jueves, 2 de diciembre de 2021

«LA RECONVERSIÓN VENDRÁ MÁS POR LOS CURAS QUE HOY SON CANCELADOS QUE POR LOS BAILONGOS DE TIK TOK»

 JAUME VIVES PRESENTA EN BARCELONA LA NOVELA «LOS DEMONIOS DEL PADRE JOAN»

“Como hay varias corrientes dentro de la Iglesia, quería hacer una defensa de aquellos católicos dispuestos a ser perseguidos, olvidados o cancelados, por no querer contemporizar con el mundo… y muchas veces, también orillados dentro de la propia Iglesia, al ser acusados de carcas y cerrados… Y en el libro he querido reclamar que dentro de la Iglesia hay un espacio para ellos, sino que, además, la reconversión del mundo, creo que vendrá por ellos. Los grandes santos de la Iglesia son los más parecidos a esos que acusan de radicales, de integrista y de cerrados, que a los curas bailongos del Tik Tok. Por eso creo, que la reconversión que necesita nuestra Iglesia y la sociedad, vendrá más por los curas que hoy son cancelados, que por los segundos”.

“El Padre Joan representa ese perfil de ‘olvidados’, pero no sólo él. Otros personajes también están dentro de esa calificación. Ellos están atacados por todas partes: por dentro y por fuera, por eso quería hacer una defensa de sus vidas, como una esperanza de que en ellos está también la esperanza para que este mundo pueda reconvertirse”.

Quien así habla es Jaume Vives, de 29 años, periodista, escritor, activista, católico, desacomplejado y políticamente incorrecto. Casado y padre de una niña. Y lo ha hecho en la presentación de su primera novelaLos demonios del Padre Joan (LibrosLibres), en Barcelona , y esa puesta de largo de este thriller religioso-policiaco tuvo lugar en la  parroquia Mare de Déu dels Ángels y, en concreto, dentro del “Auditori Mare de Déu de Montserrat”, un bello marco para un libro que está levantando una gran expectación, teniendo como ponentes al propio autor, Jaume Vives; mossèn Rafael Méndez, que acaba de cumplir 80 años y lleva 27 de sacerdote, buena parte de los cuales como párroco de la citada iglesia, y Álex Rosal, editor de LibrosLibres.

Los demonios del Padre Joan (LibrosLibres) cuenta la historia de un sacerdote en Barcelona que acompaña a jóvenes que se meten en líos y se ve inmerso en un misterio con muertos, policías y conspiraciones. Es una novela, es ficción, pero en esta historia de chavales conflictivos y curas pacientes pero firmes hay bastante de biográfico en Jaume Vives.

“Esta es una novela real. Los personajes son reales y sus luchas son reales, y aquello que es accidental es pura ficción, pero lo verdaderamente importante es el corazón de los protagonistas, sus luchas y sus vidas, eso es completamente real. Yo lo único que intento describir con esta novela es algo que ya existe. De hecho, he tenido que suavizar algunas historias para que las señoras mayores no se escandalicen, y puedan comprar el libro”, señala Vives.

“La mayor parte de los protagonistas tienen en común que son feligreses de una parroquia de Barcelona. Uno de los personajes es Marcel que nos va a enseñar a través de su historia el perdón, y que debemos ser como niños. Otro personaje nos enseña la importancia de la humildad con carácter. Y luego está el protagonista que él es Padre Joan, que nos enseña la importancia de la fidelidad a la verdad”.

En este thriller religioso-policiaco el autor toca varios temas transversales, y uno de ellos es “la relación del hombre con las bestias. En este caso la relación que tiene el protagonista con su perro”. Otro de los asuntos es el concepto de la libertad. “Y esa libertad de la que hablo en la novela se concreta en un bar de la ciudad. Es un bar que pasa desapercibido, que prácticamente no cierra en todo el día, y que es un poco cochambroso ya que se mezcla el olor a humo y la fritanga”.

