El teólogo alemán Paulo Suess, que participa en el
Sínodo Amazónico como colaborador del secretario especial, restó importancia a
las denuncias que calificaron de “rito pagano” a la ceremonia realizada en la
Basílica de San Pedro el lunes 7 de octubre -al inicio de los trabajos de la
cita sinodal-, en presencia del Papa Francisco.
Para Suess, conocido exponente de la teología india
y la teología de la liberación, “definitivamente hay un claro sentimiento
contra el Sínodo por parte de ciertos medios”.
“Cuando se realizó el rito inicial, con el Papa en
la Basílica de San Pedro, nos reunió a nosotros y a los indígenas. Había una
canoa y prontamente alguien escribió que esto era un rito pagano”, dijo el sacerdote de 81 años, actual asesor teológico del Consejo
Indigenista Misionero (CIMI) de Brasil.
“¿Y qué? Incluso si hubiera sido un rito
pagano, lo que ocurrió era aún un servicio de adoración. Un rito siempre tiene algo que ver con la
adoración y el paganismo no puede ser apartado como si nada”, indicó el sacerdote en una entrevista
concedida a Vatican News en alemán.
“¿Qué es pagano? En nuestras grandes ciudades no
somos menos paganos que en la selva. Eso es algo que tenemos que pensar”, agregó.
¿QUÉ OCURRIÓ EN SAN
PEDRO?
El lunes 7 de octubre, poco antes del inicio de los trabajos del Sínodo
de la Amazonía, un grupo de indígenas y representantes de la Red Eclesial
Panamazónica (REPAM) realizó una
oración con cantos e invocaciones propias de la región, junto al Papa Francisco y los padres sinodales
sobre la tumba de San Pedro en la Basílica Vaticana.
Durante la ceremonia, el Papa estuvo en un momento algo apartado del
grupo. Cuando se acercó, le colocaron una vincha o bandana que se retiró casi
inmediatamente.
El rito continuó con una procesión hasta el Aula del Sínodo en la que
cargaron una canoa con la polémica imagen femenina descrita por Vatican News en portugués como
“Nuestra Señora de la Amazonía”,
y por otros funcionarios vaticanos como símbolo de vida y fertilidad.
Al llegar a la entrada del Aula del Sínodo, algunos obispos y el Papa
recibieron la canoa e ingresaron con ella al recinto.
Ese día, los objetos acompañaron los trabajos del Sínodo y luego fueron
colocados en la iglesia
Santa María in Traspontina cerca al Vaticano. Los mismos
fueron usados en el Vía Crucis Amazónico”
del pasado sábado 19 de octubre. El lunes 21 desconocidos robaron cinco tallas
de la imagen femenina y las lanzaron
al río Tíber.
¿QUIÉN ES PAULO SUESS?
Paulo Suess nació en Colonia (Alemania) el 2 de abril de 1938. Fue
ordenado sacerdote en 1964 y desde 1966 vive en Brasil. Es doctor en teología
fundamental y experto en Teología inculturada y pastoral en Amazonía entre los
pueblos indígenas. Participa en el Sínodo como colaborador del secretario
especial.
Ha servido durante años como asesor teológico del Consejo Indigenista
Misionero (CIMI), una entidad de la Conferencia Episcopal Brasileña. En esta
labor promueve desde hace años la ordenación de hombres casados en la Amazonía.
En noviembre de 2017, en una entrevista
sobre el Sínodo de la Amazonía
afirmó que “en la Iglesia primitiva eran los
ancianos los que celebraban la Eucaristía” y anticipó que “retomar esta antigua tradición, hoy referida a la expresión
viri probati (hombres casados de probada virtud), seguramente va a ser una
propuesta del Sínodo”.
Suess también participó en la V Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano y el Caribe en Aparecida (Brasil) en 2007 como asesor teológico
del CIMI y uno de los líderes del grupo “Amerindia”,
organización que reúne a intelectuales vinculados a la teología de la
liberación.
En ese entonces el CIMI era presidido por Mons. Erwin Kräutler, Obispo
Emérito de Xingu (Brasil), quien también participa ahora del Sínodo de la
Amazonía y que ha expresado públicamente su apoyo a la ordenación de diaconisas
y sacerdotes casados.
En junio de 2007, el CIMI filtró la
versión final del documento de Aparecida antes de la aprobación del Vaticano, una decisión
que fue tomada por los asesores teológicos del organismo.
En los últimos días se supo que el CIMI recibe financiamiento de la
Fundación Ford, una organización que promueve el aborto y la ideología de
género. Entre los años 2006 y 2018, el CIMI recibió
unos dos millones de dólares de esta fundación.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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