El P. Jeremy Davie, un exorcista octogenario que
desde finales de la década de 1970 se dedica al ministerio del exorcismo en la
Arquidiócesis de Westminster (Inglaterra), afirmó que Halloween puede ser una
puerta abierta al mal y al diablo.
“Ellos (los que celebran Halloween) comienza con
juegos, pero eso puede llevar a la gente a no creer en el demonio y los
espíritus malignos, y esto a su vez puede llevar a una pérdida de la fe
cristiana”, dijo el sacerdote en una reciente
entrevista concedida a K.V. Turley del National Catholic Register.
“La ligereza en estos asuntos es fatal ya que jugar
con el mal bajo el pretexto de que no es real es permitir que el mal entre”, indicó el sacerdote que realiza algún tipo de exorcismo cada semana en
la zona central de Londres. Además, indicó, el mal también puede ingresar allí
donde hay un interés poco saludable por lo oculto, lo que puede llevar “a una intrusión de la influencia demoniaca”.
El sacerdote precisó que coquetear con lo oculto “no necesita ser algo profundo para que sea mortal”. Cualquier “tolerancia de las prácticas ocultas es parte de un
terrible engaño” nacido del diablo. No existe, continuó, “una gradación” en estos asuntos.
Esto puede ocurrir por medio “de cualquier
pecado, pero con los pecados particularmente relacionados con lo preternatural
y con el pecado grave –como el aborto y la pornografía– y cualquier cosa contra
nuestra naturaleza creada, incluyendo el campo de la moralidad sexual”.
El exorcista, ordenado sacerdote en 1974, también señaló que “Halloween es una buena oportunidad para enseñar la fe y
ayudarnos –especialmente a los niños– para entender la realidad del mal y la
verdad de Cristo y su Iglesia”. Es ocasión también para “enseñar contra”
la festividad usando la Palabra de Dios y “la clara
enseñanza de la Iglesia”.
Esta fecha, prosiguió, es además ocasión para “advertir
al mundo no solo que evite el Halloween sino una oportunidad para hablarle a la
gente de Cristo”.
Sobre los que no creen en el diablo, el sacerdote afirmó que “es fatal para la fe y la salvación no creer una parte de
la Revelación. Todas sus partes son importantes y esenciales. Creer que Satanás
es un ángel caído – de hecho el líder de los ángeles caídos – es una parte
esencial de la revelación divina”.
“Si Dios nos pide hacer un trabajo, entonces Él nos
protegerá”, concluyó.
Redacción ACI
Prensa
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