Reflexiones del Dr. Adrián Ruiz de Chávez, Director del Centro para el Liderazgo Creativo sobre el pensar calculador y el imperio de la razón cínica.
Por: Unión
Social de Empresarios de México | Fuente: USEM.org.mx
En opinión del Dr. Adrián Ruiz de Chávez,
Director del Centro para el Liderazgo Creativo y conferenciante regular en el CUFOSO, la sociedad neurótica de nuestro tiempo y
la génesis de la actual crisis del capitalismo se deben en gran parte a que
nuestro mundo está dominado por el pensar calculador, el imperio de la razón
cínica, instrumental, que ha desplazado al mundo de la vida.
Al conferenciar el tema de "Desarrollo
científico y ética" en el Curso de Formación Social, expuso que con
el desarrollo de la ciencia y la tecnología, la civilización cambió radicalmente
su manera de entender al mundo. El mundo perdió la magia, y la divinidad fue
relegada a la esfera íntima de la persona. La razón humana se instrumentalizó.
La ciencia y la técnica han desplazado a la ética. La razón instrumental ha
eclipsado al mundo de la vida humana.
Para varios filósofos de primer orden -explicó-, como Martin Heidegger, Edmund
Husserl y Jürgen Habermas, el problema central del hombre en la modernidad
radica en que por el éxito del Sistema nos hemos olvidado del Mundo de la Vida,
con riesgo de aniquilarlo. ... Pero sin Mundo de la Vida, no hay Sistema,
puntualiza.
Hay que ser
socialmente responsables porque es bueno
Adrián Ruiz de Chávez expresó que como empresarios y dirigentes "tenemos que propugnar por el rescate de la vida en
todas nuestras acciones, y ser socialmente responsables porque es bueno, más
allá de si es rentable o no. Pensar en ser buenos porque es más rentable es
seguir aplicando un criterio técnico, y tenemos que poner a la ética por encima
de la técnica; hacer lo contrario es como poner a la carreta delante del buey.
¿QUIÉN LE HA DADO MÁS AL MUNDO, BILL GATES O LA MADRE
TERESA?
Ante esta pregunta, que se debatía en las mesas de CUFOSO,
el Dr. Adrián Ruiz de Chávez nos ha enviado la siguiente reflexión:
Maldito el hombre que confía en el hombre. Jeremías, 17:5-8.
Esta inteligente pregunta recoge, sin embargo, el problema moral (ético) más
importante de nuestro tiempo: El triunfo de la
razón cínica, del materialismo desbordado, la muerte de Dios. Y el eclipsamiento
(y aplastamiento) de lo mejor del ser humano (y del ser humano mismo).
Auschwitz como preludio de otros horrores.
Vayamos por partes. ¿Qué le han aportado a la
humanidad estos dos extraordinarios personajes? En el caso de Bill
Gates, la invención genial de un sistema operativo que ha permitido el uso
masivo de las computadoras y la proyección de las aplicaciones de cómputo a un
sin fin de actividades en muy diversos órdenes de la vida humana. El sistema
Windows se debe tener entre los más grandes inventos de la historia humana,
junto con la imprenta, la penicilina, la brújula y las técnicas gerenciales.
Windows ha sido el vehículo fundamental que ha permitido una revolución
económica, al permitir la modificación de formas específicas de trabajar en
oficinas y fábricas de todo género, rediseñar procesos, y acelerar las
comunicaciones de un modo que hace a la distancia una variable poco
significativa y acelera radicalmente la vivencia del tiempo: De hecho, no parece exagerado decir que Windows ha modificado
las dimensiones del tiempo y del espacio, con una consecuente y muy
impresionante reducción de costos y ganancias de productividad. El
impacto de la iniciativa y el talento de Gates, le ha hecho merecidamente
amasar tal fortuna como para ser el hombre más rico del mundo [con más méritos
sin duda que otros multimillonarios cuyas fortunas se han hecho al amparo de
una hábil explotación de relaciones clientelares o corporativas, o de negocios
ilegales como el famoso Chapo (1)]. La aportación de Gates a la humanidad es
considerable y buena: Le ha hecho mucho bien a
mucha gente.
Agnes Gonxha Bojaxhiu, la Madre Teresa, opera en otra dimensión: En términos materiales, no ha hecho mucho más que llevar
consuelo y paz a moribundos dolientes de Calcuta y otras partes del mundo.
No los ha curado (no ha podido, no ha tenido los medios, estaban ya muchos de
ellos desahuciados). No les ha evitado la muerte. Apenas, si acaso, han podido
vivir mejor si eso significa sufrir menos. En términos éticos, la beata, aporta
más: Un testimonio extraordinario de una vida
dedicada al servicio de los otros, haciéndose cargo del dolor de los más
necesitados.
Este ejemplo de vida lo es porque, como bien señala Viktor Frankl, nadie puede
escapar a la triada trágica de la vida: La culpa,
el dolor y la muerte. Somos seres en profunda necesidad de consuelo.
