "En mi parroquia se paga al director del coro, que
es profesor de Conservatorio, y hemos visto que en 10 años el coro mejoró
mucho. Pero las limpiadoras son voluntarias. Cada parroquia ha de ver en qué
invierte".
También es importante
organizarse con secretarias. "Yo tengo 3 secretarias en la parroquia. Una fue durante
40 años secretaria de alcaldía y su único ministerio en la parroquia era la
relación con las instituciones. El alcalde me hacía bromas: 'mi secretaria
trabaja para ti'. Ahora está jubilada, pero sigue sirviendo a
la parroquia en esa función".
VENDER
TRASTOS POR WALLAPOP, INVERTIR EN BELLEZA
Hay párrocos que no tienen
capacidad para gestionar cosas y trastos que traen los vecinos. Pero una
parroquia que tenga espacios para almacenar puede dedicar algún
voluntario a clasificar los trastos útiles o venderlos por Wallapop.
Y ahora que la parroquia tiene
dinero, hace inversiones. "Tengo un
equipo de laicos de confianza y son ellos los que hacen las inversiones. Yo firmo lo que ellos me ponen por delante", asegura
Montes.
"Benedicto XVI
hablaba mucho de la Vía de la Belleza, la 'Via Pulchritudinis'. Pedía que la
Iglesia se esforzara en hacer templos bellos en barrios pobres, por ejemplo. Yo
digo: que los salones parroquiales sean acogedores, que no parezcan un
tanatorio soviético. ¡Busca
un plan de financiación y paga lo que haga falta! Haz algo hermoso. No quitará
la pobreza pero ofrecerás dignidad".
El sacerdote Emilio
Montes y Álex Navajas hablaron en el encuentro Inspira en Alicante de gestionar
recursos y conseguir fondos para la evangelización y la pastoral.
"NO
ES QUE FALTEN DONATIVOS, ES QUE FALTA GESTIÓN"
España no es un país pobre, y la
Iglesia española es heredera de siglos de donativos, edificios, espacios... Por
eso, Álex Navajas denuncia: "a menudo
en la Iglesia no faltan donativos, sino gestión". O dicho de otra forma: "quizá Dios te está diciendo 'gestiona bien lo que ya tienes'".
Navajas ha sido uno de los
responsables de Radio María (donde reestructuró espacios ahorrando gastos),
director de un colegio y responsable varios años de la Hospedería del Valle de
los Caídos. Siempre ha buscado optimizar lo que encontraba y
acoger los impulsos generosos de la gente.
"La Biblia nos
enseña que Dios valora a los buenos gestores. En Génesis vemos que José, en
Egipto, fue buen gestor; primero, con Putifar, luego con el Faraón. Él
daba gloria a Dios haciendo una gestión buena. Y yo siento que el Señor me
llama a gestionar eficazmente espacios desaprovechados", explica Navajas.
"Hace unos
días vi un espacio parroquial en un lugar céntrico de Madrid, 200
metros cuadrados usados de almacén. ¿No es mejor ponerlo en alquiler y ganar un
dinero cada mes, dinero que puedes dedicar a
evangelizar?", pone como ejemplo.
En 2013, Álex Navajas empezó a
trabajar con la Hospedería del Valle de los Caídos. "Es inmensa
y cuando llegué me dijeron que llevaba 15 años perdiendo dinero. Pensé:
¿cómo es posible que pierda dinero, si es un sitio magnífico,
al lado del Escorial, con su turismo internacional, a 50 km de Madrid?" nero?
SU TAREA DURANTE VARIOS AÑOS
INCLUYÓ:
- cuidar
más a los visitantes habituales, mejorando el menú, las camas, calefacción,
- mostrarse más acogedor con el visitante ocasional y nuevo, quitar carteles que
desincentivaban la visita,
- dar sensación de lugar "especial": usar muebles
antiguos y sillas elegantes olvidadas en un almacén, esconder las sillas de
plástico y de madera plegables,
- mejorar la decoración, utilizar cuadros y acuarelas (regalados
o muy baratos),
- mejorar la tienda de la entrada, formar a los recepcionistas para vender,
aceptar acuerdos con orfebres o editoriales, vender muy baratos libros antiguos
que la editorial del monasterio almacenaba sin uso...
Un recurso que propone Navajas es la Fundación Valora, cuyo lema es "Todo vale,
nada sobra". Desde hace 20 años gestiona excedentes de empresas (mesas, sillas, muebles...) que muchas ONGs
y entidades cristianas pueden reutilizar.
"Calculo que en un año, en muebles y objetos nos dieron en especie el
equivalente a 90.000 euros", apunta.
Voluntarios de la asociación
Avante recogen lámparas donadas a través de Fundación Valora. Las parroquias y
apostolados católicos pueden, apoyándose en voluntarios, estar atentas a este
tipo de donativos en especie.
También vale la pena tener
contactos, hacerlos, y "que tu gente
(feligreses, amigos, usuarios) conozca tus necesidades". "Hay
gente que desea que le pidas, quizá no dinero, pero sí otras cosas", detalla. "Una vez fui a un hotel que remodelaban y me llevé 6
camiones de mantas, muebles, colchones, camas, carteles de salida de emergencia
para la hospedería (unos 100; parece una tontería, pero con cada uno
ahorré los 10 euros que valen).
Por último, Álex Navajas propuso las "tres Cs" del buen gestor que aprovecha sus recursos y contactos:
1)
Coordina
"Conoces a tu
gente, quieren ayudar, ofrecen sus habilidades, sus dones, a veces tiempo,
objetos, espacios... ¡Ilusiónales, ellos pueden hacer todo tipo de
cosas!", anima Navajas. Un párroco o un
evangelizador no tiene por qué gestionar un almacén de trastos, tienda,
librería o Wallapop... pero puede buscar a alguien que esté
dispuesto a hacerlo, igual que busca
catequistas o voluntarios de limpieza.
2)
Crea
En vez de repetir fórmulas viejas
que cuestan dinero, hay que pararse y pensar nuevas ideas, nuevas formas de usar espacios, de implicar
personas, de generar beneficios y recortar gastos. Cosas que antes parecían "un trasto viejo" ahora puede ser un "objeto con encanto" que atrae
visitantes o hace especial un lugar. Una ruta lejana y remota ahora puede ser
un "rincón hermoso para perderse" (o
encontrar a Dios).
3)
COMUNICA
Mucha gente no hace
donativos porque no se le piden. Una parroquia en el Camino
de Santiago, o con interés turístico, puede ser de visita gratuita, pero
debería tener carteles pidiendo donativos "para
la luz", "para el mantenimiento". Puede ser un cartel de
"entrada gratis, donativo sugerido 2 euros". Y peregrinos y turistas
irán dejando dinero donde antes no había, como comprobó Navajas en un pueblo de
Palencia.
Los carteles y comunicaciones
pueden anunciar de mil necesidades e ideas, pueden ofrecer patrocinios,
domiciliaciones, campañas concretas, mecenazgos...
Al final, a la buena gestión se le aplica esa creatividad expresiva que encaja bien con las palabras del Papa
Francisco en Rio de Janeiro hace ya 10 años en 2013: "¡Quiero
lío, hagan lío!"
Quien no hace nada, parece que no
se equivoca en nada... pero se equivoca en no usar los
talentos como pide la parábola de Jesús. "Prefiero una iglesia accidentada en la calle, que enferma sin salir",
decía el Papa.
La buena gestión, creativa, es
también parte de la evangelización, y esos "nuevos
métodos, nuevo lenguaje y nuevo ardor" que pedía Juan Pablo II.
No hay comentarios:
Publicar un comentario