Oraciones para cada
día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los
días previos a su fiesta (15 al 23 de mayo)
Por: Redacción | Fuente: eljardindemariaauxiliadora.com / hizomasfuertemife.blogspot.com.es
El primero que llamó a la Virgen María con el
título de "Auxiliadora" fue San
Juan Crisóstomo, en Constantinopla en al año 345, el dice: "Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios".
San Juan Damasceno en el año 749 fue el primero en propagar la jaculatoria: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". Y repite: la virgen es "auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación".
En el año 1572, el Papa San Pío V ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las letanias la advocación "María Auxiliadora, rogad, por nosotros", porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.
En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo. Pero será exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana definitiva: Auxiliadora. "La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".
En 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de mayo. Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora.
San Juan Damasceno en el año 749 fue el primero en propagar la jaculatoria: "María Auxiliadora, rogad por nosotros". Y repite: la virgen es "auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación".
En el año 1572, el Papa San Pío V ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las letanias la advocación "María Auxiliadora, rogad, por nosotros", porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.
En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo. Pero será exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana definitiva: Auxiliadora. "La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".
En 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de mayo. Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora.
NOVENA A MARÍA AUXILIADORA
RECOMENDADA POR SAN JUAN
BOSCO
1.-
Rezar, durante nueve días seguidos, tres Padres Nuestro,
Avemarías y Glorias con la siguiente jaculatoria: “Sea
alabado y reverenciado en todo momento el Santísimo y Divinísimo Sacramento del
Altar” y luego tres Salves con la jaculatoria: “María
Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros”.
2.-
Acercarse los Santos Sacramentos de Confesión y Comunión.
3.-
Hacer o prometer una limosna en favor de las obras de
apostolado de la Iglesia o de las obras salesianas.
Oh, Dios omnipotente y
misericordioso, que has establecido de una manera prodigiosa en la Santísima
Virgen María un constante auxilio para la defensa del pueblo cristiano; dígnate
concedernos que, combatiendo durante la vida presente revestidos con este
escudo, podamos en la hora de la muerte alcanzar la victoria contra el maligno
enemigo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén!
SAN
JUAN BOSCO DECÍA:
“Tengan mucha fe en Jesús
Sacramentado y en María Auxiliadora y estén persuadidos de que la Virgen no
dejará de cumplir plenamente sus deseos, si han de ser para la gloria de Dios y
bien de sus almas. De lo contrario, les concederá otras gracia iguales o
mayores”.
NOVENA DE LA
CONFIANZA
1.- Madre
mía de mi vida, auxilio de los cristianos, la pena que me atormenta, pongo en
tus benditas manos. (Ave María).
2.- Tú qué
sabes mis secretos, pues todos te los confío, da la paz a los turbados y alivio
al corazón mío. (Ave María).
3.- Y
aunque tu amor no merezco, nadie recurre a Ti en vano, pues eres Madre de Dios
y Auxilio de los cristianos. (Ave María).
ORACIÓN
DE SAN BERNARDO:
Acuérdate, ¡oh piadosísima
Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a
tú protección, implorado vuestra asistencia y reclamado tú socorro, haya sido
abandonado de ti. Animado con esta confianza, a Ti también acudo, ¡oh Madre,
Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me
atrevo a comparecer ante tu presencia soberana. No deseches, ¡oh Madre de
Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclina a ellas tus oídos y dígnate
atenderlas favorablemente.
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