2.613 personas el año pasado
Más del uno por
ciento de todas las muertes del año pasado en Canadá fueron como resultado de
la eutanasia, según ha revelado un informe del gobierno.
(CNA/InfoCatólica) El Cuarto
Informe sobre Asistencia Médica para Morir en Canadá, publicado este mes por Health Canada, expone que, de enero a octubre
de 2018, un total de 2.613 personas
en Canadá recibieron «asistencia médica para morir», lo que representa un 1,12% de todas las muertes.
Solo una persona se
autoadministró su propio combinado letal de medicamentos. En todos los demás
casos, según el informe, el paciente falleció después de una dosis letal
administrada deliberadamente por un médico o una enfermera a petición del
paciente.
Cuando el proyecto de ley se
presentó por primera vez, en abril de 2016, el cardenal Thomas Collins, de la
Archidiócesis de Toronto, advirtió que la sociedad iba en la dirección
equivocada.
«En un momento
en que nuestra prioridad debería ser fomentar una cultura de amor y mejorar los
recursos para aquellos que sufren y enfrentan la muerte, el suicidio asistido nos lleva por un camino oscuro», dijo Collins.
APROBADA HACE
MENOS DE 3 AÑOS
Canadá legalizó la eutanasia
el 17 de junio de 2016, después de que el Senado canadiense votase un
controvertido proyecto de ley que ha sido criticado tanto por los defensores de
la muerte asistida como por sus detractores.
El proyecto de ley fue
aprobado por 44 votos a favor y 28 en contra por el Senado canadiense. El día
anterior, la Cámara Baja del Parlamento ya había aprobado por 190 votos a favor
y 108 en contra el proyecto de ley.
Tras su aprobación por el Senado,
el texto legislativo recibió el consentimiento real, un proceso meramente
formal de aprobación por el Jefe del Estado, y la ley fue promulgada.
La ley para regular la
eutanasia fue demandada por el Tribunal Supremo del país cuando en febrero de
2015 dictaminó que la ley entonces
existente, que penalizaba la muerte asistida médicamente, era
anticonstitucional y dio al Parlamento un año para redactar una nueva
ley.
El plazo límite dado por el
Tribunal Supremo para que el Parlamento aprobase una nueva ley se cumplió el 7
de junio de 2016 sin que los legisladores canadienses fuesen capaces de
llegar a un acuerdo sobre el texto.
El Tribunal Supremo señaló en
su sentencia que la eutanasia debería estar
disponible para cualquier persona que sufriese una «condición médica dolorosa e
irremediable». Pero el proyecto
de ley presentado por el Gobierno canadiense, y que fue aprobado en 2016,
permitió el acceso a la eutanasia a los enfermos
terminales, sin determinar el contenido de esta expresión.
UN DEBATE CONOCIDO:
¿APLICABLE TAMBIÉN A MENORES?
En 2018, cuando se puso en
marcha el proyecto para ampliar la posibilidad de eutanasia a
menores de 18 años, el mismo cardenal Collins se expresó con palabras
igualmente clarividentes:
«Todos
nosotros llegamos al final de nuestra vida en la tierra», comentó. «Estamos destinados a morir. Pero nunca debemos suprimir
una vida humana –ni la nuestra propia ni la de ninguna otra persona– porque no
tenemos ningún derecho a ello.
«Somos servidores, no
propietarios, de la vida que Dios nos ha confiado. Con la terrorífica llegada
de la eutanasia a nuestro país, debemos insistir que
nosotros no la aceptamos. Dar muerte a un paciente es justamente el mayor
error».
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