El Tercer Domingo de Adviento es el domingo de “Gaudete”, que en latín quiere decir “alégrense” o “estad alegres”. Se trata de un domingo especial dentro de este tiempo de espera y preparación, en el que los cristianos tomamos conciencia de que la venida del Señor está cada vez más cerca. Por eso, como símbolo de que estamos alegres, hoy vamos a encender la vela rosada de la Corona de Adviento. Esta “preanuncia” la alegría mesiánica por la llegada del Salvador.
NOS DISPONEMOS PARA REZAR:
Te recomendamos poner la corona de Adviento en un lugar especial de la
casa, en torno al cual podamos reunirnos todos los miembros de la familia. Al
lado de la corona se puede colocar alguna imagen de la Virgen, procurando
iluminar el ambiente con una luz cálida, no muy fuerte, que favorezca el
espíritu de recogimiento.
Se debe nombrar un MONITOR principal, que
puede ser el papá o la mamá, para que dirija la oración; así como designar un LECTOR (o lectores, según se desee, para distribuir
las distintas partes de la oración, de manera que puedan participar el mayor
número de personas). Los demás participarán con sus respuestas, cantando o
haciendo peticiones.
Las velas correspondientes a los dos domingos
anteriores deben encenderse antes de iniciar la oración familiar. Luego, en el
momento indicado durante la liturgia, uno de los participantes encenderá la
tercera vela (rosada).
Te sugerimos leer el texto de la oración
previamente.
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TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR:
Estamos ya en la tercera semana de Adviento: aumenta nuestra alegría y
nuestro júbilo por la venida del Señor Jesús, que está cada vez más cerca de
nosotros. Empecemos nuestra oración cantando VEN PRONTO SEÑOR (u otro canto
apropiado).
TODOS CANTAN:
¡Oh Pastor de la Casa de Israel!, trae a tu pueblo la ansiada salvación.
Verbo Eterno de la boca del Padre, fuiste anunciado por labios de profeta.
¡VEN PRONTO, SEÑOR! ¡LLEGA, OH SALVADOR! (2v) ¡VEN, SEÑOR JESÚS! ¡VEN, LIBERADOR! ¡CIELOS, LLOVED VUESTRA JUSTICIA! ¡ÁBRETE, TIERRA, HAZ GERMINAR AL SALVADOR! (2v)
El clamor de los pueblos se levanta. Hijo de David, las naciones te
esperan. Queremos la llegada de tu Reino. Ven a liberar del pecado a los
pueblos.
Emmanuel, Salvador de las naciones, eres esperanza del pueblo peregrino.
Sol naciente, esplendor de la justicia, Tú nos salvarás con tu brazo poderoso.
Esperanza de una Mujer humilde: Ella es la Virgen que pronto dará a luz.
Silenciosa, espera al Salvador: llega ya la hora de la liberación.
MONITOR:
Hoy, vamos a encender la tercera vela de nuestra Corona de Adviento. El
Señor está más cerca de nosotros y su luz nos ilumina cada vez más. Abramos
nuestro corazón, muchas veces en tinieblas, a la luz admirable de su amor.
LECTOR:
Lectura tomada del Evangelio
según San Lucas:
«La gente le preguntaba: "Pues ¿qué debemos hacer?". Y él les
respondía: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene;
el que tenga para comer, haga lo mismo". Vinieron también publicanos a
bautizarse, y le dijeron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?" Él les dijo:
"No exijáis más de lo que os está fijado". Preguntáronle también unos
soldados: "Y nosotros ¿qué debemos hacer?". Él les dijo: "No hagáis
extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra
soldada". Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus
corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos
diciendo: "Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo,
y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará en
Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y
recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se
apaga". Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena
Nueva».
MONITOR:
Mientras encendemos la tercera vela de nuestra corona cantemos
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la tercera vela
mientras se entona el canto, de ser posible durante la tercera estrofa)
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA EN LA CORONA DE ADVIENTO, QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA EN EL CORAZÓN
DESPIERTO Y AL CALOR DE LA MADRE CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
Un primer lucero se enciende anunciando al Rey que viene preparad
corazones, allánense los senderos.
Crecen nuestros anhelos al ver la segunda llama nacer. Como dulce rocío
vendrá
el Mesías hecho Niño.
Nuestro gozo hoy quiere cantar por ver tres luceros brillar con María
esperamos al Niño con alegría.
MONITOR:
Acudamos ahora a Santa María, que colaborando con el Plan del Padre
permitió que la luz del Señor ilumine a la humanidad, y pidámosle que siga
intercediendo por nosotros en este tiempo de preparación. Entonemos un canto a
María (puede ser otro canto u oración mariana):
TODOS CANTAN:
Junto a ti María, como un niño quiero estar, tómame en tus brazos guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente, lléname de paz.
MADRE, MADRE, MADRE, MADRE. MADRE, MADRE, MADRE, MADRE.
Gracias Madre mía por llevarnos a Jesús, haznos más humildes tan
sencillos como Tú.
Gracias Madre mía por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das
tu amor.
MONITOR:
Elevemos libremente nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una
de ellas diciendo: VEN, JESÚS, NO TARDES.
(Peticiones libres)
Recemos ahora un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
Redacción ACI Prensa
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