sábado, 18 de diciembre de 2021

CONOPAS

 Las “conopas”, en la religión Inca, eran finas y pequeñas estatuillas para invocar a través de ellas el bienestar, la fertilidad y la abundancia en el hogar; objetos votivos. Las poseía el responsable de la familia y se heredaban. Eran muy importantes para el éxito de la producción por el esfuerzo en el trabajo.

Las conopas incas se tallaron de piedras especiales con propiedades magnéticas, llamadas en quechua: “jiwaya” y que la tradición dice que son rocas de meteoros, de hecho poseen alto contenido de hierro. Sus colores se deben a la oxidación de los minerales que contienen, algunas son negras hematitas a las que se adhiere el imán.

Su forma se define porque la fuerza de la naturaleza las reproduce en el ambiente silvestre, las esculpe o dibuja. Asociados a las “conopas” están las “illas” que son formas pequeñas esculpidas por la naturaleza; las illas son como decir, “las piezas naturales originales”.

En la Colonia, en 1621, el extirpador de idolatrías describe a las “illas o conopas” y prohíbe de forma radical su uso, por ser herejía.

Las más bellas conopas son las que representan a los camélidos, los genitales masculinos y las manos, son esculturas abstractas muy bien logradas en sus dimensiones y excelentemente pulidas; admirables. La mayor parte de las conopas fueron recipiente para sebo de camélido, maíz y hojas de coca, se tenían en la vivienda, en un altar. Las conopas llevan un hueco que simboliza la cocha, o sea la laguna sagrada, ahí se colocaba la ofrenda. A la conopa se le trataba con cariño y se le hacía constantes rituales con ofrendas que le agradan. Lo que es velar un santo en tu casa el día de hoy.

Decir: conopa, era tener una conexión con la buena suerte obtenida de la naturaleza. Actualmente, en el sur andino, se llama conopa a ciertos casos de productos agrícolas, como a una mazorca de maíz que extraordinariamente lleva varios hijuelos, es conopa para cuidarla y atraer la buena suerte; igual con la papa y otros cultivos andinos.

Existen illas y conopas incas y coloniales, las de la Colonia ya integran nuevas formas, sobre todo de animales como el toro, el borrego y los chanchos, la casa hacienda, así como decoraciones adicionales. Como la “conopa” es “illa”, entonces existe la forma de cerro o montaña, pues en la religión Inca las fuerzas magnéticas que atraían la buena fortuna se concentraban en determinados cerros y montañas, sobre todo los que prodigaban servicios ambientales a una población; eso son los “apus”.

El torito de Pucará es en su origen, una conopa pos Colonial. Hay conopas: Moche, Chancay y más específicamente, Quechua y Aimara, pues existen comunidades en donde aún mantienen la religiosidad Inca.

También hay que decir que las “alasitas” son la forma moderna de las conopas. “Alasitas” son las figuras de adorno del objeto deseado para tu vida o porvenir, que se venden en algunas festividades religiosas en el sur del Perú y populares en Bolivia, a las que también hay que cuidar para que se haga realidad lo deseado. “Alasita” viene del aimara: cómprame esta cosita.

Alejandro Smith Bisso

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