viernes, 31 de mayo de 2019

TESTIMONIO - PERDÓN SEÑOR JESÚS POR…


Perdón Señor por no saber cómo recibirte, lo que sucede es que nunca hemos estado ni siquiera ante un príncipe de este mundo y de repente SE ANUNCIA QUE LLEGA EL Rey de Reyes de visita y no sabemos qué hacer. Menos mal que solamente te sentimos, porque si te viéramos nos quedaríamos petrificados de emoción.

“SEÑOR… YO NO SOY DIGNO DE QUE VENGAS A MI CASA, PERO CON TU MISERICORDIA, ME HACES DIGNO”

Trato de imaginarme la cara de los apóstoles el día en que te transfiguraste o el día que te despediste y me pregunto: ¿Qué hubiera hecho yo? La verdad es que uno tendría que estar en el pellejo del otro para sentir lo que se siente. Debe ser maravilloso el poder verte y tocarte… pero para eso nos falta mucho. En realidad, creo que si en estos momentos me llamaras, no tendría excusa para decirte el por qué no estoy caminando como debiera, o contestarte el por qué no todos te aman.

Hay muchas respuestas sobre mi persona que no podría contestar y, menos podría contestar por otros. Solo sé que te amo y que estoy haciendo lo posible por amarte más. Gracias a Ti tenemos a nuestra MAMÁ SANTA MARÍA que está poniendo todo su tiempo en nuestro pequeño grupo “Sí Señor”.

Ojala, Señor, que nos encuentres con nuestras lámparas encendidas y no nos sorprendas desprevenidos. Tu visita del 24 de noviembre de 1999 nos agarró de sorpresa, tan grande fue nuestra sorpresa que tu Madre tuvo que pedirnos que nos arrodillemos y te saludáramos con el Padrenuestro. Muchos de nosotros, a pesar de saber lo que significa ese enorme regalo, no atinamos a nada.

Nosotros recibimos todas las semanas la visita de MAMÁ SANTA MARÍA y, al menos yo me alegro con su visita, lo que no me explico es como es que alguien no se pueda alegrar por eso. ¿Saben lo que esto significa?, que la Madre de Dios venga a visitarnos semanalmente, aunque Ella nos dice que se mete bajo nuestras almohadas para cuidar nuestros sueños, nos dice que siempre está junto a nosotros cuidándonos y que nunca nos va a dejar. Pero creo que esto amerita que nosotros cumplamos con su Hijo, mi querido Jesús… ¡Qué lindo es tu nombre Jesús! Su siguiente visita será cuando Él lo decida, y Jesús será nuestro Juez, y nos juzgará uniendo su justicia a su misericordia. Me parece una enorme ventaja para nosotros que nos juzgue Jesús, porque Él se hizo hombre como nosotros menos en el pecado, y padeció de todo, incluidas las tentaciones, entonces, si padeció y sufrió, sabe que la cosa aquí no es tan fácil que digamos, y que para seguirlo necesitamos de su ayuda.

La misericordia divina consiste en lo que Él sabe de nosotros, inclusive cosas que nosotros mismos no nos acordamos, como por ejemplo: ¿recuerdas esa vez que quisiste ayudar a alguien y por alguna razón no lo lograste?, bueno, Él  si se acuerda. Su misericordia consiste en recordar todas las cosas buenas que quisiste hacer y no pudiste hacerlas, cosas que, cuando Él te las traiga a tu memoria te darás cuenta que ni siquiera te parecieron tan importantes en su momento, pero para Jesús sí, porque era Él el que te pedía la ayuda.

Los paganos podrán decir lo que quieran de Jesús o de María pero, lo que sentimos en nuestros corazones por Ellos, eso no lo va a cambiar nada ni nadie.

¡DEJA A DIOS SER DIOS… SUS PLANES PARA NOSOTROS SON SUPERIORES QUE LOS NUESTROS!

José Miguel Pajares Clausen

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