Por: Andrés Jaromezuk | Fuente: Catholic-link.com
«Si es posible que Dios exista, entonces Dios existe». Esta es la conclusión a la que arriba la versión
moderna del argumento ontológico que utiliza la lógica modal para reformular el
célebre razonamiento de san Anselmo.
Como
narra el video, en 1078 San Anselmo de Canterbury introdujo un novedoso y
problemático planteo teológico al enunciar que, si puede concebirse la idea de
algo cuyo mayor no pueda ser pensado, entonces eso mayor no puede existir solo
en el entendimiento sino que tiene que existir realmente. Este enunciado, que
puede parecer complejo, nos dice que aquello que nuestro intelecto puede pensar
como mayor es la idea de Dios, pero aun concibiendo esta idea que apunta a
representar en la mente el concepto de Dios, puede agregarse algo aún mayor que
la caracterice como “aquello mayor pensado”
y esto es su existencia real. Entonces Dios existe.
¿Y por qué se llama a este argumento “ontológico”? Recibe este nombre porque pretende demostrar la existencia de Dios
apelando a lo que Dios es en esencia, y como la ontología es la parte
de la filosofía que estudia el ser y sus propiedades, se ha llamado a este
razonamiento ontológico.
Uno de
los primeros críticos a este argumento fue santo Tomás de Aquino, quien
esgrimió que aunque seamos capaces de concebir intelectualmente el ser más
perfecto que se pueda pensar, no implica necesariamente que se pueda dar fuera
del entendimiento y que exista en la realidad.
Si bien
algunos filósofos posteriores al Doctor Angélico, como Descartes, defendieron
el argumento de san Anselmo, la última de las críticas de mayor peso fue la de
Immanuel Kant quien sostuvo que la “existencia” no
es algo que pueda añadirse a las cualidades del concepto (en este caso la idea
de Dios), de modo que un concepto pensado como existente no posee más
características esenciales que un concepto simplemente pensado. Así, no puede
agregarse la existencia real a la idea de aquello mayor que pueda pensarse y,
en consecuencia, no puede deducirse que exista en la realidad.
Sin
embargo, en el siglo XX, el filósofo Alvin Plantinga reformuló el razonamiento
original al plantear el argumento ontológico modal. ¿Qué es eso de modal? No es más que la
aplicación de la lógica modal para comprender el postulado de Anselmo de
Canterbury. Pero empecemos por lo primero. La lógica es la rama de la filosofía
que estudia las reglas que regulan el correcto funcionamiento de nuestro
pensamiento. Existen tres tipos de operaciones fundamentales de la
inteligencia: la simple aprehensión, acto
por el cual la razón piensa un objeto o esencia; el juicio, cuando se
afirma o niega algo de algún objeto; y el razonamiento, por el
cual la razón, de dos o más juicios, concluye un tercero. El argumento
ontológico es un razonamiento.
La lógica
modal analiza los juicios que involucran los operadores modales “es necesario que” y “es
posible que”. Por ello, el argumento ontológico modal, como nos muestra
el video, parte del enunciado “es posible que
Dios exista” (por eso se agrega el adjetivo modal) y deduce juicios de
esta premisa inicial. Para entender cómo procede el razonamiento en sus
seis pasos quizás sea importante insistir en la definición de ciertos conceptos
clave. En esta versión del argumento ontológico Dios es
definido como un ser “Maximamente Grande”, lo
que equivale a un ser que tenga plenamente todas las mejores propiedades a
tener: omnipotencia, omnisciencia, absoluta bondad;
además de ser necesario.
Otro
concepto que puede causar ciertas dudas es el de “mundo
posible”, que es una forma en que los filósofos prueban
racionalmente situaciones hipotética para evaluar si una idea es lógica. Por
ejemplo, las ideas del soltero casado o del círculo cuadrado que utiliza el
video son ilógicas y no podrían existir en ningún mundo posible.
La idea
de Dios no es incoherente, y por lo tanto, podría existir en algún mundo
posible. Pero si Dios es el Ser Máximamente Grande que se pueda pensar en un
mundo posible aún puede pensarse algo más grande, ¿por
qué? Porque si pensamos en un Ser Máximamente Grande en un mundo posible
que solo existe en ese mundo no estamos pensando aquello más grande que pueda
pensarse. Aún queda algo más grande por ser pensado y es un Ser Máximamente
Grande que exista en todos los mundos posibles, y si existe en todos los mundos
posibles también existe en el mundo real.
Espero que esta explicación te sea útil para entender este cuestionado argumento y su historia, y te dé un elemento más para una fe que lejos de contradecir la razón, la supone.
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