En algunos países se está empezando a levantar el
confinamiento obligatorio en la medida que la curva de infectados por COVID-19
empieza a decrecer, esto permitirá celebrar Misas públicas bajo ciertas
condiciones de seguridad sanitaria para proteger la salud de los fieles y
sacerdotes.
En este recuento presentamos algunas situaciones que podrían ocurrir
cuando se readmita nuevamente el culto público.
1. DISPENSA DEL
PRECEPTO DOMINICAL
La Iglesia local podría mantener la dispensa del precepto dominical para
todos los fieles y así, las personas que son vulnerables al coronavirus por su
edad o condición física, puedan optar por permanecer en casa y seguir la
celebración Eucarística por internet o televisión.
2. ASISTENCIA LIMITADA
Y DISTANCIAMIENTO
Se permitiría la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos para
las Misas dominicales y diarias. Probablemente se exija que la iglesia reduzca
su aforo a un tercio o a la mitad de su capacidad actual para que se respete la
distancia mínima de seguridad (2 metros entre cada persona). También se pediría
el uso de mascarillas.
Otra posibilidad es que se aumente el número de celebraciones
Eucarísticas para los días que haya mayor afluencia de fieles, como los
domingos o en una fiesta en particular.
A lo anterior se sumarían medidas adicionales para la distribución de la
Comunión y para mantener el distanciamiento fuera del edificio, antes y después
de la Misa.
3. CAMBIOS EN LA
CELEBRACIÓN
Es posible que la Iglesia local pida no distribuir el vino consagrado,
que la Comunión solo se reciba en la mano y que se omita el saludo de la paz y
todo tipo de contacto físico.
Una propuesta del presidente de la Comisión de Fe y Cultura de la
Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. Víctor Fernández, es que no haya
una fila para comulgar, sino que los ministros se acerquen a las personas
ubicadas en los extremos de los bancos y depositen la Eucaristía en la palma de
las manos.
Por su parte, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española
(CEE) dijo que en este país la colecta “no se
pasará durante el ofertorio, sino que el servicio de orden lo ofrecerá a la
salida de la Misa, siguiendo los criterios de seguridad señalados”.
Sobre el coro, recomendó “mantener un solo cantor o
algunas voces individuales y algún instrumento”.
4. MEDIDAS EXTREMAS DE
LIMPIEZA
Cada Iglesia local promovería la constante desinfección de los templos,
bancos y objetos litúrgicos. Asimismo, se pediría a los ministros que dan la
Comunión, lavarse las manos antes y después con jabón, y aplicarse alcohol en
gel.
La CEE propuso recientemente que “las pilas
de agua bendita continuarán vacías” y las puertas de las iglesias se
mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no tener
que tocar manillas o pomos y ofrecer “gel
hidroalcohólico o algún desinfectante similar, a la entrada y salida de la
iglesia”.
También pidió no distribuir “hoja de cantos
ni pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel”.
5. LOS DEMÁS
SACRAMENTOS SE IMPARTIRÍAN CON MEDIDAS DE SEGURIDAD PARTICULARES
Los obispos españoles, que están cerca de reabrir sus iglesias, han
precisado que cada sacramento deberá ser impartido bajo medidas de seguridad
particulares. Para el de la Confesión, por ejemplo, se debe escoger un espacio
amplio para llevarse a cabo y, tanto el fiel como el confesor, deberán utilizar
mascarillas y mantener la higiene de manos.
POR DIEGO LÓPEZ
MARINA | ACI Prensa
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