El padre de Beukelaer ha sido portavoz francófono de los obispos belgas.
Erik de Beukelaer es un
relevante jesuita belga de 55 años, sacerdote desde 1991, teólogo por la
Pontificia Universidad Gregoriana además de licenciado en Derecho y en
Filosofía. Fue portavoz francófono de los obispos de su país.
NO HACE MUCHO REFIRIÓ UNA ANÉCDOTA MUY
SIGNIFICATIVA.
"La escena
tuvo lugar hace algunas semanas en la Ciudad Ardiente (Lieja), durante la
inauguración de una exposición. Tras dar un par de vueltas, me encuentro con
un responsable político. El hombre no oculta sus convicciones laicistas ni
su pertenencia masónica (algo nada original en tierras de
Lieja). Intercambiamos algunas fórmulas de cortesía y me anuncia que uno de sus
colaboradores se va de vacaciones. Como nuestras relaciones son cordiales, me
permito contestar bromeando que está bien dar vacaciones, que en la Iglesia
jamás nos lo permitimos.
»Y es entonces,
para mi sorpresa, cuando mi interlocutor me mira fijamente y me dice con
seriedad glacial: 'Por eso vais a desaparecer'.
»Inmediatamente
capto la importancia del momento... Este librepensador acaba
de despojarse de su papel de mandatario público, para desvelarme el fondo de su
pensamiento. Para él, es evidente que esta Iglesia a la que
pertenezco en cuerpo y alma y que él abandonó hace mucho tiempo es una reliquia
del pasado, abocada a la desaparición. Podría perjudicarle -políticamente
hablando- contándole a otros sus palabras. Pero no: hay que saber encajar los
golpes cuando se administran con sinceridad. Te afectan, pero sabes que en ese
momento tu interlocutor se está expresando a cara descubierta y
corazón abierto, y abandonando la máscara de la cortesía mundana".
El padre Beukelaer afirma que esa
frase, "vais a desaparecer", le
hizo reflexionar sobre la sensación de "desarraigo de tantos parroquianos de cierta edad al ver a sus
hijos y nietos vivir el bautismo que recibieron sin apenas pisar la iglesia de
su barrio", o la sensación de "desánimo de miembros del clero o de laicos comprometidos
ante la erosión de todo el tejido social católico".
"Una
cierta forma de vida en la Iglesia está muriendo ante nuestros ojos, al menos en Occidente", afirma el jesuita belga, quien se pregunta: "¿Es
una muerte definitiva o una muerte para una resurrección?"
"La
respuesta", continúa, "invita a ir al fondo de las cosas para reconducirnos a lo
esencial de lo concerniente a la fe: si el Dios de Jesucristo no es más que una
ilusión nacida de nuestras neurosis, es evidente que la Iglesia católica
terminará hundiéndose, como cualquier otra construcción histórica antes de
ella", y cita los faraones egipcios, los emperadores chinos o el imperio
romano de Occidente. "Si solo se trata de un fenómeno humano, el
cristianismo en general y el catolicismo en particular conocerán su crepúsculo.
Por el contrario, si el Dios de Jesucristo es la Realidad vivificante que
sostiene el universo visible e invisible, entonces son verdad las palabras del
Maestro: 'Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no
prevalecerán contra ella' (Mt 16, 18)".
La seguridad de que es éste el
caso le viene al padre Beukelaer, confiesa, "de
la gracia que me ha hecho experimentar, en más de una ocasión, la actuación
del Espíritu en mi vida".
¿Qué contestó pues al político masón?
"Le
respondí, sosteniéndole la mirada con una gran sonrisa: '¡Ya veremos!' A mi memoria, sin embargo, venían las
palabras del salmo 126: 'Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan
los albañiles; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los
centinelas'. Y también la oración de Cristo a su Padre: 'En tus manos, Señor,
encomiendo mi Espíritu' (Lc 23, 46)".
No hay comentarios:
Publicar un comentario