Entre la pandemia que nos terminó confinando a todos y golpeando sin misericordia, a la aprobación de una ley a favor del aborto en Argentina casi al amanecer del nuevo año, se nos ha opacado el sentimiento de celebración y nuevos comienzos que nos suele traer el emprender un nuevo año.
Aprobada la ley pareciera que
no hay mucho más que hacer. Pero ¡no! Mientras
no hayamos dado el último suspiro las opciones y nuestras acciones para
colaborar con el bien de la humanidad aún están intactas.
Aún
hay muchísimo por hacer en favor de revertir los efectos de una ley que todavía
no entra en rigor. Y de alguna manera, evitar que
siga su avance en distintos países Latinoamericanos y del mundo.
LA LUCHA PROVIDA CONTINUA
Esta es la lucha no solo del
cristiano, sino de todo aquel que reconoce la dignidad del ser humano y el valor incalculable de la vida de cualquier hombre o mujer.
Y es aquí, en el valor de la vida, donde la discordia empieza.
Nos resulta tan disonante que
se quiera terminar con la vida de un inocente, que podemos perder los papeles y
nos olvidamos del amor al prójimo. Defendiendo algo tan sagrado, caemos
frecuentemente en actitudes, ya ni siquiera justicieras sino más bien
condenatorias.
Cortamos todo diálogo posible
con el «contrincante» llegando a ridiculizar su vida y hasta considerarla de
menos valor o simplemente darla como causa perdida. Siendo cristianos, sabemos
lo que esto implica.
HABLAR CON VERDAD Y TAMBIÉN CON MISERICORDIA
Hablar con verdad es
mandatorio. ¡Qué necesario es! Pero también
lo es el hablar con misericordia, ¡y qué difícil
hacer esto último cuando vemos en el otro al enemigo mismo! A aquel que
hay que «eliminar».
Incapaces
de dialogar nos herimos mutuamente y la brecha entre unos y otros se hace
grande, en medio se quedan vidas. Sí, esas vidas que decimos defender, de pronto
no encuentran lugar, ayuda, información, consuelo, acompañamiento, diálogo,
compasión y optan por lo que buenamente pueden.
EL HORROR DEL ABORTO
El horror del aborto es
innegable, no solo para el niño que es arrancado del vientre de su madre, sino
también para la madre que sufrió un embarazo no deseado.
Ya sea a consecuencia de sus
propios actos, porque sufrió una violación, o porque la abandonaron y se
encuentra sin posibilidades ni opciones aparentes, en fin. Quiero creer que
nadie va a practicarse un aborto con una sonrisa en la cara.
Quien conoce el procedimiento,
desde las primeras semanas y hasta casi el término de un embarazo (cosa que
esta ley lo permite) sabe que es algo durísimo. Que se va volviendo cada vez
más macabro a medida que el embarazo progresa, pero que no deja de ser horrendo
siempre y que deja secuelas hondas.
AJUSTICIAR A LAS PERSONAS Y CONDENARLAS NO ES
NUESTRA TAREA
Una cosa son sus actos, que sí
se juzgan como malos o buenos, pero a las personas no. El único que conoce las
profundidades de su corazón y las situaciones vividas que tal vez hayan
aportado en la conducta y en las decisiones tomadas, es Dios.
Una nueva mirada a la lucha
pro vida va haciéndose necesaria. Necesitamos
aprender a escuchar a aquellos que lo defienden, sus razones, sus heridas y sus
propias concepciones del mundo.
Escuchar no para responder,
sino para tratar de entender las vivencias desde el otro lado. Puede ser una
tarea ardua, tal vez, pero creo que también puede ser una tarea más humana.
UNA CUESTIÓN DE MORAL Y DE ÉTICA
El debate de si un feto en el
vientre de su madre se trata de un niño o no, o de si se trata de un ser humano
o no, va quedando atrás. La ciencia nos demuestra que un niño en el vientre es
un ser humano, con un código genético único y distinto al de la madre que lo
lleva en el vientre.
Tenga
las semanas que tenga, un feto es un ser humano. La cuestión entonces se
sincera y se hace más dura aún. Pensadores pro aborto como Peter Singer ya
hablan de establecer una nueva reflexión moral en la que nos cuestionemos
cuando es lícito (y necesario) matar a un ser humano inocente.
El argumento que establece que
una ley de aborto gratuita se trata de algo que pertenece al ámbito de la salud
(por las vidas que se salvarían al legalizarlo) y no al ámbito de lo moral o
ético, es falsa.
A
medida que la reflexión abortista se sincera, vemos que se trata de un asunto
innegablemente moral y ético. Y es aquí, creo yo, donde la
lucha pro vida debe darse de una manera formada, consistente y entregada a todo
nivel.
EL PENSAMIENTO CRISTIANO
Si el pensamiento filosófico
utilitarista pone en la mesa la reflexión sobre la validez de matar a un ser
humano inocente en determinadas circunstancias, pues el pensamiento cristiano
apunta hacia la valoración de la toda vida humana desde el inicio hasta el fin.
Y es este pensamiento el que
necesitamos no solo estudiar y entender, sino vivir, hacerlo un
pensamiento encarnado en las vivencias cotidianas.
El trabajo no va por
adoctrinar sino por acompañar en la profundidad de la reflexión. Aportar a que
cada uno pueda elaborar el propio pensamiento y decidir responsable y
libremente (correctamente informado y asumiendo las consecuencias de la
decisión tomada) por una cultura humana.
Una ley pro aborto es una ley
que vulnera muchos derechos, la de argentina particularmente pone de relieve la
vulneración a la patria potestad y al derecho de objeción de conciencia, por
citar un par.
PODER DISCUTIR CON LIBERTAD Y RESPETO
No se trata pues de enredarnos
en discusiones que no nos lleven a ningún lado o que sean poco sinceras y
faltas a la verdad. Ya no estamos en época de discutir si es un cúmulo de
células o no, sabemos bien que no lo es, lo sabemos los pro vida y lo saben los
pro aborto.
Necesitamos
poder hablar con sinceridad y dejar las superficialidades. Escuchar
con el respeto debido y exigirlo también. Aprender, enseñar y ejercitar el arte
del diálogo, poder libremente y con respeto rechazar ideas que van en contra de
la dignidad e integridad del ser humano.
Necesitamos descubrir que
además de luchar por la vida de los no nacidos, hay que educar en
una cultura de la responsabilidad de la sexualidad a hombres y mujeres. Debemos
reflexionar a fondo y actuar con misericordia frente a todo aquel que nos
necesita para salvar vidas.
¿Sabes realmente
quién te necesita en esta lucha?, ¿te has preguntado verdaderamente qué está
detrás del pensamiento de alguien a favor del aborto?, ¿estás preparado para
enfrentar esas verdades y argumentar con firmeza y caridad?
#salvemoslasdosvidas
#salvemosvidas #salvemostodaslasvidas
Escrito por Silvana Ramos
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