El 14 de diciembre la Iglesia celebra a San Juan de la Cruz, proclamado Doctor de la Iglesia en 1926 por sus obras místicas, y conocido por gran fama de santidad y sabiduría demostrada en sus escritos espirituales.
“A la tarde te examinarán en el amor; aprende a
amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición”, solía decir este santo.
Cercanos a su fiesta les dejamos una Novena para
pedir su intercesión.
PRIMER
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de
nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una
Virgen Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Primer Día
Glorioso San Juan de la Cruz, que desde vuestra infancia fuisteis tierno
amante de María Santísima y de la cruz de su Santísimo Hijo, mereciendo por
este amor ser protector singular de las almas afligidas y desconsoladas: os
suplico, Padre mío, interpongáis vuestros ruegos para con Madre e Hijo a fin de
que me concedan viva fe, firme esperanza, ferviente caridad y tiernísimo amor a
la cruz de mi Señor, en cuyo ejercicio viva y muera amparado siempre de su
gracia, y también consiga, si me conviene, lo que pido en esta Novena. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
SEGUNDO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una Virgen
Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Segundo Día
Glorioso y excelso Padre mío San Juan de la Cruz, que, siendo aún de
pocos años, crucificasteis vuestro cuerpo con muchos rigores y penitencias,
para asemejaros en lo posible al que por nuestro amor padeció en la cruz: os
suplico, Padre mío amantísimo, que intercedáis con nuestro Señor Jesucristo
para que me infunda espíritu de penitencia, a fin de que sufra por su amor los
trabajos y dolores que me enviare; y de esta manera, satisfaciendo las
innumerables ofensas que le tengo hechas, y purificada mi alma con tan saludable
ejercicio, merezca llegar a gozarle por siempre en vuestra compañía en la
gloria, y también alcance lo que pido en esta Novena, si me conviene. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
TERCER
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una
Virgen Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Tercer Día
Amantísimo Padre mío San Juan de la Cruz, que por vuestra continua
oración merecisteis renombre de doctor extático y luz especialísima para gobernar
las almas y hacerlas adelantar en el camino de la virtud: os suplico
humildemente que, como Padre y Director iluminado, alumbréis la mía con las
luces de vuestra celestial doctrina, y la inclinéis al ejercicio santo de la
oración, con el cual, desprendida de todo lo terreno, llegue a amar solo a Dios
y a las cosas del cielo, y así pueda alcanzar de Su Divina Majestad
perseverancia en el bien obrar, y también, si me conviene, la gracia que pido
en esta Novena. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
CUARTO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una
Virgen Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Cuarto Día
¡Oh Padre mío amantísimo San Juan de la Cruz! Espejo de paciencia y
fortaleza, que para gloria de Dios y bien de vuestra Reforma sufriste
innumerables trabajos y penalidades, gloriándoos, como otro Pablo, en los
oprobios y contradicciones: os suplico, Santo mío, me alcancéis de nuestro buen
Dios que sufra yo con paciencia e igualdad de ánimo todo lo que me sucediere
adverso, a fin de que, padeciendo mis penas y amando a los que me las causan,
por la gloria de mi Señor se purifique mi alma de la escoria de sus culpas y
adelante en las virtudes, con cuyo ejercicio merezca alcanzar el premio
prometido a los que padecen con fortaleza por Dios y su gloria, y también
consiga, si me conviene, la gracia que pido en esta Novena. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
QUINTO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una
Virgen Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Quinto Día
Glorioso Padre mío San Juan de la Cruz, que por el gran poder que os
concedió el Señor sobre los demonios, y por los muchos que expelisteis de las
almas y cuerpos, os llamaban el «Milagrero»: os suplico humildemente que
ejercitéis conmigo esa misma insigne caridad y compasión, alcanzándome de Su
Divina Majestad me conceda victoria cumplida de todas las asechanzas y
sugestiones con que me tiente el infernal enemigo, no sólo durante la vida,
sino también en la hora de mi muerte; para que, viviendo y muriendo con esta
celestial gracia, logre el premio que Dios tiene preparado para los justos en
su santísimo Reino, y también alcance el favor que suplico en esta Novena, si
me conviene. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
SEXTO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una
Virgen Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Sexto Día
Glorioso Padre mío San Juan de la Cruz, que por vuestra pura y casta
vida merecisteis que Dios y su Madre Santísima os concediesen la gracia de
reprimir los movimientos y deseos impuros de los que os miraban, y por este
medio y vuestro grande espíritu hicieseis en muchas almas singulares
conversiones: os suplico, Padre mío, que os compadezcáis de mi flaqueza en esta
materia, y me alcancéis de Dios, por medio de su Santísima Madre, la virtud de