Otro de los temas es el de la familia. De las instituciones antiguas solo queda la amistad, ya que la familia está en retroceso. Y lo que me interesaba –puntualiza Jaume- es que en el libro saliera una familia normal. Que normal no quiere decir perfecta, sino más bien real. Y la familia que aparece en el libro es de los padres del protagonista”.

Otro de los asuntos que golpea en este texto de ficción es el de la opinión pública. “También habló de esa persecución a manos de los medios de comunicación de la que nadie puede escapar. Y el protagonista de la novela, el Padre Joan, se verá metido de lleno en esa opinión publicada”.

Sobre la belleza, el autor manifiesta que “me sorprende la capacidad que tiene el hombre actual para construir cagarros, casas de gigantes, que rompen con todo lo anterior. Se ve en cierta arquitectura una cierta decadencia que es el signo de la soberbia. Que se vislumbra en una cierta actitud de creer que lo voy a hacer mejor que todos los que me han precedido, y por lo tanto, voy a construir lo más distinto que pueda y completamente diferente. Y eso nuevo que pretende romper con todo lo anterior, suele ser una cosa fea. Y eso se ve desde los bancos que hay en las plazas de las ciudades, las pilonas…”.

También están muy presentes los ritos y los signos. “Desde el sonido de las campanas, que las velas sean de cera…”. En resumen dice Vives: “Intento aportar una mirada cristiana de todos estos temas y hacerlo de manera natural. He intentado hacer un libro que entretenga”.

Jaume Vives subraya que Los demonios del Padre Joan es una novela para descansar, pero también es una trinchera para luego prepararse para la guerra. Esta novela tiene un punto terapéutico para quedarnos a gusto sobre unas críticas de cosas que hoy pasan”.

Pero puntualiza Vives que el tema central de este texto “es el de la parroquia y el sacerdote. Entiendo que la parroquia es a la Iglesia, lo que la familia es a la sociedad. Es un puntal. La vida parroquial es esencial”.

Por su parte, mosssèn Rafael Méndez alabó la novela de Jaume Vives hablando de su profundidad teológica y dogmática. Mossèn Méndez contó cómo vive un sacerdote diocesano al hilo del protagonista del libro de Jaume Vives. “Tengo un motivo de esperanza ya que vivimos un momento en el que el Señor nos está purificando. Todo lo humano es caduco. Es verdad que la soledad es un problema, pero suelo decir a los sacerdotes que debemos estar muy mezclados en el mundo. Nosotros rezamos por los necesitados, por los que sufran, por los que están en el paro. ¿Y no rezamos por los que están creando trabajo? ¿Es importante? Si alguien tiene el don para generar riqueza y posibilitar la creación de trabajo, acaso ¿esto no es trabajar por el Reino de Dios? El Señor también iba a comer a casa de los Fariseos. También a la de los pobres…”.

Mossèn Méndez contó una anécdota emocionante que le ocurrió en misiones. “Tenía que ir a una aldea y el trayecto nos iba a llevar dos horas y media, y una niñita de apenas  8 años, al saber que íbamos de viaje, y sabiendo que nos iba a ser difícil poder parar en el camino para comer, me dio una fiambrera, con su pan, ya un poco negro y tosco. Eso se me quedó grabado. Una niña que te da lo poco que tiene.

Hubo muchas preguntas del público. Muchas de ellas solo se podían contestar con un spoiler, así que el autor se refería de esta manera a los curiosos que querían saber más del desenlace de la trama: “En la última página se desvela el misterio del libro”, o también: “En la última página se entiende perfectamente cuál es la moraleja de la novela”, incluso: “En la última página la historia adquiere sentido”. 

Uno de los asistentes, ante la reiteración de Jaume por no desvelar el final de la historia, levantó la mano y preguntó muy serio: “Para esta novela ya es tarde, pero, para la próxima ¿se ha planteado publicar solo la última página?”. 

Hubo una catarsis de risas en la sala.

Luis del Real Espanyol/ ReL

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