El Prefecto de la Congregación para el Clero,
Cardenal Beniamino Stella, quien participa en el Sínodo de los Obispos sobre la
Amazonía, señaló que “el celibato es una gran belleza de la vida de
los sacerdotes” y como tal, “debe ser verdaderamente custodiado”.
Así lo indicó el Purpurado en una rueda de prensa
en la Oficina de Prensa de la Santa Sede este jueves 24 de octubre.
Al responder sobre la propuesta de ordenar sacerdotes a hombres casados,
conocidos como “viri probati”, el Cardenal
Stella señaló que en la Congregación del Clero siempre sugiere a los obispos: “formar bien a los sacerdotes”
y “estar muy vigilantes sobre las
características humanas” porque “el aspecto
humano de la persona es fundamental para la admisión a las órdenes”.
Además, el Purpurado indicó que en la actualidad “la Iglesia
permanece quizás como la única institución que predica un compromiso para
siempre”.
“Lo digo tantas veces, para los sacerdotes, para la
vida consagrada, para el matrimonio” y añadió
que “este compromiso para siempre es verdaderamente
un
gran desafío, una tremenda exigencia interior”.
En esta línea, el Cardenal Stella señaló que “debemos
ser conscientes que el don del celibato representa hoy para los jóvenes, y
también para los sacerdotes, un gran desafío personal que se debe asumir con
conciencia interior y también después de un tiempo de formación y de entrenamiento
de disciplina personal”.
“Y después, cuando se está en el ‘campo de
batalla’, así llamaría a la vida sacerdotal, es necesario cultivar mucho la
espiritualidad: se necesitan tener tiempos de oración para crecer en el
interior y es necesario tener una disciplina personal”, agregó el Purpurado.
En este sentido, el Cardenal Stella dijo que “la
formación, la vida de oración y la disciplina personal, el tema del celibato tiene un
sentido porque incide en la vida de los sacerdotes. Es una realidad
que se puede vivir, pero es necesario ser conscientes que vivimos en una
cultura, en un mundo que representa hoy para los sacerdotes, para la vida
consagrada, pero para todos los cristianos una exigencia grande”.
“Yo pienso que debemos hablar de esta realidad,
hablar con los jóvenes, presentar esta exigencia del sacerdote de
rito latino como un gran compromiso y una grande belleza”, animó Stella.
Además, el Prefecto de la Congregación para el Clero recordó la “ratio fundamentalis” que es el “esquema de formación para los sacerdotes” en el
que abordan “el don de la vocación”.
“Es un don de Dios, que se llama vocación, que va
recibida, que se prepara sobre todo en un contexto de cualidades humanas muy
concretas, de equilibrio, de mente sana, de afectividad transparente”, explicó.
De este modo, el Cardenal Stella resaltó la importancia de “un cuadro de espiritualidad, de un compromiso pastoral,
siempre connotado de espiritualidad y de vida interior, en el que el celibato
representa una gran belleza de la vida de los sacerdotes, pero que debe ser
verdaderamente custodiado, como dice la Escritura, es un tesoro que conservamos en
vasijas de barro y debemos ser muy muy conscientes”.
“Después lo que el Sínodo podrá decir sobre las
novedades, sobre los nuevos caminos ministeriales, eso lo dejamos al
discernimiento, mañana y pasado mañana, de la comunidad de los padres sinodales
y, sobre todo, lo tenemos en el corazón y sobre la espalda del Santo Padre
quien tiene la tarea y el carisma del discernimiento que corresponde a Pedro,
como guía y responsable de la Iglesia”, concluyó.
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI
Prensa
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