Este es uno de los mensajes principales de la Parábola del Buen Samaritano
(Lucas 10, 25-37). ¿Quién es el hombre herido que
yace doliente a la mitad del camino? Yo, cada uno, todos. ¿Quién viene a nuestro consuelo? Se diría que en
última instancia, Dios. Pero Dios llega a través de las manos amables de la
Madre Teresa. Este es el ejemplo maravilloso que en el ámbito de la ética,
Teresa nos regala. Excelente modelo a imitar.
Pero todavía, la Madre Teresa aporta más: Y lo hace
en el ámbito espiritual. Ese ámbito que se resiste a ser medido y que no
se deja narrar desde las estrecheces de la mentalidad positivista y las
ciencias duras, y que sin embargo resulta
altamente significativo (lo más) para los momentos más críticos y definitivos
de la vida humana. Con su testimonio de vida, Teresa, Agnes, nos acerca a Dios:
nos permite casi palparlo y tener la certeza de que
allí, con nosotros, está (como escribiera San Juan de la Cruz: Mil gracias
derramando / pasó por estos sotos con presura, / e yéndolos mirando, / con sola
su figura /vestidos los dejó de su hermosura (2). Nos acerca a Dios, el
absolutamente Otro, por quien vivimos nos movemos y somos, que sin poderlo
expresar bien a bien, cuando quedamos expuestos a Sus gracias, nuestra vida se
llena de sentido [y cito de nuevo a San Juan de la Cruz: Yo no supe dónde estaba, / pero, cuando allí me vi, / sin
saber dónde me estaba, / grandes cosas entendí; / no diré lo que sentí, / que me
quedé no sabiendo, / toda ciencia trascendiendo (3)].
La Madre Teresa de Calcuta le ha hecho mucho bien a mucha gente. ¿Igual que Bill Gates? Son órdenes distintos de
acción humana, para necesidades distintas de la persona. Gates trabaja en el
orden material, de la economía, de las cosas que mejoran nuestras condiciones
de vida en tanto seres inteligentes y corpóreos. Y la vida es desde luego mucho
mejor gracias a Windows y los productos de Microsoft. Pero no sólo de pan vive
el hombre (Mt 4, 3-4).
Y ni Windows ni Macintosh ni el IPod ni la CocaCola ni American Express ni el
motor de combustión ni Honda ni Continental Air Lines, por más que hagan, nos
abren la puerta del Sentido (así con mayúscula) o del Significado de la
existencia. Todos esos bienes materiales (que se llaman bienes porque nos hacen
bien) nos dejan, cuando más, en la inmanencia próspera. Pero los hombres
tenemos necesidad de ir más allá: Tenemos necesidad
de trascendencia y aspiración de infinito. Y si nos cerramos a la
trascendencia nuestra vida termina en la miseria, independientemente de las
riquezas materiales que tengamos. Esta es una de las lecciones para mí
principales del siglo de la muerte de Dios que anunciara Nietzsche a fines del
siglo XIX. Ante la muerte de Dios, ha sido el horror: La
sociedad neurótica de nuestro tiempo, la era del vacío, el imperio de lo
efímero, el mundo carente de sentido.
Windows es sin duda muy valioso. Pero hay niveles. Hay una jerarquía de valores
que la sabiduría antigua reconocía sin ambigüedad: El
testimonio del servicio a los demás, la portación de consuelo y el acercamiento
de Dios, son más.
De hecho, la comparación implicada en la pregunta motivo de esta reflexión,
mueve a escándalo: ¿A caso son realmente
comparables?
NOTAS
(1) Y dicho sea de paso: Gates es admirable por su
invención, no por su fortuna. La aclaración puede ser pertinente porque,
lamentablemente, muchas personas hoy admiran a los millonarios por cuanto
tienen, independientemente de la forma de lograrlo.
(2) Cántico Espiritual.
(3) Coplas hechas sobre un éxtasis de harta contemplación.
(4) Parece interesante insertar un fragmento del texto EL Loco que, en el
libro La Gaya Ciencia, escribe Friederich Nietzsche con su terrible reflexión
sobre la muerte de Dios: Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos su
asesino. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar?
¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos cuando
desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde
iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caemos continuamente?
¿Hacia delante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay
todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita?
¿No nos roza el soplo del espacio vacío? ¿No hace más frío? ¿No viene de
contiuno la noche y cada vez más noche? ¿No tenemos que encender faroles a
mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios?
¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina? ¡También los
dioses se pudren! ¡Dios ha muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos
consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía
hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. Si Dios ha
muerto, ¿cómo vivir? El hombre se pierde en la soledad del cosmos, en el
inmenso vacío.
La Generación 59 del Curso de Formación Social para dirigentes de empresa dará
inicio este 3 de marzo de 2010 en la Cd. de México.
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