"DIJERON QUE CAMBIAR MI CUERPO PARA QUE SE PARECIERA AL DE UN NIÑO CURARÍA MIS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL", DICE MOSLEY.
Prisha Mosley tiene 25 años y se
considera "una mujer en transición". Hace
unos días presentó una demanda ante el Tribunal Superior del condado de Gaston,
en Carolina del Norte (EE.UU), en la que acusa de estafa
a su médico, al cirujano y a todos aquellos facultativos que facilitaron su
transición de género durante
su adolescencia.
En la primera demanda de este
tipo en el estado de Carolina del Norte, Mosley alega que los profesionales
médicos que debían velar por su bienestar físico y mental causaron daños irreparables a su salud.
CAMBIAR
ARREGLARÍA TODO
La joven les acusa
de fraude, negligencia médica, infligir angustia emocional y
utilizar prácticas comerciales desleales y
engañosas durante su tratamiento por enfermedad mental y en el proceso de
reasignación de género.
El historial traumático de Mosley
ya alertaba de que algo no iba bien. La joven fue agredida sexualmente a los 14
años y sufrió un aborto espontáneo. A los 15 años fue hospitalizada
por depresión. A los 16 años le
diagnosticaron un trastorno depresivo, otro obsesivo compulsivo y un trastorno
alimentario. Llegando incluso a autolesionarse.
"Cuando tenía
16 años los médicos me pusieron en el camino de la 'transición de
género'", dijo Mosley en un artículo en Fox
News. "Dijeron que cambiar mi cuerpo para que
pareciera un niño terminaría con mis problemas de salud mental.
Que inyectarme grandes cantidades de testosterona sería bueno para mí. También
me alentaron a someterme a una cirugía para extirpar mis senos",
comentó.
"Confiaba en
que ellos me iban a cuidar. Bajo una relación de confianza, y en mi condición
tan vulnerable, creía todo lo que decían, pensaba que me estaban tratando
bien", explicó Mosley. "En lugar de abordar mis problemas de salud mental y
ayudarme a estar cómoda con mi cuerpo, los médicos me hicieron creer que dañar mi
cuerpo era la respuesta", señaló.
La voz de Mosley ha cambiado para
siempre, experimenta dolor donde estaban sus senos y sufre dolores
intensos en los hombros, el cuello y el área genital. "Durante años he tomado testosterona y eso ha
impedido que mi cuerpo se desarrollara como debiera", dijo Mosley. "Este tratamiento ha causado una atrofia vaginal y
la incapacidad de tener relaciones sexuales", apuntó.
Mosley comentó que comparte su
historia para advertir a otros de lo que está sucediendo en Estados Unidos. "He testificado ante legisladores y comités
estatales para explicar la necesidad de proteger a las personas
vulnerables como yo", señaló. También quiere que
aquellos adolescentes que buscan aceptación sepan que pueden lograrla por lo
que son.
"Tratar de
cambiar tu cuerpo no te arreglará, es más, te romperá. No tienes que cambiar tu
cuerpo para complacer a nadie, y menos a los proveedores de atención médica
que se benefician económicamente al convertirte en un paciente de por vida",
dijo Mosley.
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