Fe es decirle a Dios:
… creo en Ti porque te amo.
… Creo en Ti y en todo lo que Tú representas.
… creo en Ti y no dudo.
Algo sobre la FE:
Una
vez en un pueblito agrícola, luego de la siembra, empezó a escasear el agua y
los sembríos amenazaban con perderse. Luego de una junta de vecinos, decidieron ir a
la Iglesia para hablar con el cura del pueblo, y pedirle que rece por lluvia.
Fueron
donde el cura y este es más o menos el dialogo que se suscitó:
Pueblo: Padrecito,
rece a Dios por lluvia, que se malogran nuestros sembríos.
Cura:
Hagan el favor de retirarse.
Pueblo:
Pero padrecito, por favor, rece a Dios por lluvia.
Cura:
¿Creen en verdad que Dios enviará lluvia?
Pueblo: Si,
creemos.
Cura:
Y… si creen que Dios les dará lluvia, ¿dónde están sus paraguas?
El
cura les enseño lo que es la Fe y como debemos de demostrarle al Señor que
creemos en Él. Si quieres pedir algo a Dios, hazlo, pero no dudes que vas a
recibir.
Tú
también hermano, cada vez que pidas algo, no olvides tu paraguas, o sea, tu
forma de demostrar a Dios que crees en Él. En todos los hogares que hemos
visitado para orar por enfermos de diferentes males, hemos visto, como la Fe en
Dios ha sanado a muchos, y les puedo asegurar que son cientos los hogares, y miles
los que el Señor ha salvado y sanado. Las palabras mágicas son: ¡JESÚS YO TE AMO… YO CONFÍO EN TI!
La
persona que no cree en sí misma, la persona tibia, no puede creer en Dios. Si
yo le pregunto a un enfermo: ¿quieres que el Señor
te sane? Y me responde ¡Si Él quiere! de
seguro que no se sana. Primero tiene que tener Fe en sí mismo, o sea creer en
lo que va a pedir. Dios siempre quiere sanar… déjalo hacer. Él nunca abandona
lo que ha creado con amor.
Hay
muchos enfermos que no desean sanarse porque les conviene estar enfermos, y,
sus familiares son los que insisten en SANACIÓN,
pero, esto, así no funciona. La persona tiene que aceptar voluntariamente – no porque
su familia quiere – Dios te salva y sana si tú quieres.
Los
hermanos que están trabajando para el Señor en el Ministerio
de Sanación, deben tener mucha más Fe que cualquier otro, porque, la ORACIÓN DE FE hecha pública, es la más difícil, es
de profesionales. Hermano, ama a Dios creyendo en Él. Tener Fe es, por ejemplo
poder decirle a un enfermo delante de muchas personas: “EN
EL NOMBRE DE JESÚS, DEJA TU SILLA DE RUEDAS, LEVÁNTATE Y ANDA” o, “ORDENO EN EL NOMBRE DE JESÚS QUE TE SANES” o
muchas otras fórmulas de Fe con que en el NOMBRE DE
JESÚS pedimos al Padre que toque y sane. En ningún momento podemos dudar
que los enfermos se van a sanar, porque tenemos Fe, en que Dios cooperará con
nosotros confirmando nuestra palabra dada, según el Evangelio.
Para
eso, el enfermo y el que pide, deben coincidir en lo que desean pedir. Si el
enfermo duda, solo la misericordia de Dios lo sanará. Es preferible y
recomendable y recomendable que el enfermo acepte CONFESARSE
y COMULGAR antes de la SANACIÓN, y por supuesto, lo mismo deben hacer los
miembros del grupo de oración que van a INTERCEDER.
Desde el momento en que el enfermo acepta confesarse y comulgar antes de la SANACIÓN, desde ese momento, ya el Señor inició la
SANACIÓN y está prácticamente curado, solo
falta que se lo digan. Muy importante es que pida PERDÓN
y que perdone para sanarse, y que entregue su falta de PERDÓN
al Señor.
Los
que interceden deberán entregarse totalmente para que sea DIOS ESPÍRITU SANTO el los mueva según su voluntad.
Recodemos que el que salva y sana es DIOS NUESTRO
SENOR, y que nosotros solo somos sus canales
visibles, cañas huecas por donde pasa la gracia de Dios para la sanación,
simples, comunes y corrientes instrumentos del Señor. Si tu Fe está
floja, pide a Dios que la refuerce e incremente y recuerda que muchos son los llamados y pocos los escogidos. Si
no puedes con algún Ministerio en especial, pero quieres servir a Dios, dile: “SEÑOR QUE QUIERES DE MÍ – HABLA SEÑOR QUE TU SIERVO
ESCUCHA”
Hay
muchas formas de servir a Dios, así que no te desanimes, ten paciencia y sigue
adelante… Él te necesita, entrégale tu voluntad, tu corazón, y mantén limpio su
templo –que eres tu – o sea tu cuerpo.
Un
hermano me decía: ¿Qué puedo hacer para recibir los dones de DIOS ESPÍRITU SANTO para la realización correcta
de mi Ministerio? Recordé las enseñanzas de tantas jornadas a la que el Señor
me invito a asistir, y le conteste a este hermano con esta pregunta: ¿Qué haces
para que anochezca o para que amanezca?... NADA.
José Miguel Pajares Clausen
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