Publicamos las palabras de SS Benedicto XVI y el artículo escrito por monseñor Rodrigo Aguilar Martínez sobre el Día Internacional de la Mujer.
Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
BENEDICTO
XVI ABOGÓ POR UNA MAYOR VALORACIÓN DE LA MUJER PARA CONMEMORAR EL DÍA
INTERNACIONAL DE LA MUJER
Tras rezar el Ángelus con miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro
del Vaticano, el Santo Padre invitó "a
reflexionar sobre la condición de la mujer y a renovar el compromiso para que
siempre y en todo lugar cada persona pueda vivir y manifestar en plenitud sus
propias capacidades, obteniendo pleno respeto por su dignidad".
El pontífice recordó que ésta es la enseñanza del Concilio Vaticano II y del
magisterio de los papas, en particular la carta apostólica Mulieris dignitatem < de siervo de Dios Juan Pablo II (15
de agosto de 1988).
"Ahora bien --reconoció--, los testimonios de los santos tienen más valor que los
documentos; y nuestra época ha tenido el de la Madre Teresa de Calcuta: humilde
hija de Albania, convertida, por la gracia de Dios, en ejemplo para todo el
mundo en el ejercicio de la caridad y en el servicio de la promoción
humana".
Al mismo tiempo, exclamó, "¡Otras muchas
mujeres trabajan cada día, en lo escondido, por el bien de la humanidad y por
el Reino de Dios!".
Por este motivo, concluyó asegurando su oración "por
todas las mujeres para que sean cada vez más respetadas en su dignidad y
valoradas en sus positivas potencialidades".
ARTÍCULO DE MONS RODRIGO
AGUILAR
El 8 de marzo, desde hace casi un siglo, se celebra el Día internacional de la
mujer. Dios ha creado al ser humano como varón y mujer: iguales en dignidad y
diferentes no para pelearse, sino para complementarse.
Cristo Jesús -Camino, Verdad y Vida- nos enseña actitudes concretas en la
relación con la mujer: "En una época de
marcado machismo, la práctica de Jesús fue decisiva para significar la dignidad
de la mujer y su valor indiscutible." (Documento de Aparecida,
451). "La figura de María, discípula por
excelencia entre discípulos, es fundamental en la recuperación de la identidad
de la mujer y de su valor en la Iglesia." (Id).
Sin embargo mucho falta en nuestra cultura para que la valoración de la mujer
no quede sólo en el discurso y en la celebración de un día, sino que sea parte
de la realidad de todos los días. Nuestra cultura sigue siendo machista, con muy
variadas manifestaciones de violencia y marginación contra la mujer; por otra
parte, con frecuencia se descargan en ella muchos deberes que han de ser
compartidos.
Invito a usted a renovar actitudes y acciones concretas, en los diferentes
ámbitos en que nos movamos, para reconocer y valorar la dignidad y la
participación de la mujer en la familia, en la sociedad, en la Iglesia. En
breves pero sustanciosos números, el Documento de Aparecida (451-458) nos
ofrece aportaciones en este sentido: "La sabiduría del plan de Dios nos
exige favorecer el desarrollo de la identidad femenina en reciprocidad y
complementariedad con la identidad del varón.
Por eso, la Iglesia está llamada a compartir, orientar y acompañar proyectos de
promoción de la mujer con organismos sociales ya existentes, reconociendo el
ministerio esencial y espiritual que la mujer lleva en sus entrañas: recibir la vida, acogerla, alimentarla, darla a luz,
sostenerla, acompañarla y desplegar su ser de mujer, creando espacios
habitables de comunidad y de comunión." (Aparecida, 457).
De hecho en nuestra historia familiar, personal y social, la mujer ha ocupado
un lugar valioso e insustituible. El "genio
femenino", al que se refería el Papa Juan Pablo II, se ha
desplegado con gracia, delicadeza y eficacia: que
los varones sepamos agradecerlo, acogerlo y promoverlo; que las mujeres sepan
reconocerlo, defenderlo y cultivarlo.
Con respetuoso
afecto envío la bendición sobre usted, mujer; y también sobre usted, varón,
para revalorar los beneficios de la mujer en su vida.
Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de
Tehuacán
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