una castidad perfecta, para que, viviendo limpio de alma y cuerpo, pueda algún día
gozar de la gloria eterna y consiga ahora lo que pido en esta Novena, si me
conviene. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
SÉPTIMO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una
Virgen Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Séptimo Día
Bendito y glorioso Padre mío San Juan de la Cruz, que por vuestra
insigne humildad merecisteis ser llamado el «Mínimo Grande», y por vuestra
excelsa sabiduría el «Doctor Místico y Querúbico», os suplico, Padre amoroso,
me alcancéis de Dios que sea yo humilde de corazón, para que, conociendo mi
bajeza y defectos, me aparte de las vanidades y honras mundanas y sufra
resignado los desprecios que me hicieren; y así, caminando con la luz de
vuestra doctrina por la senda de la nada, llegue a poseerlo todo en Dios,
mediante su divina gracia, y también la que os suplico en esta Novena, si me
conviene. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
OCTAVO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una
Virgen Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Octavo Día
¡Oh glorioso Padre mío San Juan de la Cruz! Con razón os llaman padre de
los pobres, remedio de enfermos y consolador de afligidos; pues ya cuando vivíais,
y ahora por vuestras reliquias e imágenes, obráis en todos mil maravillas. Os
suplico, Padre mío amoroso, que, condoliéndoos de mis males y dolencias, uséis
conmigo de vuestras acostumbradas misericordias y me alcancéis de Dios el
remedio y consuelo que necesito, para que, alabando a Su Divina Majestad por
este y los demás beneficios que me ha hecho por vuestra intercesión, juntamente
le dé gracias por el particular que pido, y espero me conceda en esta Novena,
si me conviene. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
NOVENO
DÍA DE LA NOVENA A SAN JUAN DE LA CRUZ
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Acto de Contrición
Señor mío Jesucristo, que quisisteis tomar forma de siervo y nacer de una
Virgen Purísima, muriendo en una cruz para librarme del pecado y del infierno,
acordaos de vuestra infinita caridad, ten piedad de mí, pobre pecador, que,
oprimido con el peso de mis culpas y confesando su malicia, me arrepiento de
ellas, y me pesa de lo íntimo de mi corazón de haberlas cometido, por ser
ofensas a vuestra bondad inmensa, a quien amo sobre todas las cosas. Propongo
firmemente, con el auxilio de vuestra gracia, nunca más pecar. Haced, Señor,
por los méritos e intercesión de vuestro fiel siervo San Juan de la Cruz, que
no me rinda a las asechanzas del común enemigo, antes bien me mantenga
constante en el propósito que hago de no ofenderos más, y así consiga, con
vuestra gracia, perseverar en vuestro amor hasta el último instante de mi vida,
para continuar amándoos, bendiciéndoos y alabándoos por toda la eternidad en el
Cielo. Amén.
Oración Inicial
Clementísimo Dios, que por vuestra inmensa piedad quisisteis que San Juan de la
Cruz fuese desde niño inclinado a todo género de virtudes, y con su ejercicio
alcanzase ser muy amado de Vos y de Nuestra Santísima Madre, comunicándole
muchas gracias y singulares favores, os suplico humildemente, por su
intercesión y merecimientos, que me concedáis pureza de alma y cuerpo con las
demás virtudes que este glorioso Santo practicó toda su vida, a fin de que,
imitándole en este ejercicio, merezca, como él, ser amparado de Vos y de
vuestra Madre Santísima en esta vida por gracia, y después gozaros para siempre
en su compañía en la gloria. Amén.
Noveno Día
Amable y excelso Padre mío San Juan de la Cruz, que, por imitar a
nuestro Divino Redentor, renunciasteis hasta en la muerte los alivios y
consuelos, aun celestiales, y abrazasteis gustoso los trabajos y desprecios,
por grandes que fuesen, como se vio cuando el Señor os dijo: «Juan, ¿qué premio
quieres por tus trabajos?». Y Vos, con generoso y soberano valor, le
respondisteis: « Señor, padecer y ser menospreciado por Vos». Lo que fue tan
del agrado de su Divina Majestad, que os concedió el morir despreciado de las
criaturas, y penando en la cruz con cinco llagas, pero honrado y animado con la
presencia del mismo Creador. Os suplico, Padre amantísimo, me alcancéis del
Señor que os imite durante mi vida, y en la muerte me aprovechen los méritos de
su Sagrada Pasión, y por ella me perdone todos mis pecados, y me conceda la perseverancia
final en su gracia, mediante la cual pueda gozarle en vuestra compañía por toda
la eternidad en la gloria, y también el favor que pido en esta Novena, si me
conviene. Amén.
Rezar tres Padrenuestros y Avemarías,
en reverencia de los tres singulares favores que Jesucristo y su Santísima
Madre le dispensaron, y después pedirá con fervor lo que desea alcanzar en esta
novena.
Oración Final
Omnipotente Dios y Señor, que al bendito San Juan le concedisteis ser
amante fervoroso de los trabajos, desprecios y cruz de vuestro Santísimo Hijo,
y una abnegación perfecta de sus pasiones y apetitos; concédenos, Señor, por
sus méritos y ruegos, que, imitando ahora sus virtudes, merezcamos en el Cielo
ser compañeros de su gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
Redacción ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario