La Iglesia en Italia cuenta ya con un protocolo consensuado
con el gobierno italiano que permitirá retomar las Misas públicas con fieles,
suspendidas como medida de protección ante la pandemia de coronavirus, a partir
del 18 de mayo.
El protocolo establece una serie de condiciones de seguridad para que las
celebraciones litúrgicas puedan celebrarse con normalidad reduciendo todo lo
posible los riesgos de contagio de COVID 19.
El texto se firmó en la mañana de este jueves 7 de
mayo en el Palacio Chigi, sede del gobierno italiano, entre el presidente de la
Conferencia Episcopal Italiana, Cardenal Gualtiero Bassetti, el presidente del
Consejo de Ministros, Giuseppe Conte, y el Ministro del Interior.
Incluye medidas que afectan al acceso a los lugares de culto donde se
celebren Misas, la higiene de los espacios y objetos sagrados, la información
que de que deberán disponer los fieles que participen en la liturgia y las
medidas que deberán seguir los celebrantes.
Entre las medidas incluidas en el protocolo está el mantenimiento de la
distancia de seguridad de al menos un metro lateral y frontal, así como la
obligación de usar mascarilla para poder participar en la Misa. El acceso a las
iglesias estará regulado por un equipo de voluntarios, adecuadamente protegidos
con mascarillas y guantes, e identificados.
En aquellas parroquias que cuenten con una gran afluencia de fieles, se
considerará la posibilidad de aumentar el número de Misas. Para garantizar el
acceso y salida del templo en orden y manteniendo la distancia, se fijarán
puertas de acceso y puertas de salida.
No estará permitido el acceso de personas que presenten síntomas de
resfriado o una temperatura corporal superior a 37,5ºC. Tampoco se permitirá el
acceso al lugar de culto de personas positivas por COVID
19.
Los templos deberán tener espacios reservados para personas con
movilidad reducida. Además, las iglesias deberán tener en la entrada líquidos
desinfectantes para las manos.
Al finalizar la celebración, tanto el templo como la sacristía tendrá
que ser sometida a un proceso de desinfección y limpieza, y una correcta
ventilación del espacio sagrado. Esto afecta también a los objetos sagrados,
micrófonos y otros objetos empleados durante la ceremonia, que deberán ser
desinfectados. No habrá agua bendita.
Para respetar la distancia de seguridad, se reducirá al mínimo la
presencia de concelebrantes. En cuanto a la música, la Misa podrá celebrarse
con un organista, pero no con coro.
Se continuará omitiendo el rito de la paz. La comunión se repartirá con
guantes y mascarilla, y evitando el contacto con los fieles. El protocolo
establece también que no se podrá repartir libros ni material de apoyo para el
canto entre los fieles.
Estas disposiciones se aplicarán también en otras celebraciones, como
bautizos, matrimonios, unción de los enfermos o funerales. En cambio, se
posponen las Confirmaciones.
La confesión deberá realizarse en lugares amplios y ventilados, donde se
pueda respetar la distancia de un metro. El sacerdote y el penitente deberán
usar mascarilla durante la confesión.
Por último, el protocolo señala que allí donde no sea posible celebrar
el culto en el interior de la iglesia porque el edificio no permite respetar
las medidas de prevención y seguridad, podrá estudiarse la posibilidad de
celebrar en el exterior del templo.
Asimismo, se recuerda que hay dispensa del precepto festivo por razones
de edad y salud, y se continuará favoreciendo la opción de seguir la Misa en
vivo a través de los medios de comunicación.
Según los últimos datos facilitados por el
Ministerio de Sanidad italiano, correspondientes al miércoles 6 de mayo, en las
últimas 24 horas se han registrado 1.444 nuevos diagnósticos positivos de COVID
19 y 369 fallecidos. Actualmente, en Italia hay 91.528 contagiados de
coronavirus.
POR MIGUEL PÉREZ
PICHEL | ACI Prensa
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